Alemania
UcraniaMúsicos alemanes y ucranianos unidos por los valses de Josef Strauss
Juan Carlos Tellechea
En la recepción de Año Nuevo, el alcalde de la ciudad de Neuss am Rhein, Reiner Breuer y su esposa, Ute, nos acogen con una amplia sonrisa y un espontáneo "¡Bienvenidos!" en perfecto español, al ingresar al auditorio municipal, repleto de público, en la mañana de este domingo.
Breuer, al frente de la alcaldía de esta ciudad de 150.000 habitantes a orillas del Rin desde 2015, es fiel representante de una población solidaria, hospitalaria, cortés y afable que desde el estallido de la abominable guerra de agresión de Rusia en Ucrania ha recibido a 1.500 refugiados ucranianos en su comuna.
Entre el más de un millar de invitados a este acto, transmitido en directo por la emisora de radio local News 89,4, se encontraba aquí la cónsul general de Ucrania, Iryna Shum, a quien el alcalde dirigió expresamente algunas palabras en el discurso de salutación inicial antes del comienzo del concierto de la renombrada orquesta Deutsche Kammerakademie Neuss:
Quiero dar una calurosa bienvenida a la Sra. Iryna Shum, Cónsul General de Ucrania. Me alegro mucho de que esté hoy aquí y puedo asegurarle que los habitantes de Neuss nos solidarizamos plenamente con el pueblo de Ucrania y con las personas que han huido aquí. Si todos tenemos un deseo para el año 2023, ¡seguramente es que esta guerra termine lo antes posible! (…) Me siento orgulloso de que, con un gran compromiso cívico, sea posible que 1.500 personas que han huido de Ucrania vivan aquí, en Neuss. Sin el compromiso de los ciudadanos y las asociaciones Swiff y Schnelle Nothilfe, no lo habríamos conseguido. Nosotros, como administración, también lo hemos hecho lo mejor que hemos podido con gran esfuerzo. Y no cejaremos en esto, se lo aseguro, Sra. Schum. (…) Este año, la Deutsche Kammerakademie Neuss, a orillas del Rin, también está dedicada a los temas centrales de nuestro tiempo, la conservación de la naturaleza y, sobre todo, nuestro deseo de paz. En particular, escucharemos obras de dos compositores ucranianos, Myroslav Skoryk y Mykola Lysenko.
Händel
Instantes después, la exuberancia de la Música para los reales fuegos de artificio, de Georg Friedrich Händel (Obertura), abría este concierto de la Deutsche Kammerakademie Neuss bajo la égida de su director principal, Christoph Koncz. La introducción íntegra del recital en esta sala convertida ahora en una gigantesca platea radiofónica, estuvo a cargo de un conocido presentador del programa Mosaik de la emisora de música clásica WDR3, Daniel Finkernagel, con sus humorísticas ocurrencias.
La versión más habitualmente interpretada hoy en día de esta obra en re mayor de Händel (HWV 351) para conjunto de cuerda y viento, es la adaptada por el propio compositor y se corresponde con la única partitura autógrafa existente. Händel respondía en esta pomposa composición a un encargo del rey Jorge II, reviviendo así su Música acuática (1717), escrita durante el reinado de Jorge I; ambas piezas, sin embargo, inclinadas hacia cierta forma de melancolía.
Skoryk y Lysenko
Entremedio, llegó la música de dos célebres compositores ucranianos, menos conocidos por estos lares, pero ahora redescubiertos por la destructiva guerra desatada por Rusia en su patria: La Melodía en la menor, compuesta por Myroslav Skoryk en 1982 para el filme de drama bélico Vysokyy pereval, considerada hoy el himno espiritual de Ucrania, exquisitamente ejecutada por la primera violinista Fenella Humphreys; y la obertura de la ópera Taras Bulba, de Mykola Lysenko, con enérgicos y dramáticos pasajes, casi de banda sonora cinematográfica, que reflejan de forma muy vívida toques típicamente nacionales ucranianos.
Beethoven
El programa continuaba con los movimientos La Paz / Largo alla siciliana y El júbilo / Allegro, de la Música para los reales fuegos de artificio de Händel, así como con el vals Friedenspalmen (Palmas de la paz) y la polca ligera Ohne Sorgen (Sin preocupaciones) de Josef Strauss.
La última parte del concierto fue reservada para la Sexta Sinfonía de Ludwig van Beethoven que muestra una segura reflexión de Christoph Koncz al frente de la Deutsche Kammerakademie Neuss am Rhein.
Christoph Koncz
Dicho sea de paso, el joven y talentoso director prorrogó su contrato por dos años en el verano de 2022 con esta orquesta y actualmente está a punto de hacer carrera internacional: en septiembre de 2023, asumirá el cargo de director musical de la Orquesta Sinfónica de Mulhouse / Alsacia, Alto Rin (Francia) por un periodo inicial de tres años.
Tiene además por delante conciertos con la Orquesta Sinfónica de Londres, la Orquesta Sinfónica de la Radio de Fráncfort, la Orquesta Sinfónica de la Radio Sueca, la Filarmónica de Stuttgart, la Orquesta Sinfónica de Düsseldorf, la RSO de Berlín, la Royal Northern Sinfonia, la Orquesta Sinfónica de Castilla y León, las orquestas de Tampere y Aarhus, así como los viajes paralelos a Musiciens du Louvre de Marc Minkowski y las numerosas re-invitaciones.
Volviendo al pasado domingo en Neuss, la Pastoral busca la libertad y la redención en la naturaleza. No se trata aquí de una dialéctica de la imitación, como en el Barroco. Para Beethoven la descripción es inútil. Más importante era centrarse en la expresión del sentimiento antes que en la pintura musical. Estrenada en 1808 en el Theater an der Wien, la Sinfonía nº 6 es probablemente la primera obra impresionista.
Refinamiento
El genial compositor recurre aquí a medios asombrosamente económicos, en comparación la Sinfonía nº 5, muy dramática, utilizando a menudo motivos breves y cambiantes. La visión de Koncz se caracteriza por un deseo de aligerar, por un refinamiento casi schubertiano y por un sonido en muchos sentidos camerístico, que halaga el registro pianístico, especialmente en las cuerdas.
Así, el Allegro ma non troppo inicial (''Angenehme, heitere Empfindungen, welche bei der Ankunft auf dem Lande im Menschen erwachen'' / Sensaciones agradables y alegres que se despiertan en las personas al llegar al campo) llevado a un tempo resuelto y bien articulado, permite un trabajo extremadamente logrado de las cuerdas, hasta los matices más extremos.
El Andante molto moto ("Szene am Bach'' / Escena junto al arroyo), está provisto de colores pastel en el aireado diálogo de la flauta y el oboe sobre una alfombra de cuerdas ligeras. Koncz logra un sonido muy característico que suena precioso en este estudio de radio.
Evocación
La peroración, de la llamada de los pájaros, flauta, oboe y clarinete, es una evocación, no una ilustración, más allá de una pura descripción de la naturaleza. El sentido de la vida en esta interpretación se demuestra claramente en el Scherzo (''Lustige Zusammensein der Landleute'' / Divertida reunión de la gente del campo), que tiene un tempo muy constante.
Christoph Koncz se arriesga, como en el segundo tema, ligeramente martilleado, que simboliza una escena de baile campesino tipo polca con sus apresuradas llamadas de trompa. La transición a la secuencia ''Donner, Sturm / Truenos, tormentas está magistralmente dispuesta en un amenazador pianissimo que de repente se ve interrumpido por un gigantesco estallido de sonido.
Ovaciones
El episodio ofrece su carga "eléctrica" y sus orgullosos clímax. Esto contrasta fuertemente con el Allegretto final (''Hirtengesang. Wohltätige, mit Dank an die Gottheit verbundene Gefühle nach dem Sturm'' / Canción del pastor. Sentimientos benéficos asociados al agradecimiento a la deidad tras la tormenta), que es danzante y destila una alegría conquistadora, el único fff de toda la sinfonía.
El movimiento se convierte en una exageración del final con respecto a la Quinta Sinfonía de Beethoven, por su tranquilidad, su contorno solemne y la renuncia a todo desarrollo. Su panteísmo ya contiene el "Todos los hombres se hacen hermanos" de la Novena Sinfonía. Los músicos de la Deutsche Kammerakademie Neuss ofrecen sonoridades de una rara transparencia y una excepcional gama de matices.
Los aplausos que venían sucediéndose entre cada uno de los cinco movimientos de la Sexta se convirtieron en estruendosas ovaciones del público, de pie en el auditorio, que solo pudieron ser sosegadas con un bis, otra de las polcas rápidas de la dinastía Strauss.
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