España - Cataluña
Tosca, con otro reparto
Jorge Binaghi
De la ensalada de repartos anunciada para las siguientes funciones de la ‘magnífica Tosca’ (cito de la publicidad del Liceu) decidí ver sólo una en la que había cambio de los tres protagonistas y nueva dirección de orquesta.
Y elegí justamente una en la que soprano y tenor
debutaban en el Liceu y nunca los había oído ni visto anteriormente.
El resultado fue mejor, incluso porque no hubo silbidos sino alguna risotada y una irónica solicitud de ‘bis’ en el momento más absurdo de la absurda puesta en escena y se pudo apreciar mejor el disparate.
Por otro lado, los artistas no
tuvieron que pasar nervios por culpas ajenas.
Giacomo Sagripanti resultó más interesante y equilibrado con el escenario que su predecesor y eso fue de agradecer. La partitura sonó con más fuerza y lirismo, y con mayor balance sonoro. Incluso el coro (siempre fuera de escena y con megafonía) sonó más ajustado.
Monica
Zanettin, que debutaba en una sola función (luego fueron dos; luego perdí la
pista), mostró un material adecuado y desenvoltura escénica. La zona aguda a
veces cambia de color y algunos graves de pecho podría evitarlos porque son
peligrosos y hoy no denotan muy buen gusto, pero en conjunto se trató de una
buena actuación.
Antonio
Corianò en Cavaradossi (había debutado en una función anterior en el último
acto por indisposición súbita de Michael Fabiano) fue de más a menos, con un
primer acto muy bueno y los dos siguientes algo tensos en el agudo; si ‘E
lucevan le stelle’ fue bueno, en la larga escena posterior con Tosca renunció a
matices y cantó fuerte probablemente por cansancio (tal vez debería revisar su
forma de emitir). Fue muy buen actor.
George
Gagnidze en Scarpia demostró que le sientan mejor los roles donde el canto
predomina sobre el fraseo o la actuación. En el primer acto estuvo correcto sin
entusiasmar, pero en el segundo curiosamente no se lo oía mucho y su
histrionismo fue elemental.
Menos público que en la primera, ningún aplauso salvo para ‘Vissi d’arte’, pero sí calurosos al final de la representación.
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