Alemania

Herido por un ángel de Dios, el ángel debe ser ahorcado

Juan Carlos Tellechea
miércoles, 5 de abril de 2023
Billy Budd, régie de  Michael Schulz © 2023 by Karl & Monika Foster Billy Budd, régie de Michael Schulz © 2023 by Karl & Monika Foster
Gelsenkirchen, sábado, 25 de marzo de 2023. Gran sala del Musiktheater im Revier (MiR) de Gelsenkirchen. ''Billy Budd'', ópera en dos actos (versión condensada de 1961) con música de Benjamin Britten, con libreto de Edward Morgan Forster y Eric Crozier, inspirada en la novela homónima de Herman Melville, estrenada el 1 de diciembre de 1951 en el Royal Opera House Covent Garden de Londres. Régie Michael Schulz. Escenografía Dirk Becker. Vestuario Renée Listerdal. Iluminación Patrick Fuchs. Dramaturgia Hann Kneißler. Intérpretes: Edward Fairfax Vere, capitán del 'HMS Indomitable' (Martin Homrich), Billy Budd, hábil marinero (Dominik Köninger), John Claggart, maestro de armas (Michael Tews), Mr. Redburn, teniente primero (Piotr Prochera), Mr. Flint, maestro marinero (Yevhen Rakhmanin), Mr. Ratcliffe, teniente segundo (Philipp Kranjc), Dansker, viejo marinero (Joachim G. Maaß), Red Whiskers (Khanyiso Gwenxane), Donald (Petro Ostapenko), novato (Adam Temple-Smith), Squeak, cabo (Tobias Glagau), Mr. Bosun 1er. Marinero (Oleh Lebdeyev*), el amigo del novato (Yancheng Chen**), 2do. Marinero (Timothy Edlin), vigía (Benjamin Lee), Arthur Jones (Robert Brouwer), cuatro cadetes de infantería de marina (Nattan Ferreira, Theodor-Valentin Iliescu, Byungson Kang, Johannes Mang), Shrift (Sebastian Schiller), Doom (Connor Ritgen), Arawn (Dirk Turon), grumete (Jari Kunter). *Integrante del Opernstudio Nordrhein Westfalen). ** Integrante del elenco juvenil del MiR. Coro masculino del MiR y coro del presente proyecto, preparados por Alexander Eberle. Extras del MiR. Orquesta Neue Philharmonie Westfalen. Director Rasmus Baumann. 100% del aforo.
0,0010169

Michael Schulz ha puesto en escena en el Musiktheater im Revier (MiR) de Gelsenkirchen, una extraordinaria e impresionante producción de Billy Budd, que hace honor a esta obra maestra de Benjamin Britten, con un claro planteamiento y a muy alto nivel musical, con Rasmus Baumann al frente de la orquesta Neue Philharmonie Westfalen.

Este año se conmemora el 110 aniversario del nacimiento de Britten (el 22 de noviembre de 1913) y sus obras están con cierta frecuencia en cartel. El repertorio es muy amplio. Pero lo cierto es que las óperas de este compositor británico deberían representarse más a menudo. 

El formato que propone Michael Schulz, director general (intendente) del MiR ha sido aclamado esta tarde por el público que colmaba la sala grande del teatro de Gelsenkirchen (en el corazón de la cuenca del Ruhr). 

Durante meses el teatro estuvo buscando cantantes, actores y hasta marineros para el reparto enteramente masculino de la obra.

El día a día es muy duro en el buque de guerra británico HMS Indomitable. En Billy Budd, inspirada en la última novela de Herman Melville (el autor de Moby Dick), resuenan dos de los grandes temas vitales del compositor: la homosexualidad, la defensa de los derechos humanos y el pacifismo, estrechamente relacionados entre sí.

Museo

«Billy Budd», régie de Michael Schulz. © 2023 by Karl & Monika Foster.«Billy Budd», régie de Michael Schulz. © 2023 by Karl & Monika Foster.

La ópera se desarrolla exclusivamente en un buque de guerra, en un ambiente no solo de agresividad latente y rígida represión pulsional. La memoria de los hechos alcanza hasta 1797, durante las guerras napoleónicas. Antes de que comience la música, un grupo de turistas, entre ellos el ex capitán Edward Fairfax Verev (Martin Homrich), con cabello cano y ya entrado en años, visita el buque, convertido hoy en un museo.

En aquel histórico momento de la acción evocada ahora, los franceses y su revolución eran los más temibles enemigos de la monarquía británica. Cuando el barco se acercaba a las peligrosas aguas de Finisterre la oficialidad llamaba a zafarrancho de combate al ser avistado un navío francés. Pero la niebla impidió el contacto entre los dos barcos y la tensión se vio finalmente disipada.

Tres seres

Michael Schulze le agrega tres personajes de carne y hueso (no cantan), al drama lírico: Doom ('destino', Connor Ritgen, primera insinuación erótica), junto con Shrift ('confesión', Sebastian Schiller) y Arawn (basado en el siniestro gobernante del mismo nombre, una especie de parca funesta de la mitología galesa, Dirk Turon, con cabeza de pájaro). Con los tres emprende la búsqueda de facetas ocultas de la personalidad de las figuras protagonistas, de modo que la dimensión mística de la ópera da una vuelta de tuerca más.

«Billy Budd», régie de Michael Schulz. © 2023 by Karl & Monika Foster.«Billy Budd», régie de Michael Schulz. © 2023 by Karl & Monika Foster.

El capitán Vere es un esteta irresoluto y la tripulación lo adora como a un dios. El duro regimiento del maestro de armas John Claggart (Michael Tews), por otra parte, machaca a la gente hasta los huesos. Tan inquebrantable como promete el nombre del barco - "Indomable"-, la disciplina que impera aquí es también despiadada, al igual que las reglas.

Cuando Billy Budd (Dominik Köninger), un nuevo marinero, se incorpora al barco, su carácter abierto y amable cambia por sí solo las circunstancias. Rápidamente se gana el afecto de la tripulación. Apela al lado blando del capitán y despierta en el exteriormente brutal Claggart necesidades que no se atreve a admitir.

Odio

Dominik Köninger. © 2023 by 2023 by Karl & Monika Foster.Dominik Köninger. © 2023 by 2023 by Karl & Monika Foster.

"Si no quieres sufrir, tienes que odiar", decía el psicoanalista Horst Eberhard Richter, uno de los iconos del movimiento pacifista europeo. Claggart odia a Billy por su belleza, por su carisma humano, porque sufre por no poder amarlo. Reprime con toda su energía la atracción erótica que siente hacia Billy. Por eso quiere destruirlo. Así que lanza una calumnia contra la que Billy no puede defenderse, porque en el momento decisivo no puede pronunciar una palabra, pero en el calor del momento golpea a Claggart en la cara con el puño, matándolo.

De inocente, Billy pasa a convertirse en culpable y aunque el capitán se da cuenta de ello, no ve forma de salvarlo; acepta la sentencia de muerte del consejo de guerra formado por los oficiales y lo entrega a la ejecución. Herido por un ángel de Dios, el ángel debe ser ahorcado. Con esta sentencia se cumple la pena máxima en medio de feroces protestas de la tripulación.

La ópera muestra la tragedia casi inevitable de Billy Budd, la destrucción de la inocencia, que recorre las óperas de Britten como un leitmotiv. El condenado acepta su destino. Poco antes de morir, canta un himno de alabanza al capitán, al que se une la tripulación.

La producción del MiR realiza estas conexiones con una intensidad impresionante. La escenografía (Dirk Becker), distribuida a varios niveles con ayuda de plataformas elevadoras, confiere a la atmósfera reinante la pesadez sombría y la opresiva estrechez que corresponden al argumento.

Se ve el interior de un barco estéril y frío, con paredes de acero arriostradas, no se ve el cielo ni el mar y no hay color, ni siquiera en el vestuario (Renée Listerdal). La tripulación lleva ropa desgastada de faena; los oficiales, en cambio, uniformes impecables, como los de todos los posibles sistemas de opresión conocidos hasta nuestros días.

Sentimientos

Los tres seres mudos mencionados más arriba son solo visibles para Vere, Billy, Claggart y el público. Sirven a los protagonistas como personas de contacto en momentos de gran soledad. Éstos parecen ser el estado de cosas normal en el barco. Mientras que en la mayoría de las óperas de Britten, desde Owen Wingrave hasta Muerte en Venecia, los guerreros solitarios luchan con sus problemas, en Billy Budd el aislamiento se produce en medio de una multitud.

Sin una contraparte empática, la necesidad del capitán Vere de inscribir literalmente sus dudas en el cuerpo de Shrift parece aún más urgente. Los seres reflejan la ambivalencia tan característica de Britten y también de Forster. Si hubo culpables, si las cosas solo ocurren en la imaginación viva de los individuos, o qué sentimientos agitan a las figuras en el fondo de sus almas, queda siempre abierto en sus obras. Las grandes cuestiones del derecho y la justicia, la verdad y la mentira, el bien y el mal también cabalgan por el HMS Indomitable, creando una tensión que dura más allá del último compás. Uno de los seres se encarga de escribir con tiza sobre uno de los mamparos del buque: ''La dignidad del Hombre es inviolable'', para recordar la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948. Las posibles respuestas dormitan solo en las brumosas profundidades.

La dura vida cotidiana en este barco, que Britten caracteriza especialmente en la primera escena con un áspero movimiento orquestal, es mostrada de forma agobiante por Michael Schulz. Los hombres tienen que fregar las tablas de la cubierta del barco de rodillas, y los recién llegados son maltratados si no siguen la línea.

Calma

«Billy Budd», régie de Michael Schulz. © 2023 by Karl & Monika Foster.«Billy Budd», régie de Michael Schulz. © 2023 by Karl & Monika Foster.

Uno de los recién llegados es golpeado severamente por hablar. Su conmovedor lamento es una de las pocas escenas en las que Britten permite que el flujo musical adquiera una calma lírica. En un extenso y lastimero solo de saxofón, se establece una intensa empatía con la víctima de la violencia. Un momento de empatía aún mayor surge en la tercera imagen del segundo acto, cuando Billy se despide de la vida tras su condena a muerte. Medio agachado, medio colgado, como Jesús crucificado, canta la rendición a su destino. Britten también ha colocado claramente su figura titular musicalmente cerca del Agnus Dei, un nimbo de cuerda rodea su canto. Dominik Köninger lo canta con una belleza conmovedora, y además convence histriónicamente.

Al principio sorprende que su aspecto tenga tan poco resplandor o heroísmo, pero es precisamente su juvenil naturalidad lo que le convierte en una figura de proyección adecuada para los estirados deseos eróticos de Claggart. Köninger interpreta a Billy simplemente como el chico simpático. También es significativo que Britten haya dotado deliberadamente a esta personalidad del "estigma" de la tartamudez. Por un lado, esto le hace débil, pero también particularmente humano, en contraste con el represor Edward Fairfax Vere, que solo consigue enfrentarse a su fracaso en el epílogo, y especialmente con Claggart, que oculta su miseria interior con sadismo.

Michael Tews, con voz siniestra y dura expresión, confiere a la prosa del buque de guerra un aura fríamente autoritaria sin demonizar al personaje. Al igual que Iago (en Otelo), Claggart canta su frustración interior en un monólogo: "¡Oh belleza, oh gracia, oh bondad! Ojalá nunca te hubiera visto". Tews lo convierte en uno de los mejores momentos vocales de la noche. Por último, Martin Homrich, encarnando al capitán Vere, se mantiene reservado frente a los otros dos protagonistas, en consonancia con el perfil del papel, y cuando reflexiona sobre los acontecimientos del monólogo y el epílogo de nuevo en retrospectiva, se muestra más bien impotente e irritado. Vocalmente, satisface plenamente las exigencias líricas del papel.

Coro y música

En general, todo el conjunto ofrece una interpretación excelente, incluso los papeles más pequeños (como el de Adam Temple-Smith en la breve escena del novato maltratado) están excelentemente interpretados. Por último, pero no por ello menos importante, Billy Budd también da grandes tareas al coro, que dominan soberanamente tanto el masculino estable del MiR, como el extra reunido para este proyecto, ambos preparados excelentemente por Alexander Eberle. La dura vida cotidiana en el barco se refleja en los pasajes cantados con agrio desafío. Rasmus Baumann también da forma al sonido orquestal de forma brillante, permitiendo que se despliegue ampliamente en los pasajes líricos y agudizando claramente el mensaje dramático de la música.

Comentarios
Para escribir un comentario debes identificarte o registrarte.