Alemania
La bailarina que miró de frente a sus verdugos
Juan Carlos Tellechea
Hacía 25 años que Robert North quería estrenar Mata Hari. Junto con el compositor Christopher Benstead había preparado este ballet para la Deutsche Oper de Berlín. Por motivos financieros el proyecto quedó en la nada en aquel entonces. Ahora rescató la preciosa obra y junto con el laureado la llevaron a escena por primera vez en el Theater Mönchengladbach, donde fue aclamada por los espectadores que colmaban la sala.
La historia de Margaretha Geertruida Zelle, más conocida como la bailarina, cortesana y espía Mata Hari, sigue asombrando hasta hoy al público. Encarnada aquí por Teresa Levrini, la figura seduce a amantes y a la platea por igual. Robert North rastrea con acribia su trayectoria hasta el trágico final. La pieza transcurre durante dos horas (con un intervalo) con suma tensión, como en un filme de suspense o en un musical.
Mata Hari fue fusilada en el castillo de Vincennes, tras ser condenada a muerte por doble espionaje y traición el lunes 15 de octubre de 1917. Se dice que instantes antes de la ejecución declinó que le vendaran los ojos y prefirió mirar de frente a sus verdugos.
Misterio y erotismo
La puesta une danza, música, proyección de vídeo y exquisito vestuario (Luisa Spinatelli). Imágenes de cuadros impresionistas desplegadas al fondo del escenario ubican la Belle Époque que le tocó respirar a Mata Hari, una leyenda viviente, admirada por su aura misteriosa y su erótico carisma.
La mundana Margaretha Geertruida Zelle quería llevar una vida libre y autodeterminada; rechazaba las convenciones sociales; buscaba la aventura; le encantaba el lujo. Cuando su arte danzístico deja de tener demanda, busca otras fuentes de ingresos. Con la Primera Guerra Mundial como telón de fondo, se ve envuelta en las intrigas políticas de las grandes potencias. Trabaja como espía para el servicio secreto del Imperio Alemán, entre otros, subestima el peligro y pierde el control.
Aún hoy son discutidos muchos elementos contradictorios de su biografía que han dado pábulo durante años a innumerables leyendas sobre su misteriosa existencia. Algunas de estas historias inventadas procedían de la propia Mata Hari, quien decoraba así su carrera para hacerla más interesante. Enriquecida con asuntos escandalosos y una interminable sucesión de amantes, su semblanza constituía la base ideal para una amplia variedad de libros, películas y versiones escénicas.
Joya
La sincronización de la música con los diferentes segmentos y pasos del ballet no fue tarea fácil para Christopher Benstead, que lleva más de 30 años realizando un gran número de composiciones para el teatro, la radio, la televisión y el cine. La partitura y la ejecución musical de Mata Hari, a cargo de la orquesta Niederrheinische Sinfoniker, bajo la égida de Sebastian Engel es una verdadera joya.
Plena de brío, con referencias al Romanticismo y a la Avant Garde, música y la danza encajan maravillosamente y al unísono en armoniosa unión. Las escenas de grandes grupos, en particular, para las que Benstead se inspiró en las danzas populares de la época, conmueven a la platea.
La composición, que recuerda remotamente a las bandas sonoras cinematográficas por su calidad de acompañamiento, hace un hábil uso de toda la gama de la orquesta, y los sonidos orientales también fluyen en la partitura una y otra vez.
Tensión
La coreografía de Robert North mantiene la atención del público en todo momento. Sigue la biografía de Mata Hari cronológicamente en todos sus detalles. Le gustaba la danza desde sus tiempos de colegiala. Tras casarse con un oficial neerlandés destacado en Indonesia conoce las artes orientales, incluso las amatorias. De regreso en Europa se traslada a París y allí entabla contactos con múltiples personajes que la tentarán a convertirse en agente secreta.
Las cenas en su residencia no son solo encuentros sociales, sino también escenarios de intrigas y complots. Estalla la Primera Guerra Mundial al son de una estruendosa percusión desde el foso de la orquesta y el cabalgar de los cuatro Jinetes del Apocalipsis. El refinamiento de Robert North y de Christopher Benstead es realmente admirable. En la segunda parte, Mata Hari está cada vez más aislada. La sociedad que antes la celebraba ahora se distancia de ella.
Dos agentes del servicio secreto francés, Georges Ladoux (Marco A. Carlucci) y Pierre Bouchardon (Francesco Rovea), la vienen vigilando y observando desde hace tiempo y le tienden una trampa para descubrir sus actividades de doble espionaje. Las imágenes coreográficas de North son geniales. Ladoux y Bouchardon no le pierden pisada y como en las comedias filmadas del género hacen todo para esconderse y camuflarse hasta sorprender a la sospechosa en conrtradicciones e in flagrante delito.
Finura
Levrini baila una Mata Hari maravillosa. El elenco entero brilla en esta producción sin igual. Son 19 bailarinas y bailarines que asumen varios papeles de forma excelsa.* La perfección es la tónica de esta puesta. El vestuario de Spinatelle les permite una singular amplitud de movimientos y su colorido es visualmente espléndido. La escena final, la ejecución por el pelotón de fusilamiento, y la caída de Mata Hari, es de una sensibilidad que solo Robert North es capaz de entregar impecablemente a la platea.
Notas
Director de la escuela (Duncan Anderson), su esposa (Amelia Seth), alumnas (Arianna Sicuso*, Eleonora Viliani), Rudolf MacLeod (Marco A. Carlucci), Babu, nodriza (Flávia Harada), maestra de danza indonesia (Yoko Takahashi), bailarinas y bailarines indonesios (Alice Franchini, Nozomi Kakita, Andrii Gavryshkiv, Marko Matic, Francesco Rovea), Edouard Clunet (Radoslaw Rusiecki), sociedad parisina, ricos (Amelia Seth, Yoko Takahashi, Eleonora Viliani, Eva Nedlich**), aristócrata (Illya Gorobets), rico hombre de negocios (Duncan Anderson), oficiales (Jacob Cuddon*, Stefano Vangelista), calle parisina (Polina Petkova, Arianna Sicuso*, Francesco Rovea, Marko Matic), bailarinas del museo (Alice Franchini, Flávia Harada, Nozomi Kakita), empleada doméstica (Arianna Sicuso*), cuatro jinetes del Apocalípsis (Duncan Anderson, Andrii Gavryshkiv, Marco A. Carlucci, Francesco Rovea), soldados franceses (Marko Matic, Duncan Anderson), George Ladoux (Marco A. Carlucci), Pierre Bouchardon (Francesco Rovea), joven piloto (Andrii Gavryshkiv), Vittel spa (Alice Franchini, Flávia Harada, Nozomi Kakita, Amelia Seth, Yoko Takahashi, Eleonora Viliani, Duncan Anderson, Illya Gorobets, Marko Matic, Stefano Vangelista, Jacob Cuddon*), embajador alemán (Duncan Anderson), juez (Stefano Vangelista). *Miembro en el proyecto Das Junge Theater, promovido por el ministerio de Cultura y Ciencia del Estado federado de de Renania del Norte-Westfalia. **Real escuela de ballet de Suecia. 100% del aforo.
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