Italia

Un estreno debido

Jorge Binaghi
jueves, 27 de abril de 2023
Muscato, Li zite ngalera © 2023 by Brescia/Amisano Muscato, Li zite ngalera © 2023 by Brescia/Amisano
Milán, sábado, 15 de abril de 2023. Teatro alla Scala. Li zite ngalera (Teatro dei Fiorentini, Nápoles, 3 de enero de 1722), libreto de Bernardo Saddumene y música de L. Vinci. Puesta en escena: Leo Muscato. Escenografía: Federica Parolini. Vestuario: Silvia Aymonino. Iluminación: Alessandro Verazzi. Intérpretes:Francesca Aspromonte (Carlo), Chiara Amarú (Peppo/Belluccia), Francesca Pia Vitale (Ciomma), Filippo Morace (Federico), Alberto Allegrezza (Meneca), Filippo Mineccia (Titta), Antonino Siragusa (Col’Agnolo), Raffaele Pe (Ciccariello), Marco Filippo Romano (Rapisto), Matías Moncada (Assan) y Fan Zhou (una esclava). Orquesta del Teatro y La Cetra Barockorchester. Dirección: Andrea Marcon.
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Llegó al fin el momento de que una ‘comedia en música’ napolitana del siglo XVIII, exitosísima en su momento y de un compositor que hoy está viendo recuperado su prestigio, llegara a la Scala en la edición crítica de 2022 realizada por Bernardo Ticci y el propio director de este espectáculo, Andrea Marcon. Y pese a que se estrenó en su origen en un teatro pequeño y que la sala de Piermarini no es la más adecuada para este tipo de obras, triunfó en buena ley registrando una excelente entrada (aunque no, obviamente, el ‘todo agotado’ de la Lucia que se proponía paralelamente).

Aunque el tipo, y por momentos el espíritu, corresponde aproximadamente a la comedia veneciana ‘a la Goldoni’ no sólo los nombres son napolitanos, ni la lengua (prácticamente se expresan siempre en dialecto bastante comprensible, pero se agradecen los subtítulos en italiano): un ‘servus’ arlequinesco contratenor con nombre y lengua napolitanos tiene por fuerza un modo de hacer idéntico, como las señoras burguesas y no tanto, y los caballeros más o menos aúlicos (muy poco en el presente caso): cocinero, peluquero, piratas turcos y esclavos completan el panorama de una acción siempre en casas que dan a la calle, cuando no trascurre en la misma calle. Aclaremos que el título significa ‘Los esposos en la nave’ y se refiere a la escena final de la ópera.

‘Li zite ngalera’ de L. Vinci. Dirección musical: Andrea Marcon. Dirección escénica: Leo Muscato. Milán, Teatro alla Scala, abril de 2023. © 2023 by Brescia/Amisano – Teatro alla Scala.‘Li zite ngalera’ de L. Vinci. Dirección musical: Andrea Marcon. Dirección escénica: Leo Muscato. Milán, Teatro alla Scala, abril de 2023. © 2023 by Brescia/Amisano – Teatro alla Scala.

La típica comedia de enredos de dama abandonada por su infiel amante, que va en su busca disfrazada de hombre al tiempo que su padre trata de alcanzarla, más coqueta ‘locandiera’ que hace suspirar a tenor (el peluquero maduro), contratenor (un caballero cuyo oficio no nos resulta muy conocido) y al famoso amante infiel (en este caso una soprano), pero que bebe los vientos -sin éxito obviamente- por el joven Peppo (la dama abandonada del principio), más una tía o propietaria mayor de la ‘locanda’ (aquí un tenor) en perpetua caza de amante y muy convencida de sus encantos bastante ajados (heredera de las nodrizas del barroco de un siglo antes), sumados a un cocinero que observa divertido y a unos turcos que llegan oportunamente con sus esclavos en la galera al mando del padre que busca a su hija, llevan al inevitable final feliz en la que sólo quedan desairados los mayores (peluquero Col’Agnolo y Meneca, la ansiosa madura), pero son a su vez interesantes caracterizaciones, juegos de identidad sexual más que fluida, y no hay un solo momento (ni las arias, arietas o canciones) de aburrimiento. Realmente más que ópera cómica, comedia en música, aunque los cantantes deban ser buenos y además buenos actores. Lo hemos tenido casi todo, salvo un débil padre (Morace, poco audible en su entrada por la sala, mejor luego sobre el escenario).

‘Li zite ngalera’ de L. Vinci. Dirección musical: Andrea Marcon. Dirección escénica: Leo Muscato. Milán, Teatro alla Scala, abril de 2023. © 2023 by Brescia/Amisano – Teatro alla Scala.‘Li zite ngalera’ de L. Vinci. Dirección musical: Andrea Marcon. Dirección escénica: Leo Muscato. Milán, Teatro alla Scala, abril de 2023. © 2023 by Brescia/Amisano – Teatro alla Scala.

Hubo quien dijo que la puesta en escena de Muscato olía a naftalina y que toda esta batalla de sexos más que contrarios contradictorios habría dado para mucho más, especialmente en nuestros días. Tal vez, pero habría sido difícil no caer en la exageración o, peor, la ofensa de algún colectivo vista la sensibilidad exacerbada de nuestros días y el poder desorbitado de algunos movimientos ‘morales’ que terminan prohibiendo lo que no les parece correcto. En cambio, hemos tenido una deliciosa acción sin interrupción, bellos decorados, excelente vestuario y actuación notable que no cayó nunca en la farsa (excepto cuando el libreto y la música lo piden).

Que la orquesta de la Scala en su nuevo y reciente período de ejecutar cada año un título ‘raro’ anterior al clasicismo sobre instrumentos históricos tiene voluntad y lo hace bien, se pudo volver a comprobar con el refuerzo de La Cetra y su director, Marcon, que como queda dicho es coautor de la edición crítica de la partitura. Mejor imposible. Tiempos vivaces y cuando hacía falta elegíacos, y una batuta siempre alerta que hizo que las casi tres horas pasaran en un soplo.

Por supuesto aquí no hay coro, aunque sí un par de concertantes en que intervienen todos los personajes. E incluso los solistas procedentes de la Academia del Teatro lo hicieron más que bien (Moncada y Zhou, bajobarítono y soprano ligera respectivamente).

‘Li zite ngalera’ de L. Vinci. Dirección musical: Andrea Marcon. Dirección escénica: Leo Muscato. Milán, Teatro alla Scala, abril de 2023. © 2023 by Brescia/Amisano – Teatro alla Scala.‘Li zite ngalera’ de L. Vinci. Dirección musical: Andrea Marcon. Dirección escénica: Leo Muscato. Milán, Teatro alla Scala, abril de 2023. © 2023 by Brescia/Amisano – Teatro alla Scala.

Elegir un orden para los demás es problemático ya que todos lo hicieron estupendamente (además de divertirse mucho). Empecemos por el más veterano de ellos, el tenor Siragusa, que en otros papeles puede mostrar un timbre ingrato, pero que estuvo perfecto en su peluquero desdeñado. Sigamos por los contratenores, sobresalientes ambos, Pe (en su divertido servidor liante) y Mineccia (el amante desdeñado y elegíaco que finalmente se llevará el premio mayor con la mano de Ciumma). Esta última fue la deliciosa soprano Vitale, probablemente la voz aguda femenina más bella del reparto. Aspromonte en el difícil papel del eternamente suspirante y vacilante Carlo lo hizo muy bien aunque a veces el agudo pueda sonar un tanto ácido (cosa que aquí no molestaba). Amarú, la única voz grave, estuvo extraordinario en su fingido Peppo que se harta de insinuar que no puede dar lo que se le pide, y está pidiendo a gritos que la Scala se fije en ella para algunos roles rossinianos que últimamente se atribuyen a colegas muy inferiores en todos los aspectos salvo quizás en la belleza física. Romano volvió a mostrar su ‘verve’ extraordinaria de bajo bufo que sólo hizo lamentar que el papel del cocinero Rapisto no fuera más largo. Pero he dejado para el final al para mí hasta ahora desconocido tenor Allegrezza que, al menos en este papel de Meneca la aspirante a devoradora de hombres, resultó sensacional desde todo punto de vista.

El público rió, aplaudió de buen grado los números cerrados (no todos, pero aquí tiene la disculpa de que la obra no es conocida -en cambio es preocupante que en una obra ‘popular’ como Lucia quedara en claro que sólo conocía los números más famosos-) y al final de la representación acogió con mucha satisfacción a los intérpretes.

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