Una jirafa en Copenhague
Entrevista Intrapersonal Confrontada Omar Jerez con ¿Cómo diablos hago para cambiar?
Omar Jerez

Inauguramos nueva sección en Entrevista Intrapresonal Confrontada.
Basicamente a partir de ahora vamos a entrevistar a libros.
Dicho esto, la obra que va a dar el pistoletazo de salida es ¿Cómo diablos hago para cambiar? del artista y escritor Toño
Tuve el gran privilegio de recibir un máster de primer nivel con el ensayo ¿Cómo diablos hago para cambiar?
Me ha dado claves que jamás hubieses imaginado, me ha conducido a explorar otras vías que son fundamentales sin saber que formaban parte del proceso.
Una de los libros que intuyo será uno de los fenómenos editoriales por su estructura y carácter pedagógico.
¿Cómo diablos hago para cambiar? Es la joya de la corona o de la república, pero al fin y al cabo es la joya.
¿Cómo diablos hago para cambiar?
¿De qué habla el libro?
Es una mirada a nuestro interior. Este libro explica, de manera coloquial, el porqué nos desregulados, en otras palabras, desglosa los motivos por los que los adultos entran en estados de apatía, enojo, enfermedades, frustración y un montón de cosas que limitan. A su vez, conduce al lector para que comience a establecer hábitos que le ayuden para conseguir una vida más apegada con lo que ha deseado. Es un análisis del funcionamiento: cerebro, mente y cuerpo. Y responde a la pregunta de su título ¿Cómo diablos hago para cambiar?. A través de 14 capítulos, se guía al lector, a través de la consciencia, para que aprenda la importancia que tiene mantener, no solo a la mente sana, sino a todo el cuerpo, con las mismas acciones que ha venido haciendo toda la vida, solo que redireccionadas hacia los estados regulados.
¿Por qué debería de leerlo?
Nadie nos enseña que arreglar a la mente con la propia mente, en muchos casos, resulta paradójico. El culto a uno mismo se ha satanizado y las creencias limitantes, heredadas principalmente de nuestros cuidadores, forman parte de la narrativa que nos decimos hoy en día. Muchas personas dirán, a mí no, yo no tengo traumas o estoy bien, pero no es necesario que hayan sufrido algo atroz para tener un estado de desregulación. La realidad es que en el momento en que se presentan los hechos inevitables de la vida como, muertes de seres queridos, despidos, pérdidas económicas, engaños, abusos, enfermedades, etc., es cuando nos damos cuenta de que no estábamos tan bien como creíamos y es en esos momentos cuando queremos cambiar. Se nos ha enseñado a rehuir de las emociones limitantes, sin contemplar que ellas están para cumplir con una función, son mensajeras de algo subyacente que pasa en uno. Cuando distraemos esas emociones, las enquistamos, hasta hacerlas crónicas, desembocando a múltiples padecimientos y enfermedades, mucho más limitantes que lo que les dio origen. Es por ello, que considero sumamente importante que todos deberíamos saber cómo tratar a nuestro organismo antes de que nos sucedan todas esas situaciones, porque, no te engañes, tú, yo y todos, las viviremos. Para qué vas a esperar al día en que sucedan y te dejen sin recursos psíquicos, para qué esperar el día en que la poca energía que te quede sea para sostenerte y no para sacarte de esos estados. ¿No crees que ahora que cuentas con toda tu energía, tu atención y tu salud es el mejor momento para saber cómo fortalecer todo tu sistema?
¿Por qué es un libro para personas de más de cuarenta años?
Para mayores de cuarenta con cosas que todos deberíamos saber, y todos incluye niños, niñas y adolescentes. Lo que sucede es que los adultos de mi generación tuvimos una educación emocional muy limitante. En esa época, sabíamos que estudiar era para conseguir el trabajo para toda la vida. Los modelos a seguir estaban muy establecidos en los roles impuestos en nuestros hogares. Eres feliz si cumples con la norma de: estudiar, trabajar, casarte, tener hijos, una casa, nietos y morir. En ninguna parte del “manual” se mencionaba ser feliz, amar, disfrutar, vivir la vida o sentirse realizado. En la generación de nuestros padres el trabajo era para conseguir dinero, no para sentirse pleno o para ser feliz, y cada integrante de la familia tenía un rol concreto. Pero la vida dio un giro. A finales de los años 90 los modelos fueron cambiando y una vez entrados al nuevo milenio, los veinteañeros sentían que tenían el mundo a sus pies. Vestían de traje y se volvían tiburones en las empresas que los contrataban. Surge internet, la era de la información se revela y la nos enteramos de que también hay que ser feliz, sentir plenitud y realización. Los roles antiguos se disolvieron rápidamente, en un abrir y cerrar de ojos. Los veinteañeros (hombres y mujeres) que en su momento se sintieron poderosos se dieron cuenta de que ahora, a los cuarenta o cincuenta años, las oportunidades ya no son las mismas, por lo que se tenían que conformar con los restos mediocres que la sociedad les dejara roer. Lo creímos por seguir poniendo en práctica la vieja programación limitante de aquellos años donde la información iba a paso de tortuga. Los adultos de mi generación quieren hacer las cosas tal y como las hacían en los años 90 o principios del 2000. Por ejemplo, hoy en día, cuando vas a una entrevista del trabajo y la pregunta que te hacen es ¿cuántos seguidores tienes en Instagram?, para el entrevistado, de mi generación, es como darle una bofetada.
Hoy en día las personas que se encuentran en el lugar más alto del conocimiento, en el apogeo de mayor experiencia y sabiduría, se sienten defraudadas, desoladas y desesperadas. Porque toda su vida se les vendió la idea que debían prepararse para llegar a ser el mejor en su campo y así tener un trabajo para poder vivir. Repito, no para ser feliz o sentirse realizado. Así que, vivir en esta vorágine tecnológica y de información (no de conocimiento) ha dejado relegado a muchos hombres y mujeres de más de cuarenta, por una simple razón. Al igual que los teléfonos móviles que dejan de ser útiles por no actualizar el sistema, estas personas nadie les ha enseñado a actualizar su propio sistema operativo y siguen ejecutando el programa viejo de los años 80, o en el mejor de los casos la versión 1999.
Es a mi generación a quien le quiero enseñar que están equivocados, sí pueden actualizar el sistema a la versión actual y lo mejor es que pueden mantenerlo actualizado. Aprender a cambiar creencias, narrativas, y la relación consigo mismos hará que hombres y mujeres de más de cuarenta años puedan llegar mucho más lejos de lo que pensaron. Por una simple y sencilla razón, antes buscábamos ser contratados, era raro el que pensara en crear su propia empresa; actualmente vivimos en la época, en la historia, de más negocios emergentes y startups. Así que un hombre de 50 años con experiencia, determinación, voluntad y sabiduría podrá hacer lo que quiera, pero para ello necesita aprender a dirigirse a sí mismo, repito, actualizando su propio sistema operativo con programas útiles para el momento en que vivimos. Y es sumamente importante que alguien les enseñe cómo hacerlo.
¿Podrías explicar a qué te refieres con la era de la información y no del conocimiento?
En mis 360 páginas lo único que encontrarás es conocimiento. El conocimiento se adquiere con la práctica y a través de la experiencia, por ejemplo, si quieres ser médico necesitarás aprender estudiando, quemarte las pestañas (por así decirlo) leyendo, escuchando y poniendo a trabajar tanto a la mente como al cerebro, para después practicar lo adquirido. La información es el conjunto de datos que nos dan una idea de lo que está sucediendo a nuestro alrededor, o sea ver un video de YouTube o leer algo en el Facebook y pensar que ya por eso se domina el tema; cuántas personas en la pandemia se creían expertos epidemiológicos solo por ver una noticia o un meme en Instagram, también están los que se sienten criminólogos solo por ver CSI. Para adquirir conocimiento se necesita estudio y preparación, en cambio, la información se recibe y procesa en segundos. No digo que la información sea mala, esta es la base para la toma de decisiones, pero la información sin conocimiento es basura, porque quedas a merced de quien la emite, muchas veces sin dar la cara u ocultando su autoría por medio de un “nickname”.
¿Qué parte es la dirías que es la más importante en tus páginas?
Todo es importante, pero si tuviera que elegir una es en donde se explica la importancia que tiene el entender cómo se generan las conexiones neuronales, cómo funcionan y cómo ejercitarlas. Toda la parte donde se habla del cerebro, los neurotransmisores, los campos electromagnéticos y la relación entre mente, cerebro y cuerpo. Porque al saber esto, la persona que lo conozca y lo ponga en acción podrá llegar a dónde quiera, es la base para actualizar el sistema operativo y eliminar la vieja programación, para vencer cualquier limitación y alcanzar su potencial, haciéndose mucho más fuerte de lo que nunca pensó que sería.
¿Por qué el título?
Todo el tiempo estamos cambiando. Nuestro cuerpo cambia, la sangre se modifica, las células, los huesos, los pensamientos. Todo en nosotros está en constante transformación, tú ya no eres el mismo de hace diez años, ¿cierto? Pero no solo lo que hay en uno cambia, sino también lo que está fuera. El exterior está cambiando todo el tiempo, las relaciones, el clima, las ciudades, etc. Todo está sucediendo fuera de nuestro ser consciente, por lo cual poco es lo que cambia por decisión propia. Estamos sometidos al capricho de la coincidencia, lo que nos deja a voluntad de los sucesos inevitables de la vida. Y cómo nadie nos enseñó a gestionarlos, vamos resolviéndolos como podemos, a veces muy torpemente, dando palos de ciego, como dicen. En los momentos en que las circunstancias se hacen complejas, comenzamos a desesperarnos porque no sabemos cómo salir, y no incapacitamos para poder ver que aquello que nos imposibilita tendrá un final, al contrario, lo sentimos como interminable e imposible de vencer. En ese momento es cuando pensamos ¿Cómo Diablos Hago Para Cambiar?, por el simple hecho de que el ser humano hace cambios importantes solo por dos motivos: porque quiere o porque está en una situación límite.
¿Quién te escribió y por qué?
Fui creado por el artista plástico, Toño Saldaña. Me escribió porque su vida ha sido un constante reto. Desde los seis años de edad ha tenido que enfrentar múltiples batallas, desde los abusos sufridos en el colegio, en la iglesia, hasta el condicionamiento de que jamás podría cumplir ni uno de sus sueños, porque en la época en que nació y la consciencia social de entonces relegaba a todo aquel que no fuera rico, no blanco, o rechazaba a quien fuese gay, pensara distinto, rompiera normas o hasta por ser mexicano. Y para asombro de todos, consiguió todo lo que le dijeron que jamás iba a poder. Ha viajado por el mundo. Expuso en diferentes países, su obra ha salido en películas y programas, en México, España, Italia e Inglaterra. Ha sido entrevistado en distintos medios por el mundo. Hizo tres carreras universitarias, tres másteres, varios diplomados y cursos, sin mencionar que desde hace más de 5 años escribe para una revista que ayuda a las mujeres para encontrar su fuerza y poderío. Todo esto, a pesar, de que, incluso profesores, le decían que no siguiera intentando estudiar porque no era muy listo y muchas veces no tener dinero para cumplir “fácilmente” con un sueño. Toño, es la prueba de que se pueden vencer los patrones limitantes, no fusionarse con la historia de los otros y cambiar por completo las principales creencias. Este libro es el resultado de 30 años de aprendizaje, mucho estudio y experimentación. Todo lo que está escrito en estas páginas son el resultado de lo que Toño ha puesto en práctica en sí mismo.
¿Cuánto tiempo se tardó tu creador en escribirte?
Se tardó un año exactamente. Dedicó 8 horas todos los días, incluidos fines de semana, para escribir y sintetizar temas realmente complejos. Además de él, participaron dos correctores, revisando el libro por un periodo de 2 meses. Toño leyó el libro 11 veces antes de enviarlo a imprenta. La razón del porqué lo hizo ahora fue porque tuvo una pérdida muy dolorosa y en ese momento supo que necesitaba hacer algo más grande, algo que fuera superior al momento en que vivía. Tenía que hacer algo con todo el dolor que estaba sintiendo para que otras personas, si lo experimentaban, supieran que podían salir de eso. Este libro, que había sido un sueño por muchos años, se vio materializado, por la muerte de un ser querido, porque este libro fue el sentido que quiso, Toño, darle a aquella muerte repentina. Tenía dos caminos, o sufrir y sentir rabia, o construir algo que hiciera un tributo, un homenaje a la vida. Eligió lo segundo.
¿Cuál será tu destino, o sea, a dónde quieres llegar?
No tengo idea. Es más, estoy más que sorprendido porque a las dos semanas de ser lanzado por Amazon, había ventas en México, Italia, Estados Unidos y España. ¿Cómo por qué? Entiendo las de México y España, pero superaban a los conocidos de Toño. Sueño con que la gente al leerlo vea que en mí hay honestidad y lo recomienden a otras personas. El leerme sirve para todos, no es un requisito querer hacer un cambio, simplemente el hecho de saber qué es lo que nos hace ser quienes somos y qué cosas podemos hacer para no atrofiarnos, tiene un gran valor, y es lo que encuentras en mis páginas. Porque, como te dije anteriormente, estamos cambiando todo el tiempo, y todos vamos hacia el mismo lugar, ¿por qué no llegar en un estado óptimo?
Ojalá sean millones de personas las que puedan leerme, porque quien lo haga, estoy seguro de que su vida mejorará. Soy un libro que genera consciencia, te ayudo a dejar de ver hacia afuera para que comiences a ver hacia dentro de tu propio organismo.
Ojalá y me hagan película, ; )
*Entrevista Intrapersonal Confrontada (O cómo responder y después preguntar)
Oficialmente el género periodístico que creé en el año 2013 ya es científico y académico por parte del periodista Rubén Villalba Jiménez que presentó su TFG en la Universidad Rey Juan Carlos bajo el amparo de su tutora Marina Santín Durán con una nota media de 9,75 con el título: La autoentrevista como género periodístico: El caso de la Entrevista Intrapersonal Confrontada.
La entrevista es un género periodístico fundamental. De hecho, se podría considerar su piedra angular, porque permite al periodista confirmar, acceder y conocer los hechos de manera directa, sin intermediarios, hablando con la fuente y estableciendo un diálogo con los protagonistas.
Lamentablemente, y salvo honrosísimas excepciones, la entrevista, ese momento excepcional que combina conversación, reto y seducción, se ha convertido en un acto seco, forzado, en el que demasiado a menudo el entrevistado no quiere responder y al entrevistador le da lo mismo que no quiera. El momento sublime que permite al periodista ejercer su derecho a preguntar se transforma en un trámite, una penitencia o directamente un combate tosco y sin ningún vencedor.
En otras ocasiones, los entrevistados han tenido una clase por parte de sus asesores para evitar, rodear o directamente eliminar preguntas incómodas, que suelen ser precisamente las que el periodismo debe y puede hacer. El resultado, nuevamente, queda en un limbo de medias verdades y frases insulsas. Por no hablar de las entrevistas promocionales asociadas a algún producto cultural, tipo cine, literatura y música, donde la superficialidad es tan apabullante que se podrían mantener las preguntas hechas años antes y tendríamos la certeza de encontrar las mismas respuestas.
Ante este panorama, desolador y habitual en demasía, el artista y creador Omar Jerez propone una nueva fórmula, una nueva aproximación al género que exige una complicidad de ambas partes (tomando como inspiración las entrevistas noveladas que hizo durante años Milan Kundera) para generar un contenido atractivo, valiente, que enriquezca al lector y que suponga una aventura donde ni el camino ni el destino queda prefijado.
El nuevo concepto se llama Entrevista Intrapersonal Confrontada, (EIC), y tiene como cimiento inamovible la siguiente premisa: el entrevistado genera un discurso a priori, provocado y sugerido (o no) por el entrevistador, y posteriormente el periodista edita y da forma periodística a ese contenido. Se crea una arcilla pura que será moldeada por las manos expertas del entrevistador, a posteriori.
A continuación se exponen los 10 puntos que definirán cualquier EIC que se haga a partir de ahora, y que creemos supone una innegable revolución en este género. Es tan sencillo como invertir el orden para recuperar la pureza que nunca debió perder.
Decálogo para una Entrevista Intrapersonal Confrontada (EIC)
- Cualquier persona, tenga o no relevancia pública, podrá solicitar a un periodista la realización de una EIC. Igualmente, cualquier periodista podrá solicitar la realización de una EIC a cualquier persona o personaje.
- Cualquier EIC tiene como base fundamental la relación que se establece entre el periodista y el entrevistado, así como la reinterpretación del concepto de entrevista para el siglo XXI.
- Una vez aceptada la realización de la EIC, se propondrá, por cualquiera de las partes, un tema sobre el que girará la narración, así como su extensión. Igualmente podrá ser de libre elección si así se decide de mutuo acuerdo.
- El entrevistado construirá libremente una narración sobre la temática escogida, que podrá ser creada en cualquier formato: texto, audio, vídeo, ilustración, así como cualquier combinación entre estos. El periodista no intervendrá nunca en esta parte del proceso.
- El periodista recibirá esa narración y a partir de ahí construirá una EIC en la que se compromete a mantener el sentido del texto original, y podrá modificar, eliminar, ampliar o extender la entrevista para tratar de llegar a la naturaleza real del entrevistado. Podrá solicitar más información al entrevistado, así como convertirla a otro formato.
- Bajo ningún concepto el periodista podrá utilizar la información en bruto para difamar o menoscabar la figura o reputación del entrevistado.
- El periodista deberá entregar una copia de la EIC antes de su difusión al entrevistado para que la confronte y certifique que se ha mantenido el sentido original, no entrando éste en consideraciones de estilo y forma.
- El periodista puede declarar la EIC nula si percibe que está falseada o que el entrevistado se aleja del objetivo principal, que es un ejercicio de honestidad consigo mismo.
- El espectador, para poder completar la experiencia, debería tener acceso al discurso en bruto enviado por el entrevistado y la EIC definitiva, para comparar y enriquecer la lectura/visionado/escucha del proceso.
- Al contrario que en la entrevista clásica, en cualquier EIC la búsqueda de la verdad queda supeditada a la experiencia compartida, confrontada y colaborativa entre las dos partes.
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