Alemania

''Sacre'', velada de ballet en Düsseldorf

Juan Carlos Tellechea
viernes, 9 de junio de 2023
Sacre © 2023 by Bettina Stöß Sacre © 2023 by Bettina Stöß
Düsseldorf, viernes, 19 de mayo de 2023. Ópera de Düsseldorf. Ballett am Rhein, dirigido por Demis Volpi. Sacre, velada de ballet con tres coreografías: ''The cage'', de Jerome Robbins, con música de Igor Stravinski; ''The thing with feathers'' (estreno), de Demis Volpi, con música de Richard Strauss; ''Le Sacre du printemps'' (estreno), de Marcos Morau, con música de Igor Stravinski. Orquesta Sinfónica de Düsseldorf dirigida por Vitali Alekseenok.
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En 1951, The cage (La jaula) conmocionó al mundo. Espinoso e intenso, este ballet de Jerome Robbins trata de un mundo dominado por las mujeres en el que los actos de violencia son cotidianos.* 

Una novicia (encantadora Futaba Ishizaki en el papel de fría asesina) nace en una tribu de insectos dirigida por una reina (Svetlana Bednenko, sobria en sus intervenciones). 

Instintivamente, la novicia sabe qué hacer cuando entra un intruso masculino (Kauan Soares, gracioso en su efímero gesto de conquistador; no dura mucho con vida): le aplasta el cuello entre sus rodillas. 

Svetlana Bednenko en «The Cage», coreografía de Jerome Robbins. © 2023 by Bettina Stöß.Svetlana Bednenko en «The Cage», coreografía de Jerome Robbins. © 2023 by Bettina Stöß.

Se enamora de un segundo intruso (el musculoso y sereno Gustavo Carvalho, que irradia gran soberanía), pero al final también lo mata entre sus piernas (¿hay acaso muerte más dulce para un hombre?). 

Sus refuerzos son un cuerpo de ballet de 12 bailarinas (calzando zapatillas de punta) cuyos instintos asesinos y su pelo, tan alborotado, puesto de punta, dan al ballet un pulso espeluznante y salvaje.

Saber

Futaba Ishzaki y Svetlana Bednenko en «The Cage», coreografía de Jerome Robbins. © 2023 by Bettina Stöß.Futaba Ishzaki y Svetlana Bednenko en «The Cage», coreografía de Jerome Robbins. © 2023 by Bettina Stöß.

Jerome Robbins, quien junto con George Balanchine fue uno de los coreógrafos neoclásicos más importantes del siglo XX, debía saber que en algunas veladas no apetece ver, por ejemplo, El lago de los cisnes o La bella durmiente

Con la música del Concierto en re para orquesta de cuerda de Igor Stravinski, The Cage sigue siendo una de las coreografías favoritas de los bailarines de todo el mundo; también en el Ballett am Rhein, dirigido por Demis Volpi, que la presentó de forma muy viva, coherente, humorística y sorprendentemente contemporánea este viernes en el escenario de la Ópera de Düsseldorf, durante una maravillosa velada titulada Sacre.

Esa cosa

«The thing with feathers». Coreografía y escenografía Demis Volpi. © 2023 by Bettina Stöß.«The thing with feathers». Coreografía y escenografía Demis Volpi. © 2023 by Bettina Stöß.

Demis Volpi propuso para tarde su estreno mundial del encantador ballet The thing with feathers (La cosa con plumas),* con música de Richard Strauss, ''Metamorfosis para 23 instrumentos solistas de cuerda, compuesta en 1945 hacia el final de la Segunda Guerra Mundial y ante la impresión que le causó la (auto) destrucción de la belicista Alemania nazi. Para el título de esta coreografía, en la que abundan los abrazos entre las bailarinas y los bailarines, Volpi se inspiró en un poema de Emily Dickinson (Hope is the thing with feathers, La esperanza es la cosa con plumas).

«The thing with feathers». Coreografía y escenografía Demis Volpi. © 2023 by Bettina Stöß.«The thing with feathers». Coreografía y escenografía Demis Volpi. © 2023 by Bettina Stöß.

Con la interpretación de esta pieza, Volpi, quien estrenará aquí el próximo 11 de junio su propia versión del clásico ballet Giselle, aborda el tema del título, Sacre, desde un ángulo diferente: ¿Qué queda después de la inmolación? ¿Cómo se afrontan las consecuencias de lo que los mismos alemanes, bajo el régimen de Adolf Hitler, han perpetrado? The thing with feathers es un intento, con delicados matices, por encontrar un atisbo de esperanza, una contemplación de la vida en su eterno ir y venir, su fugacidad (nada es eterno); en contraste con la siguiente coreografía presentada en este programa,

La Orquesta Sinfónica de Düsseldorf, dirigida por Vitali Alekseenok, interpreta por igual todas las composiciones aquí presentadas con una intensidad inquietante y un excelente equilibrio entre las voces solistas y el sonido orquestal general que fue asimismo ovacionado largamente al final de la función.

Marcos Morau

«Le Sacre du printemps». Idea y concepto Marcos Morau. Coreografía Marcos Morau y Shay Partush. © 2023 by Bettina Stöß.«Le Sacre du printemps». Idea y concepto Marcos Morau. Coreografía Marcos Morau y Shay Partush. © 2023 by Bettina Stöß.

La velada fue cerrada entre estruendosos aplausos y exclamaciones de aprobación, tras la versión de Le Sacre du printemps (La consagración de la primavera),* estreno mundial del coreógrafo español Marcos Morau, más conocido por sus producciones teatrales de impactantes imágenes visuales. Para su propia compañía La Veronal, él y su equipo interdisciplinar crean piezas que retratan con precisión y detallismo un mundo autónomo y realidades alternativas. 

Las influencias del cine y la fotografía son especialmente notables: una estética visual y absorbente que arde por sí sola. Desde hace algunos años Morau coreografía también en la interfaz de la danza, el cine y el teatro para compañías como el Nederlands Dans Theater o la noruega Carte Blanche. Para el Ballett am Rhein, Marcos Morau ha creado esta coreografía de la famosa composición de Igor Stravinski. 

«Le Sacre du printemps». Idea y concepto Marcos Morau. Coreografía Marcos Morau y Shay Partush. © 2023 by Bettina Stöß.«Le Sacre du printemps». Idea y concepto Marcos Morau. Coreografía Marcos Morau y Shay Partush. © 2023 by Bettina Stöß.

Como escenario (Max Glaenzel) Morau eligió para su pieza una superficie escarpada que parece evocar al mítico Areópago, el imponente monolito de mármol gris, situado al oeste de la Acrópolis de Atenas, que domina el Ágora de la capital griega de la Antigüedad. Las bailarinas y los bailarines intentan escalar esta colina; resbalan, se sostienen como pueden, caen y vuelven a treparla, para caer y recuperarse de nuevo una y otra vez.

Humanidad precaria

El coreógrafo y director escénico ha intentado así imaginar este mundo y a las personas que lo habitan: una humanidad definitivamente precaria, residual, nómada y sedienta, que, sin estar viva, sobrevive como puede a la muerte clínica de su hábitat, mostrando una total incapacidad para engendrar y dar lugar a la nada -o la pérdida de cualquier talento para dar y recibir algo- incluso la muerte. 

¿Una dimensión postapocalíptica? Ni siquiera eso: El inminente fin de la humanidad se anuncia sin ceremonias ni revelaciones apocalípticas. No establece un reinado del espíritu, sino una tiranía indefinida, un absolutismo de la materia inorgánica, con su masa inconcebible, su peso intolerable y su incomprensible falta de forma. 

Autodestrucción

El pedacito de carne que se acurruca densamente en el polvo de la realidad ya ni siquiera es capaz de reconocerse o distinguirse del paisaje. Habiendo perdido el conocimiento carnal de la diferencia, solo le queda la incomodidad mineral de la indiferencia: una carne que se confunde con la piedra petrificante -por eso son gestos y energías fósiles como una úlcera, pulsaciones persistentes y convulsiones tectónicas que atraviesan los cuerpos. 

Precisamente en la antifraseología -o en la fraseología difusa y sísmica de Stravinski- la coreografía se basa en la energía afásica de un cuerpo colectivo de bailarinas y bailarines que ya no se articula, que ya no se retuerce, que ya no escupe una narración orgánica, una epopeya de la forma; un mundo que ya no tiene voz ni historia. 

La rave, la danza de la muerte de la Edad Media cercana y lejana, está hecha de masas y grumos, bultos y garabatos, pulsos y sacudidas: atronadora, agotadora, libertina, como lo son a veces las raves de hoy; y sombríamente solemne, como lo eran a veces las auténticas danses macabres

«Le Sacre du printemps». Idea y concepto Marcos Morau. Coreografía Marcos Morau y Shay Partush. © 2023 by Bettina Stöß.«Le Sacre du printemps». Idea y concepto Marcos Morau. Coreografía Marcos Morau y Shay Partush. © 2023 by Bettina Stöß.

Frenéticos y aturdidos como los gestos colectivos del olvido y la embriaguez, en los que el Hombre se esfuerza por no saber vivir, y en los que el coqueteo constante con la muerte en el éxtasis de un gran final hace más soportable la incapacidad de vivir. Sin más revelación que la fría luz de la mañana; sin otra redención que la de aquel (bailarín) que deja de correr hacia el abismo, suspende la matanza, mira a su alrededor un instante y se pregunta si los sacrificios que se han hecho en su nombre y en el de todos han merecido la pena; sin otro elegido que el que está dispuesto a soportar la carga de la nada, de todas las cosas; o con la ligereza de no ser nada. Así de simple y así de complejo es el impulso autodestructivo de la humanidad.

Notas

1. «The cage». Coreografía Jerome Robbins. Música Igor Stravinski. Escenografía Jean Rosenthal. Vestuario Ruth Sobotka. Iluminación Jennifer Tipton. Preparación Jerri Kumery. Maestro de ballet Damiano Pettenella. Reparto: la reina (Svetlana Bednenko), la novicia (Futaba Ishizaki), los intrusos (Kauan Soares, Gustavo Carvalho); el grupo Camilla Agraso, Doris Becker, Mariana Dias, Lotte James, Charlotte Kragh, Simone Messmer, Neshama Nashman, Clara Nougé-Cazenave, Rose Nougé-Cazenave, Virginia Segarra Vidal, Marié Shimada, Courtney Skalnik.

2. «The thing with feathers». Coreografía y escenografía Demis Volpi. Música Richard Strauss. Vestuario Thomas Lempertz. Iluminación Volker Weinhart. Maestra de ballet Natasha Lagunas. Intérpretes: Jack Bruce, Damián Torío. Doris Becker, Svetlana Bednenko, Wun Sze Chan, Lara Delfino, Futaba Ishizaki, Clara Nougé-Cazenave, Virginia Segarra Vidal, Marié Shimada, Philip Handschin, Kauan Soares, Edvin Somai, Andrea Tozza.

3. «Le Sacre du printemps». Idea y concepto Marcos Morau. Coreografía Marcos Morau, Shay Partush. Música Igor Stravinski. Escenografía Max Glaenzel. Vestuario Silvia Delegneau. Iluminación Marc Salicrú. Dramaturgia Roberto Fratini. Maestro de ballet Brent Parolin. Intérpretes: Sara Giovanelli, Lotte James*, Norma Magalhães, Neshama Nashman, Rose Nougé-Cazenave, Emilia Peredo Aguirre, Courtney Skalnik, Elisabeth Vincenti, Joaquin Angelucci, Daniele Bonelli, Yoav Bosidan, Evan L'Hirondelle, Pedro Maricato, Miquel Martínez Pedro, Dukin Seo, Vinicius Vieira.

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