Austria

Cristo de nuevo crucificado: día por día

Agustín Blanco Bazán
jueves, 24 de agosto de 2023
Stone, The Greek Passion © 2023 by SF/Monika Rittershaus Stone, The Greek Passion © 2023 by SF/Monika Rittershaus
Salzburgo, martes, 22 de agosto de 2023. Felsenreitschule. La pasión griega, ópera en cuatro actos con libreto y música de Bohuslav Martinů (segunda versión). Regie: Simon Stone. Escenografía: Lizzie Clachan. Vestuario: Mel Page. Iluminación: Nick Shlieper. Dramaturgia: Christian Arseni. Elenco: Gábor Bretz (Priester Grigoris), Luke Stoker (Patriarcheas), Robert Dölle (Ladas), Matthäus Schmidlechner (Michelis), Alejandro Baliñas Vieites (Kostandis), Charles Workman (Yannakos), Sebastian Kohlhepp (Manolios), Julian Hubbard (Panait), Aljoscha Lennert (Nikolio), Matteo Ivan Rašić (Andonis), Sara Jakubiak (la viuda Katerina), Christina Gansch (Lenio), Helena Rasker (una vieja), Łukasz Goliński (sacerdote Fotis), y Teona Todua (Despinio). Coro de la Ópera del Estado de Viena, y Orquesta Filarmónica de Viena bajo la dirección de Maxime Pascal.
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“Vestido modestamente y con un impermeable en el brazo, se presentó a dos criaturas que jamás habían escuchado un compás de su música. Modesto hasta lo mas profundo de su alma, escondió su sorpresa … en pocos minutos los dos hombres se conocían como hermanos …” Así describe Elena Kazantzakis el encuentro de su marido Nikos con Bohuslav Martinů. en 1954. Martinů quería componer una opera sobre Alexis Zorba (1946), pero Kazantazkis le convenció en favor de la más famosa de sus novelas, Cristo de nuevo crucificado (1948), un título traducido al alemán como La pasión griega

El compositor hubiera podido ver su obra si el Covent Garden no la hubiera rechazado en 1957. No he podido enterarme del porqué de este rechazo, pero algunos me cuentan que fue porque el trabajo no convenció: tenía muchas partes habladas y estaba a medio camino entre la ópera y el oratorio. Martinů la revisó substancialmente sin poder llegar a verla porque esta segunda versión se estrenó en Zürich después de su muerte.

Sólo en el 2000 llegó esta Pasión al Covent Garden con regie de David Poutney y bajo la dirección orquestal de Charles Mackerras. Fue entonces que me confronté por primera vez con las complejidades de una obra desigual, líricamente expansiva en el tratamiento de los ariosos, intensamente expresiva en el acompañamiento de la palabra y segura en la exposición de numerosos contrastes: consonancias y disonancias, arrebatados prestos y momentos de meditativa contemplación, corales masivos e íntimos parlandi.

Bohuslav Martinů, The Greek Passion 2023. Maxime Pascal, dirección musical. Simon Stone, dirección escénica. Robert Dölle Ladas (Ladas), Gábor Bretz (Priest Grigoris), Matthäus Schmidlechner (Michelis), y Coro. © 2023 by SF/Monika Rittershaus.Bohuslav Martinů, The Greek Passion 2023. Maxime Pascal, dirección musical. Simon Stone, dirección escénica. Robert Dölle Ladas (Ladas), Gábor Bretz (Priest Grigoris), Matthäus Schmidlechner (Michelis), y Coro. © 2023 by SF/Monika Rittershaus.

Como “ópera” no alcanza a convencer del todo, porque los elementos de oratorio paralizan a veces el pulso dramático de la narrativa, pero, ¿cuántos híbridos hay como este, desde los haendelianos Saúl y Teodora hasta Juana de Arco en la hoguera y El rey David de Honegger? Y lo cierto es que esta producción del Festival de Salzburgo fue de esas que realzan la obra original con la creatividad de una estupenda regie

Para el amplísimo escenario de la Felsenreitschule, Simon Stone diseñó un cuadro escénico de absoluto minimalismo, con un fondo abstracto de gris claro diseñado para contrastar con las dos grandes masas corales: la del establishment ortodoxo del pueblo de Lycovrissi la conforman hombres y mujeres también de gris; todos iguales, como corresponde a cualquier sociedad anquilosada que no admite dudas capaces de amenazar intereses afirmados en el egoísmo, la xenofobia y creencias arcaicas e incomprensibles.

Bohuslav Martinů, The Greek Passion 2023.  Maxime Pascal, dirección musical. Simon Stone, dirección escénica. Sebastian Kohlhepp (Manolios), Gábor Bretz (Priest Grigoris), Scott Wilde (An Old Man), Sara Jakubiak (Katerina), figurantes y coro. © 2023 by SF/Monika Rittershaus.Bohuslav Martinů, The Greek Passion 2023. Maxime Pascal, dirección musical. Simon Stone, dirección escénica. Sebastian Kohlhepp (Manolios), Gábor Bretz (Priest Grigoris), Scott Wilde (An Old Man), Sara Jakubiak (Katerina), figurantes y coro. © 2023 by SF/Monika Rittershaus.

Frente esta comunidad se planta una caleidoscópica marea de refugiados, con sus tiendas, utensilios y cachivaches salvados en su huida. Kazantzakis y Martinů propusieron una comunidad griega escapada de los turcos de Anatolia rechazada por los griegos de Lycovrissi que rehúsan ayudar a sus semejantes étnicos y religiosos. Y Stone no hace sino actualizar este conflicto al que la sociedad europea está viviendo todos los días con esos refugiados exhaustos que se ahogan en el mar o desembarcan forzadamente en medio del rechazo y desconfianza.

El “milagro” de empatía que ilumina la obra es desarrollado por Stone con conmovedor recato, cuando los hombres y mujeres asignados para interpretar la Pasión van poco atenuando su rechazo a los refugiados, primero por curiosidad y luego por la compasión: cualquier espectador atento descubrirá como van cambiando sus ropas grises por otras de colores más variados.

Al frente de ellos está Manolios, el intérprete de Cristo que decidirá consustanciarse con su personaje en toda su plenitud evangélica. El tenor Sebastian Kohlhepp lo interpreta con voz cálida y a la vez proyectada con la intensidad de un clarín. Frente a él la soprano Sara Jakubiak, se expande con seguro lirismo como Katerina, la viuda enamorada de Manolios finalmente resignada a ser Magdalena. Frente a ellos se coloca Giorgios el implacable pope de Lycovrissi interpretado con hierática firmeza por Gábor Bretz, y a su vez confrontado por Fotis, el carismático cura que lidera a los refugiados. Con timbre de radiante cromaticidad Łukasz Goliński lo canta con una convicción similar a la del Zacharia del Nabucco verdiano.

Bohuslav Martinů, The Greek Passion.  Maxime Pascal, dirección musical. Simon Stone, dirección escénica. Robert Dölle (Ladas), Luke Stoker (Patriarcheas), Gábor Bretz (Priest Grigoris), Sebastian Kohlhepp (Manolios), Sara Jakubiak (Katerina), Łukasz Goliński (Priest Fotis) y coro. © 2023 by SF/Monika Rittershaus.Bohuslav Martinů, The Greek Passion. Maxime Pascal, dirección musical. Simon Stone, dirección escénica. Robert Dölle (Ladas), Luke Stoker (Patriarcheas), Gábor Bretz (Priest Grigoris), Sebastian Kohlhepp (Manolios), Sara Jakubiak (Katerina), Łukasz Goliński (Priest Fotis) y coro. © 2023 by SF/Monika Rittershaus.

A través de casi cincuenta años de apreciación de las producciones salzburguesas he aprendido, creo, a buscar detalles que me permitan admirarlas como algo distinto a la rutina de los teatros operísticos. ¿Por qué los festivales son ocasiones artísticamente diferentes? Pues, por su grado de preparación y la convicción de responsables que trabajan semanas y semanas para hacer algo diferente.

En este caso, advierto que la ficha técnica que encabeza esta crítica es sólo un diez por ciento de la plasmada en el programa de mano: tal es la multitud de personal técnico, coristas y solistas encargados de asegurar una regie desarrollada con la precisión de la mejor película cinematográfica. Y vayan aquí algunos detalles: frente a la postura entre anquilosada y dubitativa de los habitantes de Lycovrissi, los refugiados se mueven, cada uno de ellos, con una personalidad propia.

Bohuslav Martinů, The Greek Passion.  Maxime Pascal, dirección musical. Simon Stone, dirección escénica. Festival de Salzburgo 2023. © 2023 by SF/Monika Rittershaus.Bohuslav Martinů, The Greek Passion. Maxime Pascal, dirección musical. Simon Stone, dirección escénica. Festival de Salzburgo 2023. © 2023 by SF/Monika Rittershaus.

Y durante las escenas finales, dos comparsas suspendidos desde la galería superior de la Felsenreitschule, se deslizan por la gran pared gris para pintar en anaranjado “Refugees out!” Y no lo hacen siguiendo el orden de cada letra, sino comenzando con cualquiera de ellas, como si estuvieran improvisando un pensamiento desordenado; todo esto con un timing sincronizado con la partitura y justo para terminar su tarea en el momento del desenlace dramático de la obra.

Particularmente acertada es la forma en Stone interpreta la partitura con cambios de luces. Durante el sueño erótico-religioso de Manolios la escena se vuelve azul y un gigantesco Cristo inflado salta inesperadamente de una tramoya. Cuando el pope Giorgis asigna los roles para la pasión, Panais abandona la escena en un ataque de furia al verse cargado con el papel de Judas pero no sin antes cruzarse con Manolios. Ambos se miran momentáneamente y ya está todo dicho. Será Panais, el amante de Katerina, quién ante la incitación de su pope asesinará a Manolios con frenéticas puñaladas. El final: Katerina y Lenio, la frustrada novia de la víctima, tratan de levantarle la cabeza mientras un charco de sangre se expande en el proscenio.

Al frente de la Filarmónica de Viena, Maxime Pascal dirigió enfáticamente una partitura que gracias a su pulso y capacidad de diferenciación cromática lució en toda su expresividad y detalle. Los cantabile fueron de insuperable belleza y la coordinación con los coros inmejorable.

Y así fue que los tiempos que vivimos convirtieron una obra de calidad dispar y poco representada en un reproche universal de vibrante actualidad. “No borders. No nations” dice un grafitti en un muro que separa a los refugiados de los habitantes de la isla griega de Quíos. Así lo documenta la última foto incluida en el programa de mano, que muestra a una niña siria tratando de descansar sobre esta masa de piedra y prejuicio.  

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