España - Cantabria

Mutter se divierte en compañía

José Amador Morales
lunes, 11 de septiembre de 2023
Mutter’s Virtuosi © 2023 by Festival Internacional de Santander Mutter’s Virtuosi © 2023 by Festival Internacional de Santander
Santander, domingo, 27 de agosto de 2023. Palacio de Festivales de Cantabria. Anne-Sophie Mutter, violín. Mutter’s Virtuosi. Antonio Vivaldi: Concierto para tres violines, orquesta de cuerda y bajo continuo en Fa Mayor, RV 551; Johann Sebastian Bach: Concierto para violín nº1 en la menor, BWV 1041; André Previn: Nonet; Johann Sebastian Bach: Concierto de Brandenburgo nº3 en Sol Mayor, BWV 1048; Joseph Bologne “chevalier de Saint-Georges”: Concierto para violín en La Mayor, op.5 nº2. 72 Festival Internacional de Santander.
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El regreso de Anne-Sophie Mutter al Festival Internacional de Santander, tras su último recital de 2021, ha tenido lugar en compañía de los Mutter’s Virtuosi, un proyecto académico por el cual sus becados tienen la oportunidad de ser introducidos en la vida profesional como músicos mediante conciertos, giras, grabaciones, etc, y en este caso de la mano de una personalidad tan apabullante como la violinista alemana que les da nombre. Y es que Mutter, tras una carrera portentosa plagada de logros -¡hasta cuatro premios Grammy!- y encuentros en el ámbito de la música clásica, rozando en algunas ocasiones la delgada línea del mito y la leyenda como su “descubrimiento” a finales de los setenta por Herbert von Karajan, es una garantía de éxito incuestionable como volvió a demostrar en esta nueva cita santanderina.

En su actual gira, los Mutter’s Virtuosi se presentan en forma de conjunto de cuerdas compuesto por, además del experimentado clavecinista Knut Johannessen que los acompaña desde la fundación del conjunto hace doce años, becarios actuales y anteriores de la Fundación Anne-Sophie Mutter y otros jóvenes músicos, dirigidos por la propia Mutter que acaba de cumplir los sesenta años al comienzo de este verano. Y ahora, en las postrimerías del mismo, ofreció como único bis el movimiento final del célebre Concierto en sol menor, RV.315 de Vivaldi con el que un Palacio de Festivales de Cantabria, prácticamente completo aplaudió arrebatado, la clásica ovación entregada que suele escucharse en los festivales.

Su actuación había empezado con una obra menos conocida de Vivaldi, el Concierto para tres violines, orquesta de cuerda y bajo continuo en Fa Mayor, en el que Mutter brilló por encima de sus compañeros (Samuel Nebyu y Timothy Chooi) pero donde, en cualquier caso, los temas saltaban de un solista a otro, turnándose para competir con giros técnicos de gran virtuosismo; todos ellos fueron acompañados de forma entusiasta por la cuerda restante en los movimientos extremos, añadiendo un plus de brillante energía rítmica. Seguidamente, con el Concierto para violín nº1 en la menor de Bach, apreciamos con mayor nitidez las bondades del instrumento de Mutter, el Lord Dunn-Raven Stradivari: la gradación de colores, matices y expresividad, así como las dimensiones dinámicas que logra extraer de este son inusualmente amplias y nos llevan desde una firme potencia hasta sutiles y etéreos pianissimi.

Resultó muy interesante la inclusión en el programa de la contemporánea y un tanto ecléctica Nonet, que André Previn dedicara en 2015 a una Anne-Sophie Mutter con la que contrajo matrimonio. En ella nuestra protagonista ofreció su caleidoscópico sonido y su pasmoso legato, tratando de dar suficiente margen a sus jóvenes colegas con quienes formaba sendos cuartetos enfrentados y unidos por el contrabajo, no sólo en sentido físico sino también en el musical. Todos se divirtieron no poco con el Concierto de Brandeburgo nº3 de Bach con su pegadizo y rítmico tema inicial, que se pasaban juguetones entre solistas y tutti.

La última pieza oficial del concierto consistió en el Concierto para violín en La Mayor de Joseph Bologne. El llamado “Chevalier de Saint-George” (1745-1799) era hijo de un esclavo senegalés y llegó a ser propietario de una plantación en Francia, siendo reconocido en el ambiente de las altas clase sociales parisinas como espadachín, bailarín, jinete, virtuoso del violín y compositor. Estas dos últimas facetas fueron desarrolladas por nuestro “Chevalier” en este concierto, claramente situado en el ámbito de un estilo galante en el que la retórica barroca daba paso a melodías más entretenidas y gráciles. Con ellas Mutter y sus chicos dieron rienda suelta a su gran virtuosismo -como en los pasajes de brillantes bariolage-, sí, pero también a interesantes incursiones expresivas. 

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