Italia

Los problemas de la ‘giovane scuola’

Jorge Binaghi
lunes, 6 de noviembre de 2023
Ollé, L’amore dei tre re © 2023 by Brescia/Amisano – Teatro alla Scala Ollé, L’amore dei tre re © 2023 by Brescia/Amisano – Teatro alla Scala
Milán, sábado, 28 de octubre de 2023. Teatro alla Scala. L’amore dei tre re (Milán, Teatro alla Scala, 10 de abril de 1913). Libreto de S. Benelli y música de I. Montemezzi. Puesta en escena: Àlex Ollé/La Fura dels Baus. Escenografía: Alfons Flores. Vestuario: Luc Castells. Iluminación: Marco Filibeck. Intérpretes: Evgeny Stavinsky (Archibaldo), Roman Burdenko (Manfredo), Giorgio Berrugi (Avito), Chiara Isotton (Fiora), Giorgio Misseri (Flaminio), y otros. Orquesta y coro del Teatro (preparado por Alberto Malazzi). Dirección de orquesta: Pinchas Steinberg
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Un siglo después de su estreno aquí mismo, y a setenta años de la última reposición tras un comienzo halagüeño que no se mantuvo (como en cambio sí en el Metropolitan de New York, por ejemplo), volvió lo que se considera la obra mayor del compositor, un autor al que no sólo su compañero de estudios Tullio Serafin (que estrenó la obra) sino todo un Arturo Toscanini (que la presentó al público neoyorquino) apreciaron, aunque el último parece haber quedado sorprendido del éxito alcanzado en la primera representación.

Sin duda es necesario revisar a los compañeros de ruta de Puccini, quien sin embargo tanto se distinguió de ellos y consiguió imponer casi todas sus producciones frente al olvido en que cayó todo el grupo de la ‘giovane scuola’, a excepción de algunos títulos (en general, uno por autor) y algún otro con cierta capacidad de reaparición limitada a la posibilidad de encontrar intérpretes adecuados (las dificultades vocales tienen también mucho que ver).

El caso es que había interés y la sala estaba llena. También lo es que, aunque se trató de un buen espectáculo, la respuesta fue tibia. No un gran éxito como en el estreno absoluto.

Los gustos han cambiado, pero sobre todo es el decadentismo literario (aquí, además, de segunda mano) lo que no funciona, no sólo en sí mismo sino para adecuarlo al canto. Pruebe cualquiera a poner en música los adverbios terminados en ‘.mente’ o hacer cantables tres verbos incoativos seguidos, y creo que Verdi o Puccini esperarían al autor en un callejón oscuro. Altisonante, artificioso y vacío, el lenguaje conspira no solo contra la teatralidad sino contra la credibilidad de los personajes o la posibilidad misma de que estos sean algo más que nombres o símbolos.

‘L’amore dei tre re’ de Montemezzi. Dirección de orquesta: Pinchas Steinberg. Puesta en escena: Àlex Ollé/La Fura dels Baus. Milán, Teatro alla Scala, octubre de 2023. © 2023 by Brescia/Amisano – Teatro alla Scala.‘L’amore dei tre re’ de Montemezzi. Dirección de orquesta: Pinchas Steinberg. Puesta en escena: Àlex Ollé/La Fura dels Baus. Milán, Teatro alla Scala, octubre de 2023. © 2023 by Brescia/Amisano – Teatro alla Scala.

Lástima porque la música me sigue pareciendo interesante, sobre todo en la orquestación (sí, hay Wagner, Debussy, lo que se quiera, pero con una concepción personal que sin embargo no alcanza a la línea vocal, que oscila entre canto, declamado, y algunos agudos difíciles y algún grave casi imposible). Si los cantantes no son fantásticos y monstruos de escena como los de los primeros tiempos (creo que ahí está el secreto, en Muzio, Galeffi, Pinza…).

Aquí es cierto que por el camino cambió dos veces el reparto (una por la pandemia, la otra porque fueron desapareciendo barítono, director y bajo), pero el resultado fue más que digno, aunque no deslumbrante. Seguramente lo más impactante fue el trabajo de la orquesta y de un director que debutaba en ópera en la Scala pero que conocía muy bien el título y claramente cree en él. A veces hubo algún desborde, más bien natural con la complejidad de la partitura. El coro interviene brevemente y lo hizo muy bien.

Isotton e Berrugi en ‘L’amore dei tre re’ de Montemezzi. Dirección de orquesta: Pinchas Steinberg. Puesta en escena: Àlex Ollé/La Fura dels Baus. Milán, Teatro alla Scala, octubre de 2023. © 2023 by Brescia/Amisano – Teatro alla Scala.Isotton e Berrugi en ‘L’amore dei tre re’ de Montemezzi. Dirección de orquesta: Pinchas Steinberg. Puesta en escena: Àlex Ollé/La Fura dels Baus. Milán, Teatro alla Scala, octubre de 2023. © 2023 by Brescia/Amisano – Teatro alla Scala.

De los cuatro principales quien brilló más (y se notó en los aplausos finales) fue la soprano. Isotton, mal vestida, también creía en su personaje, y el obscuro objeto del deseo, reprimido o no, legítimo o no, de tres hombres (porque eso son los reyes, no sólo en esta ópera) cantó con buena línea, temperamento, buen color, excelente extensión y articulación. El largo dúo de amor (mucho menos que el de Tristán al que claramente tiene como ejemplo) y la confrontación final con el protagonista, el ciego Archibaldo, que acaba asesinándola al final del segundo acto, fueron dos momentos cumbres.

Este último personaje, odioso por donde se lo mire -si se pudiera creer en él- fue un más que correcto Stavinsky, de muy buen italiano, y timbre y homogeneidad aunque el único grave ‘de efecto’ que se le pide no está a su alcance, y no logró impresionar ni como monstruo ni como suegro libidinoso y reprimido.

‘L’amore dei tre re’ de Montemezzi. Dirección de orquesta: Pinchas Steinberg. Puesta en escena: Àlex Ollé/La Fura dels Baus. Milán, Teatro alla Scala, octubre de 2023. © 2023 by Brescia/Amisano – Teatro alla Scala.‘L’amore dei tre re’ de Montemezzi. Dirección de orquesta: Pinchas Steinberg. Puesta en escena: Àlex Ollé/La Fura dels Baus. Milán, Teatro alla Scala, octubre de 2023. © 2023 by Brescia/Amisano – Teatro alla Scala.

Burdenko en el papel de su hijo Manfredo, esposo amante de la italiana vencida, premio a los bárbaros vencedores (una Italia medieval más o menos alegórica invadida por salvajes), no sólo disparó los cañonazos a los que nos tiene acostumbrados, sino que intentó y en buena medida consiguió medias voces persuasivas para un personaje que a fin de cuentas termina siendo el más positivo de la ópera.

Berrugi en Avito, el itálico prometido y luego amante de la pobre Fiora, exhibió una buena voz de tenor que no termina de encontrar su camino en el paso del centro al agudo, y como actor fue el más convencional.

En el rol relativamente menor de Flaminio, ahora servidor de Archibaldo pero italiano y partidario y confidente de Avito, estuvo bien Misseri. Los secundarios tenían poco para cantar y lo hicieron bien.

La puesta en escena de Ollé pecó de minimalista, pero no estuvo mal, con esos kilómetros de cadenas que inundan el escenario y algún objeto que evoca una torre, una habitación, y poco más. No me pareció que la dirección de actores tuviera nada de especial o interesante, lo mismo que vestuario o luces.

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