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Dos nuevos trabajos recuperan la figura de Hans Sitt
Redacción
En la actualidad, el nombre de
Violinista, violista, pedagogo, prolífico compositor con numerosas obras para orquesta y autor de numerosas transcripciones de obras sinfónicas, Sitt fue además presidente de la
Dos nuevos trabajos discográficos intentar cubrir este vacío, publicando sus obras para viola y piano y una de sus transcripciones más ambiciosas, la de la Novena de
En Hans Sitt Viola and piano works, publicado por Eudora, la violista
Seguidor de la tradición brahmsiana, la música de Sitt era considerada anacrónica por los compositores vanguardistas de comienzos del siglo XX, relegando sus obras a la música de salón como las Albumblätter (1891) o la Gavotte (1919) o al ámbito pedagógico.
Alicia Calabuig, profesora de viola en el Real Conservatorio Superior de Música de Madrid y miembro del Tetraktys Ensemble y el
Hans Sitt, por puro amor a la música, realizó transcripciones de sinfonías de
Sin duda, la más ambiciosa de sus transcripciones fue la de la Novena de
. Transcribir para violín y piano la música de la robusta orquesta beethoveniana a la que se une en su famoso último movimiento un coro y cuatro voces solistas, parecía una misión imposible que, sin embargo, logró. La transcripción de Sitt de la Novena logra ser sumamente atractiva a la escucha y a la vez convertirse en una herramienta importante para aprender más sobre la obra maestra beethoveniana.En el álbum IX x 2, publicado pro Brilliant Classics, el violinista Mauro Loguercio, calificado como “un solista de extrema claridad y profundidad de interpretación”, que ha ofrecido conciertos en salas como el Queen Elizabeth de Londres, la Philharmonie de Berlín, el Concertgebouw de Amsterdam o el Tonhalle in Zurich, y la pianista Emanuela Piemonti, que ha trabajado con compositores como De Pablo o Kurtag y cuenta con una amplia trayectoria en la música de cámara, asumen lo que ha sido un gran desafío para los dos intérpretes.
“Nunca, para ninguna otra obra para violín, he estudiado tanto como para esta Novena, asumiendo la responsabilidad que implicaba enfrentarse a una obra maestra con medios absolutamente desiguales respecto al original -explica Mauro Loguercio-. Nuestra búsqueda, nuestro esfuerzo, nuestra apuesta ciclópea ha sido intentar encontrar la verdad en la música, destilando los colores fantasmagóricos que puede tener una orquesta y llegando a la pureza de la línea”.
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