Discos
Una Cavalleria para coro
Nipper Larrañaga
Este disco recoge la versión original de Cavalleria rusticana tal como Pietro Mascagni (1863-1945) la presentó al concurso para óperas en un acto que había convocado el editor milanés Edoardo Sonzogno en 1888. El concurso fue un éxito y se presentaron más de setenta y tres óperas hasta 1889, cuando se cerró el plazo de recepciones, y a lo largo de 1890 tres de las óperas seleccionadas por el jurado se pusieron en escena y se consideró ganadora a esta Cavalleria rusticana -estrenada el 17 de mayo de 1890 en el Teatro Costanzi de Roma- por ser la mejor acogida por el público.
Pero cuando se empezó a preparar el estreno (hacia marzo de 1890), algunos miembros del jurado, especialmente Amintore Galli (1845-1919), asociado de Sonzogno, recomendó cortes, algunos muy significativos en la obra, que Mascagni, muy ilusionado por el estreno, autorizó y realizó parcialmente (otros seguramente los hizo el propio director del estreno, Leopoldo Mugnone, 1858-1941). De hecho, los estudiosos hablan de la supresión del 11% de la música de la ópera.
El amplio folleto que acompaña al disco, firmado por Andreas Giger, Martin Korn y Wolfgang Willaschek, explica con mucho detalle los cambios realizados y su cronología concreta (también hay un artículo de Catharina Kölmel sobre el argumento de la ópera). Por cierto, hay dos errores muy evidentes en el folleto del disco, que incluye versión inglesa y alemana de los estudios musicológicos ... pero las biografías de los intérpretes sólo aparecen en alemán (se les olvidó la parte inglesa u optaron por suprimirla para ahorrar costes), mientras que el libreto de la ópera, que también se incluye, aparece sólo en el italiano del original y en inglés (mediante códigos QR se puede acceder a una versión francesa de todo el folleto y a la traducción alemana del libreto).
Para las diferencias concretas de esta grabación de la versión original respecto a la versión estrenada por Mascagni se puede consultar el reportaje sobre esta primera grabación que Mundoclasico.com publicó el pasado 26 de octubre de 2023.
Fue entre el 7 el 13 de noviembre de 2022 cuando Thomas Engelbrock y el Coro y la Orquesta Balthasar Neumann presentaron en el Festspielhaus de Baden-Baden el estreno de esta 'versión original' que se grabó en directo, dando lugar a este disco. Además en el otoño de 2023, coincidiendo con la presentación de este disco, la partitura se publicó en la editorial Bärenreiter Verlag de Kassel dentro de la serie 'Obras maestras de la ópera italiana'.
Titulé esta crítica "Una Cavalleria para coro" porque eso es lo que más me llamó la atención en una primera escucha del disco. El Balthasar Neumann Choir es un coro espléndido y las partes corales de Cavalleria rusticana sonaron como pocas veces las había oído: muy variadas dinámicamente, matizadas, con sutilezas, etc. De hecho, este mimo del sonido llega a convertirse casi en un problema porque algunos comienzos son tan suaves -Introduzione y Coro- que inconscientementre tiendes a subir el volumen del disco y luego hay que bajarlo nuevamente.
Al afrontar un nuevo texto, Hengelbrock se libera de convenciones y tradiciones que han ido oscureciendo la sonoridad de Cavalleria y haciéndola una obra 'pesante'. Hengelbrock convierte Cavalleria en una ópera más cercana a las tradiciones del melodrama y de la opereta, tanto en el fraseo como en las texturas, mucho más juvenil y más cercana a la música popular. Detalles como los arcos en el Intermezzo -solo una arcada para toda la frase, como se hacía en la época- son poco perceptibles si uno no se fija, pero dan un nuevo sonido -y sentido- a un fragmento tan popular e incluso manido como este Intermezzo.
En general esta Cavalleria suena mucho más popular, con sus ritmos de siciliana casi al modo dieciochesco, y al mismo tiempo es más wagneriana, porque la tensión de la partitura está en buena medida en la no-resolución de las frases, creando unas melodías difusas.
Por cierto, cabe preguntarse por las tradiciones en las que bebió Mascagni, además de las evidentes, porque hay momentos, sobre todo en el final de la ópera que son sumamente 'zarzueleros'. La falta de estudios sobre el teatro musical 'popular' en toda Europa (con excepción de las operetas francesa y austríaca, algo más valoradas) en las décadas finales del XIX y primeras del XX, hace que sea muy difícil reconocer las tradiciones y el ambiente sonoro de los primeros oyentes de Cavalleria rusticana.
Los intérpretes cumplen bien, aunque Hengelbrock tiende a integrarlos en el conjunto sin dejar lugar a divismos, y -un problema bastante más grave- al tratarse de una grabación en directo en ocasiones se les oye muy poco (suenan aparentemente desde el fondo del escenario). Carolina López Moreno (Santuzza) no me convenció totalmente en sus primeras intervenciones, la voz no es demasiado bonita, y a veces no parece regular bien el fiato, aunque lo compensa con una claridad de dicción que se echa de menos en otros personajes. Pero a medida que avanza la ópera, López Moreno se 'suelta' y acaba siendo muy expresiva. Su Turiddu, Giorgio Berrugi, fue bastante satisfactorio, aunque en su primera intervención, 'O Lola', se le escuchaba muy escasamente. Elisabetta Fiorillo (Lucia) y Domen Krizaj (Alfio), sin tener unas voces bellas, las usaron bien y estaban más en el estilo que uno se espera de Cavalleria y el verismo en general. Finalmente Eva Zaicik (Lola) tenía una voz muy similar a la de López Moreno, lo que a veces despistaba y sobre todo no creaba el contraste necesario.
La valoración general de este disco es muy positiva, por el interés de la versión original, que no es una mera anécdota, por el concepto unitario de Hengelbrock que ofrece una versión compacta donde cada elemento por separado no es excepcional (excepto el coro) pero el conjunto sí lo es, y por la atención a detalles filológicos que -sin que apenas sea uno consciente- mejoran sensiblemente el resultado final.
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