Italia

Ocasiones para lo maravilloso

Anibal E. Cetrángolo
martes, 26 de diciembre de 2023
Michieletto, Les Contes d’Hoffmann © 2023 by Michele Crosera Michieletto, Les Contes d’Hoffmann © 2023 by Michele Crosera
Venecia, jueves, 30 de noviembre de 2023. Teatro La Fenice. Les Contes d’Hoffmann, ópera fantástica en un prólogo, tres actos y un epílogo. Libreto di Jules Barbier. Música de Jacques Offenbach. Nueva presentacion en coproducción con Opera Australia, Royal Opera House Covent Garden Foundation, Opera National de Lyon, y Teatro La Fenice de Venecia. Regisseur, Damiano Michieletto. Escenografía, Paolo Fantin. Vestuario, Carla Teti. Luces, Alessandro Carletti. Coreografia, Chiara Vecchi. Personajes e intérpretes: Hoffmann: Ivan Ayon Rivas; La Muse: Paola Gardina; Nicklausse: Giuseppina Bridelli; Lindorf, Coppélius, Le docteur Miracle, Dapertutto: Alex Esposito; Andrès, Cochenille, Frantz, Pitichinaccio: Didier Pieri; Olympia: Rocío Pérez; Antonia: Carmela Remigio; Giulietta: Véronique Gens; La Voix: Federica Giansanti; Nathanaël: Christian Collia; Spalanzani: François Piolino; Hermann/Schlemill: Yoann Dubruque; Luther, Crespel: Francesco Milanese; Orchestra e Coro (Maestro del coro, Alfonso Caiani) del Teatro La Fenice. Director, Frédéric Chaslin.
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Si se necesita información sobre el autor de esta ópera no está mal recurrir al Dictionnaire des idées reçues de Gustav Flaubert. Allí, entre las voces “Oeuf” y “Oiseau” se encontrará la sucinta entrada dedicada a Offenbach que traduzco así: “cuando uno escucha su nombre, es necesario cerrar dos dedos de la mano derecha para evitar el mal ojo. Muy parisien. Bien elegante”.

Por otro lado, un músico sabio y prudente como Gioacchino Rossini, compuso un Petit caprice dans le style d'Offenbach que en el piano se ejecuta con acordes formados por el índice y el meñique de ambas manos.

El incendio del Ringtheatre de Viena producido en 1881 cuando estaba por presentarse esta ópera no mejoró la fama del título: murieron 386 personas. Personalmente estaba convencido que el peligro se concentraba en la famosa barcarola del último acto y mi recuerdo parece confirmarse en el hecho de que precisamente esa musica acompaña ciertas escenas de la película Titanic del 1997, un verdadero monumento a la mala suerte. A propósito de esa barcarola, Offenbach nunca pensó incluirla en Les Comtes.

El compositor no tuvo una vida fácil y también su final fue triste: no pudo concluir esta obra que él consideraba la más importante de su carrera. Imagino a su vera algún Coppèlius que le amargó la vida. ¿Y entonces? Ocurrió que a un compositor de aquellos tiempos, Ernest Guiraud, se le encargó completar la obra. Guiraud era una especie de sepulturero musical: antes de reordenar la ópera de Offenbach, había “organizado” la Carmen después de la muerte del pobre Bizet. Una de sus operaciones de Guiraud sobre Les Comtes fu la de reutilizar una cierta canción de elfos de otra ópera de Offenbach: Die Rheinnixen -Las hadas del Rhin-. La canción de elfos se transformó así en la famosa barcarola que inicia el acto veneciano de la ópera.

La Fenice es teatro que desde su nombre y su historia, incluso la más reciente, evoca el fuego. Tal vez es por ese motivo que esta ópera no fue presentada aqui en los últimos treinta años. El director musical de aquella producción lejana fue Frédéric Chaslin, un músico que en aquel 1994 se encontraba por primera vez con este título. En este 2023 resulta que es al mismo Chaslin a quien fue confiado el regreso de esta ópera.

‘Les Contes d’Hoffmann’ de Offenbach. Director musical, Frédéric Chaslin. Regisseur, Damiano Michieletto. Venecia, Teatro La Fenice, noviembre de 2023. © 2023 by Michele Crosera.‘Les Contes d’Hoffmann’ de Offenbach. Director musical, Frédéric Chaslin. Regisseur, Damiano Michieletto. Venecia, Teatro La Fenice, noviembre de 2023. © 2023 by Michele Crosera.

El responsable escénico de esta versión fue Damiano Michieletto. Una característica del arte de Michieletto es su respeto absoluto por la obra que trabaja. Su asombrosa originalidad siempre se coloca al servicio de la música. Lo notable es que su vanguardia lo empuja a buscar soluciones alternativas a los requerimientos del texto en cuanto a situación escénica y temporal pero su conocimiento de lo lirico es tan profundo que sus sorpresas escénicas no resultan gesto caprichoso, mero efecto, sino que nacen de una lectura seria. Ellas recuperan consecuentemente el elemento que es predilecto para la ópera desde aquel octubre del 1600: la maravilla.

La ópera de Offenbach ofrece innumerables ocasiones para lo maravilloso que Michieletto aprovecha con su riquísima fantasía. Así, la escena de Olimpia es escenificada en una escuela - laboratorio; en la famosa aria de la muñeca mecánica, un gran pizarrón comienza animarse: se ven ecuaciones que se mueven enloquecidamente, sobre el coro llueven números que danzan al son de la música de Offenbach.

‘Les Contes d’Hoffmann’ de Offenbach. Director musical, Frédéric Chaslin. Regisseur, Damiano Michieletto. Venecia, Teatro La Fenice, noviembre de 2023. © 2023 by Michele Crosera.‘Les Contes d’Hoffmann’ de Offenbach. Director musical, Frédéric Chaslin. Regisseur, Damiano Michieletto. Venecia, Teatro La Fenice, noviembre de 2023. © 2023 by Michele Crosera.

Otro momento estupendo es prueba de la ductilidad de Michieletto. La enfermedad de Antonia la muestra inválida. Ella no puede caminar y sucede entonces que la madre muerta y amada es una bailarina. La dicotomía que llevará a la muerte de Antonia se juega entonces, con gran coherencia, en una situación de gran dramatismo y que Michieletto hace dialogar con la divertida presencia de Frantz en versión maestro de baile. En este momento el regisseur de los nuevos tiempos no desprecia en absoluto elementos de tradición como el ballet clásico, el de tutú.

Los mencionados son apenas dos ejemplos de una serie infinita de ideas que animaron la representación. Ellas no contrastaron nunca ni con lo que se cantaba ni cuanto provenía del foso orquestal; por el contrario. Las masas corales, que fueron nutridamente empleadas en la gestualidad, han participado eficazmente con lo sonoro.

El reparto vocal fue, en conjunto, muy bueno. Alguno de sus protagonistas me estimuló algunas reflexiones curiosas. Llegando a la Fenice pensaba en qué pasaría si se siguiesen seriamente los preceptos políticos de Maradona. Este bizarro pensamiento surgió cuando martilleaban en mi cabeza ciertas declaraciones del tenor de esta noche, Iván Ayón Rivas: “Tenemos que llevar nuestra raza con orgullo… El Perú es tierra de tenores. Los mejores de la historia han salido de nuestro país”. Me repetía entonces, caminando por Venecia este obvio propósito higiénico: a los jugadores de futbol se los juzga en el estadio y a los tenores en la escena.

‘Les Contes d’Hoffmann’ de Offenbach. Director musical, Frédéric Chaslin. Regisseur, Damiano Michieletto. Venecia, Teatro La Fenice, noviembre de 2023. © 2023 by Michele Crosera.‘Les Contes d’Hoffmann’ de Offenbach. Director musical, Frédéric Chaslin. Regisseur, Damiano Michieletto. Venecia, Teatro La Fenice, noviembre de 2023. © 2023 by Michele Crosera.

En mi afán de imparcialidad traté también de no dejarme influenciar por la impresión no totalmente feliz que Ayón Rivas había provocado en un reciente Faust veneciano. Hice bien. Encontré que este cantante en esta ocasión presentó un Hoffman vocalmente muy solvente y desprovisto de ciertos manierismos que afectaban su Gounod: este personaje da menos ocasión a ciertos efectos melosos. El timbre es bello y este artista resuelve las dificultades técnicas con garbo. Es de considerar que Ayón Rivas estrenaba este rol en la Fenice.

Alex Esposito cantó los roles de los malvados Lindorf, Coppélius, docteur Miracle y Dapertutto. Por cierto, estamos ante uno de los grandes artistas líricos de nuestros días. Sólido vocalmente, incomparable en lo escénico. Su interpretación fue a todas luces memorable. Consiguió mostrar bien diferenciadas las características de los cuatro personajes que representaba. Parecía que Offenbach hubiese pensado en él cuando escribía estas partes. Teniendo bien en cuenta que el éxito de esta producción es la de un equipo solidario y homogéneo, creo que fue Esposito la estrella de la noche.

La soprano madrileña Rocío Pérez presentó una Olimpia inobjetable. Por cierto, el personaje no es ideal para mostrar vuelos interpretativos, pero las dificultades tan expuestas de la parte fueron resueltas con soltura y gran eficacia por esta artista que recibió ovaciones del público veneciano.

‘Les Contes d’Hoffmann’ de Offenbach. Director musical, Frédéric Chaslin. Regisseur, Damiano Michieletto. Venecia, Teatro La Fenice, noviembre de 2023. © 2023 by Michele Crosera.‘Les Contes d’Hoffmann’ de Offenbach. Director musical, Frédéric Chaslin. Regisseur, Damiano Michieletto. Venecia, Teatro La Fenice, noviembre de 2023. © 2023 by Michele Crosera.

La Antonia de esta producción fue Carmela Remigio, excelente en su vocalidad sensual, su fraseo magistral. Remigio puso en escena una madurez interpretativa que es fruto evidente de una experiencia fundada sobre la inteligente práctica tanto de la musica del siglo XVIII como la del repertorio belcantistico.

Muy eficaz la Giulietta de Véronique Gens, si bien el personaje habría exigido una interpretación más sensual. Giuseppina Bridelli presento un Nicklausse de hermoso color que fue excelentemente interpretado. Paola Gardina fue una Musa digna que convenció más en lo escénico que en lo vocal. Los roles de Andrès, Cochenille, Frantz, Pitichinaccio fueron responsabilidad del excelente Didier Pieri que resultó muy divertido, sobre todo en su Frantz que, siguiendo la voluntad de Michieletto, fue un delicioso maestro de baile. Fueron muy correctos la Voix de Federica Giansanti, el Nathanaël de Christian Collia, el Spalanzani: François Piolino el Hermann-Schlemill de Yoann Dubruque y el Luther- Crespel de Francesco Milanese.

Si Ayon Rivas estrenaba su papel en esta ocasión no puede decir lo mismo de un compañero del tenor en aquel reciente Fausto de la Fenice. Me refiero al director musical, el francés Frédéric Chaslin. Chaslin manifiesta que posee copias de todos los manuscritos de esta ópera en sus muchas versiones y que, como la dirigió 732 veces, según su ordenador, se considera un especialista.

Confieso mi pánico cuando los franceses asocian la música a los números; recuerdo el solfège, la ambición unificadora del Conservatoire y también aquel desastroso Tannhäuser de 1861 que en la Opera de Paris había sido ensayado 164 veces. Pienso que en castellano y en italiano se subraya la actividad experimental, creativa, del músico antes del concierto: “ensayo”, “prova”. En francés eso se llama nada menos que “répétition”, es decir la rutina en su apoteosis resulta el conjuro ante el pánico del error.

Cuando Erich Kleiber regía los destinos del Teatro Colón había hecho colocar en el ingreso del escenario esta frase: “La improvisación y la rutina son los mayores enemigos del arte”. En conclusión entonces, ¿cómo resultó la labor de Chaslin? Fácil decirlo: Chaslin se desempeñó como si hubiese dirigido esta ópera otras setecientos treinta y dos veces. Lástima: la partitura es riquísima, la generosa sala de la Fenice da posibilidades para mil matices y la orquesta del teatro es un instrumento dúctil y muy confiable.

Offenbach reserva momentos estupendos para el coro que fueron honrados por el excelente equipo preparado por Alfonso Caiani, si bien en algún momento hubo alguna incomprensión con el podio.

El excelente resultado escénico fue posible gracias a la participación de estupendos profesionales de lo visual. Carla Teti ha realizado maravillas con el vestuario, las escenografías de Paolo Fantin, de gran eficacia, mostraron diferentes espacios que iban desde la taberna, a la escuela, al taller de baile y al ambiguo ambiente veneciano estilo Eyes Wide Shut de Kubrick. Toda esta arquitectura ideada por Fantin se articuló perfectamente con el diseño general. El trabajo de luces de Alessandro Carletti es estupendo y habría bastado eso solo para marcar cabalmente los ambientes. Las coreografías de Chiara Vecchi han apoyado notablemente a la gestualidad general y el conjunto de bailarines -algunos de ellos muy jóvenes- contribuyó no poco al éxito visual.

Esta producción ya fue presentada en Sidney y después de Venecia llegará al Covent Garden de Londres y a la Opéra National de Lyon. El público colmaba la sala y mostró, con robusto entusiasmo, su aprobación a esta velada.

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