El que encontraba dos alubias de plata estaba invitado al siguiente discurso de apertura

Debido a las tensas relaciones entre Rusia y Alemania, por la guerra de agresión rusa en Ucrania, el acto central del Tricentenario de Immanuel Kant se celebrará el día de su cumpleaños, 22 de abril de 2024, en Berlín y no en Königsberg (hoy exclave de Kalininigrado), su ciudad natal.

La serie de celebraciones ya ha dado comienzo con una exposición titulada Immanuel Kant und die offenen Fragen (Immanuel Kant y las cuestiones sin respuesta) que tiene lugar desde el 24 de noviembre al 17 de marzo de 2024 en el Centro de Arte y Exposiciones de la República Federal de Alemania (Bundeskunsthalle), en Bonn.

La exposición ofrece una visión esclarecedora de la vida y obra del gran filósofo, así como de sus aspectos problemáticos. Pretende familiarizar a un público no académico y joven con la obra de Kant, centrándose en las contribuciones que hiciera a la Ilustración, su pensamiento sobre la ética, la emancipación, la epistemología y el derecho internacional, que aún hoy se considera pionero.

¿Era Immanuel Kant un provinciano porque nunca salió de Königsberg a lo largo de su vida? ¿Un filisteo meticuloso cuyos paseos podían servir para poner en hora el reloj? Y sobre todo: desde la perspectiva actual, ¿era racista, sexista y antisemita?

La parte provinciana es errónea, porque Königsberg no era una provincia, sino un centro de comercio y logístico de importancia internacional. El fanático de la puntualidad no era Kant, sino su mejor amigo, el comerciante inglés Joseph Green. Y lo del racismo, sexismo y antisemitismo, bueno, a veces es cierto, pero otras no.

La exposición Immanuel Kant y las preguntas sin respuesta, en la Bundeskunsthalle, se adentra ahora en la vida y obra del gran filósofo, y en sus aspectos problemáticos. "Para mí ha sido un gran regalo ocuparme de Kant", afirma la directora de esa institución, la historiadora del arte Dra Eva Kraus, en la conferencia de prensa internacional convocada antes de la apertura.

La Dra Eva Kraus subraya que:

Podemos aprender a pensar con él, y en estos momentos vivimos discusiones que no podrían ser más actuales.

Estaciones prácticas y escritos

Por su parte, la comisaria de la exhibición la historiadora del arte Dra Agnieszka Lulinska, señala que:

La exposición pretende ser un proceso de reflexión. No se trata de poner a Kant en un pedestal, sino de acercarse a él.

El objetivo no es mostrar reverencia por el pensador polivalente, sino animar a los visitantes a utilizar su propio intelecto. Las estaciones prácticas ayudan a ello, por ejemplo: Una pista de canicas ilustra las formas de libertad y falta de libertad, paneles de texto clasifican las frases en "analíticas" y "sintéticas", es decir, "a priori" y "a posteriori".

Por supuesto, también hay diversos recuerdos de Kant. Primeras ediciones de sus escritos, por ejemplo. Un rizo original del maestro, elegantemente enmarcado. Su máscara mortuoria, de aspecto inquietante.

O dos alubias de plata de la Sociedad de Amigos de Kant: quien las encontrara en la tarta del banquete podía pronunciar el discurso principal en la siguiente reunión anual. La tradición de esta Sociedad es seguida hoy por la entidad Freunde Kants und Königsbergs e.V (Amigos de Kant y de Königsberg, asociación registrada), fundada en 2011.

También se expone el azucarero que utilizaba Kant. Y aquí tenemos un problema: el filósofo tenía acciones en el comercio del azúcar, que explotaba a países extranjeros y le hizo rico. La profesora Dra Andrea Marlen Esser, de la Universidad de Jena, habla también de un "legado difícil":

Las obras de Kant y la Ilustración se caracterizan en parte por ideologías racistas, sexistas y antijudías. En algunos casos, esas ideologías siguen influyendo hoy en nuestra cultura y nuestro pensamiento.

Por ello, el equipo de la profesora Dra Esser ha aportado a la exposición "intervenciones críticas" que señalan tales aspectos, como la queja del filósofo de que un retratista le había retratado "con nariz judía".

Opiniones dispares

Sin embargo, con Kant se va sobre seguro, dice el escritor y crítico Otto A. Böhmer. A lo largo de los siglos, el filósofo ha demostrado ser un clásico a prueba de crisis, prácticamente fuera de competencia.

Por supuesto, la vida de Kant no se considera precisamente un asunto apasionante, y la biografía del profesor de filosofía Dr Manfred Kühn, de la Universidad de Boston (Estados Unidos), no la hace así, aunque disipa algunas ideas preconcebidas.

La vida de Kant fue más agitada y sensual de lo que se suele suponer, pero la nueva biografía está dedicada sobre todo al Kant joven y, sobre todo, a la aventura del pensamiento, no a los hechos. Y es precisamente por ello, por lo que Kühn tiene éxito en esta difícil empresa, "en gran medida" en cualquier caso; esta nueva biografía establece sus propios estándares, pese a sus conocidos predecesores.

La filosofía condimenta la vida, pero solo puede saborearse en pequeñas dosis

Otro pilar de la exposición son las obras de arte que hacen referencia a Kant como persona o a sus ideas y temas de pensamiento. Verbigracia, el pintor y escultor neoexpresionista Anselm Kiefer, está representado con el cuadro "El cielo estrellado sobre mí y la ley moral dentro de mí"; el artista plástico Joseph Beuys con el readymade "No conozco fin de semana", consistente en un folleto de Kant-Reclam y una botella de salsa Maggi. Posible mensaje: la filosofía da sabor a la vida, pero solo puede disfrutarse en pequeñas dosis.

Los organizadores de la exposición son conscientes del problema. Papel en las paredes, papel en las mesas: incluso visualmente, la muestra demuestra su concepto, que la Dra Lulinska formula como "Será agotador; se puede leer". Y el co-comisario de Lulinska, el Dr en filosofía Thomas Ebers, aconseja, con toda razón, “recorrer la exposición dos veces”, evocando al Arthur Schopenhauer, máximo representante del pesimismo filosófico, quien en su libro El mundo como voluntad y representación recomendaba leerlo por segunda vez inmediatamente después de terminarlo.

Son consejos comprensibles. No solo por su contenido intelectualmente difícil, aunque sumamente gratificante, sino también por su presentación, muy imaginativa y colorista. La forma en que la ilustradora Antje Herzog ha diseñado con cariño las paredes de las salas de exposición con imágenes de la biografía de Kant en estilo de novela gráfica, resulta divertida de leer y tiene además un efecto pedagógico.

El libro que acompaña a la exposición Immanuel Kant y las cuestiones sin respuesta, con ilustraciones de Antje Herzog y texto del Dr Thomas Ebers, fue publicado por la editorial Wienand, de Colonia.

Las estaciones de realidad virtual, que aguardan a los visitantes de la muestra, combinan problemas filosóficos básicos con vistas panorámicas en 3D de Königsberg en una mañana soleada. Los nostálgicos de Prusia Oriental, aquellas miles y miles de emigrantes que huyeron en 1944 a la parte occidental de Alemania antes de que las tropas soviéticas tomaran Königsberg casi al final de la Segunda Guerra Mundial (1939 - 1945), deben de tener mucho cuidado de no echarse a llorar en medio de la exposición: La ciudad a orillas del río Pregolia parece realista hasta la última teja.

Cine

Pieza enlazada

La película de 30 minutos El curso de las cosas, que se exhibe en la presentación de la Bundeskunsthalle, intenta visualizar el concepto de causalidad de Kant: Muestra cómo el agua, el fuego y la gravedad desencadenan todo tipo de reacciones, los objetos ruedan, estallan y vuelcan, los terrones de azúcar se disuelven en espuma y mucho más: "Queremos animar e inspirar a la gente que no ha estudiado filosofía antes", dice la directora Dra Eva Kraus.

Kant y Hegel

Muy citada y muy regañada es la afirmación de Friedrich Hegel de que Kant, con su empeño epistemológico, se parecía a aquel escolástico que quería aprender a nadar sin meterse en el agua. Tanto los filósofos de izquierda como los conservadores han tomado la afirmación como prueba fehaciente de que Kant filosofaba solo formalmente, no de hecho, mientras que los liberales la han visto como un signo de la actitud acrítica y dogmática de Hegel.

Por supuesto, el contraste entre Kant y Hegel no puede ser tan simple. Kant cree que su Crítica de la razón pura contiene todo lo esencial para un sistema de metafísica: "la perfección de toda la cultura de la razón humana". Hegel quiere completar la lógica trascendental de Kant con la Ciencia de la Lógica, y su filosofía política se basa en el "libre albedrío que quiere el libre albedrío", que Kant había elaborado como fundamento.

El hecho de que Kant nade en seco significa entonces solo que no ha dado suficiente validez material a los principios de la síntesis a priori y de la autonomía de la voluntad, en los que también se basa Hegel. En la Ciencia de la lógica, Hegel emprende por tanto un examen crítico de todos los conceptos básicos históricamente relevantes de la filosofía y de las ciencias especializadas de la época. Y en la Filosofía del Derecho y la Filosofía de la Historia examina las instituciones de la libertad y su desarrollo.

Metafísica moderna

Kant y Hegel están unidos en su empeño por desarrollar una metafísica moderna. La metafísica moderna, basada en la subjetividad, es el proyecto de la filosofía clásica alemana, la contribución de Alemania a la historia del espíritu del mundo con la música y la literatura "clásicas", por así decirlo. El tricentenario del nacimiento de Kant en 2024 será una ocasión para conmemorarlo. Pero desde la crítica del Idealismo alemán, desde Ludwig Feuerbach, Søren Kierkegaard y Karl Marx, "Kant y Hegel" se han convertido en "Kant o Hegel". En detrimento de ambas partes.

Las mentes orientadas hacia Hegel sucumbieron a la filosofía de la historia. En lugar de preguntarse primero por la verdad de un pensamiento, por la corrección normativa de las acciones, había que determinar su lugar histórico (burgués, filosofía de la conciencia, etc.). A la inversa, la tradición que comenzó con Kant, con su búsqueda de la generalidad y la necesidad, se replegó en conceptos cada vez más formales ante los resultados de las ciencias naturales y las tareas concretas de la política y la sociedad.

En la filosofía actual, los conceptos histórico-filosóficos abstractos-generales (el fin de la historia, la torsión de la metafísica, la dialéctica de la ilustración) se yuxtaponen a los principios abstractos-generales (el principio de no contradicción, la autonomía de la voluntad, la belleza como libre juego de las potencias del conocimiento). Pero esta cuestión la ampliaremos en una próxima reseña.

Artes visuales y exposiciones