Musicología
Bruckner 200Austria celebra en 2024 por todo lo alto el 200º aniversario de Anton Bruckner
Juan Carlos Tellechea

En cada rincón donde se pueda celebrar un concierto, dentro y fuera de fronteras, Austria conmemorará este año el 200º del nacimiento de Anton Bruckner. Tanto en la catedral de San Esteban, de Viena, como en otras iglesias austríacas, tendrán lugar regularmente conciertos de órgano y corales en honor de este singular sinfonista romántico. También serán interpretadas sus obras en Berlín en varias veladas especiales organizadas por la orquesta Berliner Philharmoniker.
La Wiener Philharmoniker, dirigida en la oportunidad por Christian Thielemann, arrancó con el homenaje en el Concierto de Año Nuevo (de este lunes 1 de enero) de 2024, celebrado en la célebre Sala dorada del Musikverein de Viena, incluyendo por primera vez una obra de Bruckner, una Cuadrilla WAB 121, en esta matiné tradicionalmente dedicada a la música de la dinastía Strauss.
El ejercicio no fue nada fácil, ya que el gran compositor no trabajaba precisamente en formato reducido y además, escribir música de baile estaba mal visto para un músico de iglesia y organista como él. Sin embargo, el archivo de la Fundación que conserva su obra contenía una joya del jovencísimo Bruckner: una cuadrilla para piano a cuatro manos, que probablemente había escrito para un baile privado.
La Filarmónica de Viena encargó a Wolfgang Dörner que transcribiera la pieza para gran orquesta al estilo de la música vienesa. Una sorpresa, precisamente porque no suena sorprendente: si no fuera, porque éste fue el primer día del año jubilar, difícilmente se habría escuchado este Bruckner fuera de los hermanos Strauss.
Para los telespectadores en todo el mundo, también se dedicó a Bruckner la tradicional película del intermedio, dirigida por Felix Breisach, en la que dos niños cantores de la abadía de San Florián, cerca de Linz, realizan un viaje de descubrimiento por las estaciones centrales en la vida del compositor originario de Alta Austria, entre ellas Ansfelden y Bad Ischl.
Grabaciones
Durante la pandemia, Hans Christian Lumbye.
Thielemann, quien este año completará su traslado de la Staatskapelle Dresden a la Staatsoper Unter den Linden de Berlín, debutó en el podio del Musikverein de Año Nuevo en 2019. Cinco años después, el especialista en el amplio y serio repertorio alemán sigue atacando las halagüeñas melodías vienesas con una buena dosis de exageración directorial. El galope y la polca atronan sobre los adoquines con cascos afilados como diamantes, mientras que la marcha y el vals, los gemelos casi intercambiables de la música vienesa, acercan a este director más al desfile militar que a la pista de baile con gran volumen.
Mundo desgarrado
Dirigiéndose al público presente, Thielemann envió un saludo a un "mundo desgarrado por las guerras y la intolerancia" con las melodías "maravillosamente variables" de los hermanos Strauss, de la música vienesa de baile y las marchas castrenses de la época imperial, así como del regente del año Anton Bruckner, subrayaba el director.
Anton Bruckner es un solitario en la historia de la música: archicatólico, emocionalmente reprimido, socialmente ambicioso, poco compatible, aunque absolutamente intrépido en su arte, un extremista que creó sinfonías que iban en contra de todo lo que sus contemporáneos de los años 1860 a 1890 consideraban "buena" música.
Pero como no se puede dejar a este creador en el vacío, los intérpretes tienen que decidir si quieren anclar a Bruckner estéticamente retrógrado en la tradición romántica o si quieren hacer de él un visionario, un pionero del modernismo.
Cuento de hadas
Cuando Claudio Abbado grabó la Quinta Sinfonía de Bruckner en CD con la Filarmónica de Berlín en 1995, enfatizó la naturaleza irregular de la partitura, trabajando con una dura técnica de edición, colocando las secciones individuales unas contra otras como bloques, separadas por pausas brutales y niveles de volumen agotados al máximo. El efecto fue impactante.
En su reciente interpretación con la Filarmónica de Berlín, Daniel Harding optaba por el enfoque opuesto, declarando que la Quinta es un monumental poema sinfónico de cuento de hadas en el que todas las incoherencias pueden interpretarse como momentos de sorpresa y todos los contrastes surgen de un deseo de narración eficaz.
Pasajes oscilantes
En el movimiento de apertura,
Harding dirigía con gestos suaves y fluidos, los Filarmónicos de Berlín tocaban con una belleza seductora, sublime y un oro resplandeciente incluso en los pasajes tutti más potentes. El Adagio transcurría como un juego de ländler a cámara lenta y escena de ópera con una prima donna suspirando; en el Scherzo, el maestro británico de 43 años descubría acogedores pasajes oscilantes y ecos del mundo de los Meistersinger de Wagner. Y, sin embargo, había descensos en los arcos de tensión, porque Daniel Harding siempre estaba pensando constantemente en esa bajada mientras escalaba las cumbres acústicas.
Los interludios de ballet del Concierto de Año Nuevo de este año también se rodaron en la ciudad balneario de Bad Ischl, en Alta Austria, con vistas a la Capital Cultural de Salzkammergut 2024, de la que el referido balneario es ancla. Con el Vals de Ischl, publicado póstumamente, Johann Strauss también dedicó una banda sonora apropiada a esta ciudad imperial. El coreógrafo Davide Bombana puso en escena a los bailarines del Ballet Estatal de Viena con el vals de Carl Michael Ziehrer sobre los amables, pero autosuficientes "ciudadanos vieneses", con trajes de Susanne Bisovsky, en el castillo de Rosenburg, en la Baja Austria.
Estratégicamente bien situado en la temporada de baile, el saludo vienés orbi et urbi desde la Sala dorada del Musikverein también se celebró con gusto en tres por cuatro este año. Josef Strauss aportó el ambiguo vals Delirien, Josef Hellmesberger Jr no solo la polca Estudiantina con un alto elemento de pizzicato, sino también el vals de gran alcance Für die ganze Welt, bastante programático en este día. Johann Strauss sirvió dulces Wiener Bonbons, incluso los que llevan este título, y, por supuesto, el más icónico de todos los valses, An der schönen blauen Donau.
La polca El alto manantial de Eduard Strauss, compuesta con motivo de la inauguración del acueducto del Alto Manantial de Viena, estaba dedicada al agua y a su protección. El agua del grifo de la capital austríaca es exquisita; incomparablemente mejor que cualquier agua mineral embotellada, con o sin gas. Esta dedicatoria va de la mano de la donación de 100.000 euros realizada este año en el Concierto de Año Nuevo a un proyecto de protección medioambiental de la organización paraguas de los clubes alpinos austriacos.
Anton Bruckner 2024
La marca "anton bruckner 2024", creada para el gran 200º aniversario, es una expresión visual del espacio de Bruckner. Casi infinitamente variable y, sin embargo, siempre inconfundible, combina luz y oscuridad en armonioso contraste. Al igual que el catálogo razonado de las obras de Anton Bruckner (WAB), la marca es un todo compuesto de partes individuales, de elementos que pueden recombinarse una y otra vez como las notas de una escala.
Como una partitura musical, esto abre un amplio abanico de posibilidades para nuevas interpretaciones visuales de la esencia de la marca, dependiendo de la ocasión, el formato y el uso previsto. Un componente elemental de esta esencia de marca son las iniciales de Anton Bruckner, de las que se derivó la sílaba fundamental "ab", la preposición multifuncional que tan a menudo precede a las indicaciones de tiempo y lugar.
Colaboración
La grafía en minúsculas equilibra en cierto modo el legendario peso y la gravedad de Bruckner, pero en ningún caso significa autodesprecio o trivialización, sino que simboliza el punto de partida que se pretende. Con su invitadora ligereza, la "ab" representa programáticamente el inicio del viaje al interior de la gran obra y a sus lugares de origen: durante 2024 y mucho después del aniversario, anunciando una nueva era en la exploración de Anton Bruckner.
Además, como se indica más arriba, Anton Bruckner 2024 colabora con la Capital Europea de la Cultura Bad Ischl Salzkammergut, lo que dará lugar a proyectos conjuntos. La región LEADER Linz Land, con su proyecto Bruckner200, y el proyecto AB GEM (Anton Bruckner Gemeinsam Erlebbar Machen / Juntos para que Anton Bruckner cobre vida), iniciado por esa misma entidad, son socios cooperantes para la realización de proyectos en zonas rurales.
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