Francia

Música de la felicidad

Francisco Leonarte
jueves, 28 de marzo de 2024
Mel Bonis © DM Mel Bonis © DM
París, viernes, 8 de marzo de 2024. Maison de la Radio. Mel Bonis: Fantaisie, septuor op 72; Maurice Ravel: Concerto pour piano en sol majeur; Pavane pour une infante défunte; Ma mère l'Oye, suite. Francesco Piemontesi, piano. Orchestre Philarmonique de Radio France. Dirección musical, Mikko Franck.
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Empieza el concierto con una obra que servidor de ustedes no conoce, Fantasía, septeto de Mel Bonis (1858-1937), compuesta en 1906. A pesar de un cierto aroma 1900, la concepción está más cercana a esquemas anteriores, a Saint-Saëns, por ejemplo, que, no lo olvidemos, en 1906 era tal vez el autor vivo más prestigioso de la música francesa. Pero a pesar de esa cierta tendencia un punto paseísta hay imaginación en la forma de presentar y alternar temas. Y un innegable sentido melódico que hace que la obra sea muy disfrutable. Si al principio el piano parece tener un lugar demasiado central, la disposición instrumental poco a poco se va equilibrando.

Se trata de una obra que nada tiene de revolucionaria, cierto, pero que por su frescura bien merece ser escuchada con más frecuencia. En cuanto a la interpretación, es agradable pero no sobresaliente: algún ligero desajuste, falta de empaste a veces, falta de un auténtico espíritu común que tal vez sea achacable a la escritura misma... En cualquier caso se agradece que den a conocer la obra de Mélanie Bonis. 

Sigue la cosa con el famoso Concierto en sol mayor de Ravel, música gozosa donde las haya. El primer tempo suena tal vez menos «allegro» que en otras versiones, pero tal vez sea eso lo que permite a Mikko Franck poner de relieve las sonoridades imaginadas por Ravel. Tal vez sea también lo que permite a Piemontesi cantar con el piano los motivos ravelianos que suenan más dulces e introspectivos que de costumbre en este primer tempo.

Piemontesi ataca el segundo tempo menos lento que otros pianistas. Tal vez sea eso lo que permite escuchar su maravillosa melodía con tanta claridad, en todo su esplendor sentimental, y sin exageraciones. Momento particularmente hermoso.

El tercer tiempo, siendo «Presto» como lo indica la partitura, no es apabullante. Creo que esa ha sido la apuesta de Piemontesi-Franck, resaltar las texturas y motivos desde dentro, aunque eso signifique una cierta falta de diferenciación entre los tempi. El resultado es notable. Y el público lo agradece.

Asi que Piemontesi acaba por conceder un bis (que no anuncia): Fuegos artificiales, uno de los preludios de Debussy. El pianista hace una demostración de virtuosismo pero también de comprensión profunda de la obra de Debussy. Impresionante.

En la segunda parte, una Pavana para una infanta difunta un poco lisa, y una suite de Mi madre la oca bonita. Tengo para mí que todos los profesores de la Orquesta Filarmónica de Radio Francia tocaban esta partitura antes de aprender a hablar, porque si no no es posible tal dominio de cada uno de los instrumentistas. ¿Interpretación especialmente especial? Puede que no, pero sí interpretación gustosa y honesta, como a menudo con Mikko Franck.

A esta música de la felicidad el público responde feliz con aplausos felices.

La sala estaba llena a 95% para un programa con obras que -salvo la de obra de Bonis- se repiten en París cada año (y en ocasiones hasta dos o tres veces en una misma temporada). Confieso que servidor de ustedes había aprovechado para invitar a dos jóvenes que asistían por primera vez a un concierto de clásica. Y que los jóvenes salieron muy contentos de la experiencia (el bonito auditorio de Radio Francia, el ambiente, las obras, la orquesta ...). Así que, «misión cumplida». 

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