Alemania
Bruckner 200Bruckner Messe en la Filarmónica de Essen
Juan Carlos Tellechea

Bajo la égida de Florian Helgath, el Chorwerk Ruhr y los vientos de la Bochumer Symphoniker
(Orquesta Sinfónica de Bochum) entregaron un extraordinario concierto de música
sacra por el bicentenario del natalicio de Anton en el magnífico
auditorio Alfried Krupp
de la Filarmónica
de Essen.
En la sala reinaba gran recogimiento y
reverencia, mientras se entonaban, entre otras, joyas muy conocidas del arte
coral: los motetes a capella Locus iste, WAB 23, Os justi WAB 30, Virga Jesse floruit WAB 52, Christus factus est WAB 11, Ave Maria WAB 6, raramente escuchados en salas de concierto o fuera de las iglesias, al
menos por estos lares.
Se trata de miniaturas de una sencillez y
belleza conmovedoras, que más tarde se hicieran muy populares gracias a sus
fáciles requisitos técnicos para coros no profesionales; aún hoy son
interpretados con frecuencia en ámbitos religiosos.
Sutilezas
Bruckner, conocido sobre todo por el gigantismo
orquestal de sus sinfonías, era capaz también de un enfoque mucho más sutil.
Casi todos estos motetes fueron escritos en Viena y, por tanto, forman parte de
su estilo tardío maduro. En su magistral concentración de medios compositivos,
estos movimientos corales a capella figuran entre los mejores de la segunda
mitad del siglo XIX.
Estas obras maestras también incluyen el Ave María a siete voces, que demuestra el especial sentido del
sonido de Bruckner, aunque lo compusiera ya en 1861, cuando aún era organista
de la Antigua Catedral de Linz.
Frases
Las dos piezas instrumentales, Aequale Nr. 1 en
do menor, WAB 114 y Aequale Nr. 2 en do menor, WAB 149, fueron tocadas por los trombones
del conjunto desde una de las galerías del auditorio Alfried Krupp y detrás de
la platea. Datan de una época más temprana: Bruckner los escribió en 1847 en la
Abadía de San
Florián (cerca de Linz) para el funeral de su tía Rosalia Mayrhofer
(1770-1847).
Son piezas sencillar, pero encantadoras, cuyo
carácter coral, con una melodía típica folclórica en sextas, se acentúa aún más
por la partitura con los tres trombones (alto, tenor y bajo). Frases musicales
similiares serían utilizadas por Bruckner más tarde en los denominados corales
de sus sinfonías.
Armonías
La Misa nº 2 en mi menor, una de las
composiciones más audaces e insólitas de Bruckner en toda la literatura litúrgica;
data del periodo de Linz. Como se interpretaba al aire libre para celebrar la
finalización de la capilla votiva de la nueva catedral de Linz, Bruckner
prescindió de las cuerdas y de su órgano habitual y escribió la misa para coro
y 15 instrumentos de viento. Sin embargo, no solo la instrumentación es
especial, la obra también es extremadamente progresista musicalmente. Aunque
Bruckner toma prestado el viejo estilo eclesiástico de Palestrina, lo combina
con armonías muy románticas y expresivas y con las sonoridades tan típicas de
él.
También hay extensas secciones a cappella,
especialmente en el Kyrie, el Sanctus y el Agnus Dei. Son audaces, por ejemplo,
los agudos cromáticos en la doble fuga del Amen en el Gloria. El Sanctus a ocho
voces comienza con un motivo de la "Missa brevis" de Palestrina y
pone de relieve el "completo dominio contrapuntístico" de Bruckner.
Locus iste
El primero de los motetes (gradual),
en la tonalidad de do mayor, tiene 48 compases y tarda unos tres minutos en
interpretarse. Las notas repetidas de los bajos representan la solidez de la
iglesia, Fue escrito en Viena, pero para la consagracion de la capilla
votiva de la Nueva Catedral de Linz.
El texto está centrado en el concepto de lugar
sagrado, basado en el relato bíblico de la Escalera de Jacob, y en su frase,
"Ciertamente el Señor está en este lugar, y yo no lo sabía" (Génesis 28:16);
y la historia de la zarza ardiente donde se le dice a Moisés "quítate las
sandalias, porque estás pisando suelo santo'' (Éxodo 3:5):
Locus iste (Lied de Anton Bruckner)
Locus iste (a Deo)
A Deo factus est
Locus iste (a Deo)
A Deo factus est (a Deo)
A Deo (Deo) Deo factus est
inestimabile sacramentum
(inestimabile) inestimabile sacramentum
(Irreprehensibilis est) irreprehensibilis est
Irreprehensibilis est (irreprehensibilis est)
Irreprehensibilis est (irreprehensibilis est)
Locus iste (a Deo)
A Deo factus est
Locus iste (a Deo)
A Deo factus est (a Deo)
A Deo (Deo), Deo, Deo
A Deo, Deo factus est
Florian
Os justi
El segundo de los motetes de este programa, Os justi WAB 30 (texto del Salmo 37: 30-31),
fue compuesto por Bruckner el 18 de julio de 1879 y lo dedicó a Ignaz
Traumihler, maestro de coro de la Abadía de los monjes agustinos de
San Florián. Os justi es un canto gregoriano que se utiliza como gradual de
la Commune Doctorum (Santa Misa en las fiestas de un Doctor de la Iglesia) y
como Introito de la Commune Confessoris non Pontificis (en las fiestas de un
confesor que no era obispo).
La composición se caracteriza por una antigua
clave lidia
y permite que el estilo sinfónico de Bruckner brille en el gran clímax,
mientras que las modulaciones cromáticas de Virga Jesse floruit exigen un coro seguro de su entonación.
Cuando Traumihler vio el manuscrito de Os justi, le preguntó: "¿Es éste todo el texto?" De ahí que Bruckner añadiera diez días después un verso de Inveni David en modo gregoriano seguido de una repetición del Aleluya.
Aunque se esperaba el estreno para el día del onomástico de Traumihler (31 de julio de 1879), finalmente tuvo lugar cuatro semanas más tarde, el 28 de agosto de 1879, festividad de San Agustín. Traumihler dirigió el coro y Bruckner tocó el órgano en esa oportunidad.
La obra fue publicada por primera vez en 1886 por Theodor
Rättig, en Viena, junto con otros tres graduales: Os justi, Christus factus est y Virga Jesse floruit. Algo falló en esta primera
edición: se publicaron el motete y el primer Aleluya, pero no el
verso (Inveni David) y la repetición del Aleluya. El
verso y la repetición del Aleluya fueron clasificados -erróneamente- por Franz Grasberger como obra
independiente (Inveni David WAB 20).
Perfección
En la monumental Misa nº 2 en mi menor WAB 27,
considerada una obra sinfónica camerística de Anton Bruckner, el conjunto de
vientos y el Chorwerk Ruhr, con casi 50 miembros, se integraron a la perfección
y armoniosamente en un equilibrado sonido general.
Bruckner, conocido también como ''el músico de
Dios'', escribió varias misas, de las cuales la de mi menor es probablemente la
más difícil e impresionante de todas. Especialmente por las numerosas secciones
a capella del coro, la obra es un punto culminante de la música sacra. El
compositor recibió el encargo en 1866 con motivo de la inauguración de la
capilla votiva de la Nueva Catedral de Linz el 29 de septiembre de 1869.
Emoción
La música de Bruckner es tan íntima, luminosa y
sentida que estremece de emoción al oyente, sobre todo a lo largo del Credo:
Credo [Credo in unum Deum,]
Patrem omnipotentem,
factorem coeli et terrae,
visibilium omnium et invisibilium.
Et in unum Dominum Jesum Christum,
Filium Dei unigenitum,
et ex Patre natum ante omnia saecula.
Deum de Deo, lumen de lumine,
Deum verum de Deo vero,
genitum, non factum,
consubstantialem Patri:
per quem omnia facta sunt.
Qui propter nos homines
et propter nostram salutem
descendit de coelis.
Et incarnatus est de Spiritu
Sancto ex Maria Virgine,
et homo factus est.
Crucifixus etiam pro nobis
sub Pontio Pilato;
passus et sepultus est.
Et resurrexit tertia die,
secundum Scripturas,
et ascendit in coelum;
sedet ad dexteram Patris.
Et iterum venturus est cum gloria,
judicare vivos et mortuos,
cujus regni non erit finis.
Et in Spiritum Sanctum
Dominum et vivificantem:
qui ex Patre Filioque procedit.
Qui cum Patre et Filio
simul adoratur et conglorificatur:
qui locutus est per Prophetas.
Et unam, sanctam, catholicam
et apostolicam Ecclesiam.
Confiteor unum baptisma
in remissionem peccatorum.
Et exspecto resurrectionem mortuorum,
et vitam venturi saeculi.
Amen.
Clamor
Al término de la Misa en mi menor, el público
se puso espontáneamente de pie en la sala para ovacionar y aclamar a viva voz
al Chorwerk Ruhr, al grupo de vientos de la Bochumer Symphoniker y al director
Florian Helgath. Los espectadores se resistían a abandonar el auditorio sin un
bis, por lo que Helgath tuvo que ofrecer nuevamente el motete Locus iste de
Bruckner, dizque himno secreto de los St. Florianer
Sängerknaben (Los niños cantores de la Abadía de San Florián), cuyo
coro integró también el compositor entre 1838 y 1840.
Estos Niños Cantores de San Florián, dirigidos
por Markus
Stumpner, realizan una gira por China desde el próximo 26 de junio
al 15 de julio. Florian Helgath también integró un coro eclesiástico durante su
infancia, el de los Regensburger Domspatzen (Gorriones de
la catedral de Ratisbona), probablemente el más antiguo del mundo (documentado
en 975).
El calendario del Festival de Bruckner de la Filarmónica de Essen continuaba el 7 de abril con el Quinteto para cuerdas en fa mayor, así como un arreglo camerístico de la popular Sinfonía nº 7. El 26 de abril, en el mismo auditorio Sebastian Küchler-Blessing, y el pianista Severin von Eckardstein retratarán al maestro Anton Bruckner como destacado compositor para esos instrumentos. , el organista de la catedral de Essen,
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