Reino Unido

Carmen: con pantalones y sin salero

Agustín Blanco Bazán
lunes, 27 de mayo de 2024
Paulus, Carmen © 2024 by Richard Hubert Smith Paulus, Carmen © 2024 by Richard Hubert Smith
Glyndebourne, jueves, 16 de mayo de 2024. Glyndebourne. Carmen, ópera cómica en cuatro actos con libreto de Henri Meilhac y Ludovic Halévy, y música de George Bizet. Regie: Diane Paulus. Escenografía: Riccardo Hernández. Vestuario: Evie Gurney. Iluminación: Malcolm Rippeth. Rihab Chaieb (Carmen), Dmytro Popov (Don José), Dmitry Cheblykov (Escamillo), Sofia Fomina (Micaëla), Dingle Yandell (Zuniga), Alex Otterburn (Moralès), Elisabeth Boudreault (Frasquita), Kezia Bienek (Mércèdes), Loïc Félix (Le Dancaïre), François Piolino (Le Remendado), Esteban Lecoq (Lillas Pastia). Coros de Glyndebourne (preparador: Aidan Oliver) y Orquesta Filarmónica de Londres bajo la dirección de Robin Ticciati.
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En esta nueva producción de Carmen para Glyndebourne, la directora de escena Diane Paulus propone una protagonista contemporánea que comienza enfrentando a los hombres con pantalones que muy bien no le quedan: jeans en el primer y tercer acto, y shorts y corpiño en el segundo. En el cuarto se pone una falda negra bien finolis, gracias a lo cual finalmente logra acercarse al evangelio feminista en un punto fundamental: si de encarar a los machos se trata no es necesario portarse como ellos. Mejor hacerlo como mujer hecha y derecha.

La proclamación final de su libertad, aún frente a la muerte, fue cantada mirando al público como un palpitante desafío. Pero el resto de esta regie, escenificada con el fondo de un cuadro escénico contemporáneo, fue de movimiento más bien acartonado. De cualquier manera, rescato el momento en que en lugar de utilizar castañuelas o un plato partido, baila y canta su solo de seducción a Don José golpeándole el pecho con sus manitas.

‘Carmen’ de Bizet. Dirección musical, Robin Ticciati. Regie, Diane Paulus. Glyndebourne, mayo de 2024. © 2024 by Richard Hubert Smith.‘Carmen’ de Bizet. Dirección musical, Robin Ticciati. Regie, Diane Paulus. Glyndebourne, mayo de 2024. © 2024 by Richard Hubert Smith.

Y su desafío postrero es implacable: comienza acariciando a Don José para calmarlo y después termina despreciándolo hasta el punto de pintarse los labios antes de subir a la tribuna para ver a su Escamillo. El asesinato (en este caso por estrangulamiento) es ejecutado contra el sugestivo fondo de un público taurino ubicado en una tribuna vista desde atrás. Paulus ha declarado su admiración por los experimentos de La tragédie de Carmen de Peter Brooks y algo de este legendario experimento hay en la escena final.

El Festival de Glyndebourne cumple 90 años y ¿qué mejor inauguración de este gran aniversario que una nueva producción de Carmen? En este caso, como ocurre en tantos otros, con un reparto internacional valientemente esforzado por cantar no sólo los números musicales, sino también los recitados hablados. En francés, y dificultosamente silabeados, con excepción de Elisabeth Boudreault, François Piolino, Loïs Félix y Rihab Chaieb.

‘Carmen’ de Bizet. Dirección musical, Robin Ticciati. Regie, Diane Paulus. Glyndebourne, mayo de 2024. © 2024 by Richard Hubert Smith.‘Carmen’ de Bizet. Dirección musical, Robin Ticciati. Regie, Diane Paulus. Glyndebourne, mayo de 2024. © 2024 by Richard Hubert Smith.

Chaieb fue una Carmen franco-parlante que en los dos primeros actos sonó con timbre algo destemplado, para progresar en el tercero a un conmovedor Voyons, que j’essaie a mon tour”. La escena final la perfiló espetando sus líneas con perceptiva mezcla de sorna y resignación.

Frente a ella, Dmytro Popov cantó un Don José bien a la rusa, predeciblemente engolado en color pero brillante en densidad y apoyo. Y con un pasaje al agudo del aria de la flor de buen fiato y firme colocación final. ¡Cómo me gustaría verlo en el Dimitri de Boris Godunov antes que en Carmen! Fue quien tuvo que luchar más con el idioma en las partes habladas, que a veces emitió impostándolas como si las estuviera cantando.

A su lado luchó contra el idioma francés el Escamillo de Dmitry Cheblykov, que compensó cualquier deficiencia idiomática con un fraseo ágil y emisión vibrante. Como Micaëla Sofia Fomina exhibió una bellísima y bien fraseada voz lírica y su aria fue de una efectividad espontánea y sin forzamientos. Bien preparado, como es habitual, el coro de la casa.

‘Carmen’ de Bizet. Dirección musical, Robin Ticciati. Regie, Diane Paulus. Glyndebourne, mayo de 2024. © 2024 by Richard Hubert Smith.‘Carmen’ de Bizet. Dirección musical, Robin Ticciati. Regie, Diane Paulus. Glyndebourne, mayo de 2024. © 2024 by Richard Hubert Smith.

¿Por qué Glyndebourne no trató de presentar algo diferente, como lo hizo con aquel inolvidable Porgy and Bess, exclusivamente actuado y cantado con coros y solistas de una diáspora étnicamente familiarizada con spirituals de Gershwin? ¿Por qué no presentó un elenco de artistas con el francés como lengua materna para rendir este verdadero dramma giocoso parisino con la vitalidad de, por ejemplo, la grabación de 1950 de la Opéra Comique dirigida por André Cluytens?

Al frente de una Filarmónica de Londres bien preparada pero algo opaca en materia cromática, Robin Ticciati comenzó con una interpretación correcta pero que parecía pedir más intensidad cuanto más se adentraba en la inigualable variedad de tiempos, matices, aristas y cantábiles de esta genial partitura.

En otras palabras, esta fue una Carmen bien preparada sinfónicamente, pero sin salero. Y sin el sarcasmo cruel pero humorísticamente irresistible de este mítico vaudeville, que por su dramatismo directo está más cerca de West Side Story que de cualquier amaneramiento operístico tradicional. 

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