Austria
Gala Nureyev en la Ópera Estatal de Viena
Juan Carlos Tellechea
La carismática figura de Rudolf Nureyev ha sobrevivido y sobrevivirá seguramente a todos sus sucesores en el Ballet Estatal de Viena, que dirige ahora el destacado coreógrafo Martin Schläpfer en su penúltima temporada.
Más de 2200 espectadores, entre ellos centenares de fieles seguidores de Ópera Estatal de Viena para presenciar una maravillosa función de gala en su homenaje. La velada reunió fragmentos de famosas coreografías suyas y de otros creadores que desempeñaron un importante papel en su carrera.
Nureyev, quien dirigió también el Ballet de la Ópera de París, no solo era un gran intérprete, sino que con su variado repertorio superó las barreras entre el arte dancístico clásico y el contemporáneo.
Como coreógrafo intensificó a los clásicos a través del virtuosismo y realzó los papeles masculinos. Como director de ballet, hizo posibles nuevas obras, algunas de la cuales escribieron historia en el universo de la danza.
El programa resultó ser una digna ofrenda a su memoria, con muchas actuaciones de danza de primera fila, en un interesante crucero intergaláctico por las diversas constelaciones del cosmos balletístico. Dos Ètoiles del Ballet de l'Opéra national de Paris, Valentine Colasante y Marc Moreau, vinieron por primera vez a Viena, para bailar el impresionante Grand pas classique de Victor Gsovsky,* y el no menos sensacional Pas de deux del segundo acto de El lago de los cisnes de Rudolf Nureyev (según Lev Ivanov).* Sus intervenciones estelares eran aguardadas con gran expectación y no defraudaron en absoluto a la platea. Ni bien ingresaron al escenario y comenzaron a evolucionar, mostraron su gran clase, tanto como solistas, como en la deslumbrante compenetración desplegada en sus interacciones.
Debut
Entre las bailarinas y los bailarines, todos excelentes, que actuaron esta tarde se encontraban algunos que ya habían trabajado con Schläpfer durante su período al frente del Ballett am Rhein en Düsseldorf y Duisburgo, como Sonia Dvořák y Marcos Menha, y otros que se sumaron a la compañía como Isabella Knights, quien dejó hace un par de años el Ballet Estatal de Baviera en Múnich.
Bajo la égida de Wolfgang Heinz, quien debutó asimismo en la Ópera Estatal de Viena, la célebre Orchester der Wiener Staatsoper, incluyendo a los dos solistas instrumentales de la presentación, el excelente primer violinista Volkhard Steude y la pianista Shino Takizawa, contribuyó de forma decisiva al éxito y emotividad de la velada.
Dulcinea y Don Quijote
En conjunto, esta función de Gala dedicada a Nureyev, con su variado y rico repertorio que abarcó con ahínco estilos desde el siglo XIX hasta nuestros días, presentó asimismo extractos del tercer acto de su versión de Don Quijote (según Marius Petipa) con música de Ludwig Minkus.*
Ketevan Papava y Eno Peci danzaron el seductor fandango acompañados por el extraordinario cuerpo de baile que marchó agrupado sobre el escenario con precisión, simetría estética e impresionante colorido. La deliciosa Dulcinea del Toboso de Ioanna Avraam, abanico en mano, y el caballeresco Arne Vandervelde (no de “triste”, sino de feliz y briosa figura), entregaron con exquisitez, romanticismo y buena conexión coreográfica mutua el Grand Pas de deux de Don Quijote. ¡Hala!
Ligeti, Strauss y Chaikovski
Más abstracta fue la delicada coreografía de Ramifications, de Martin Ensemble Intercomporaine, dirigido por Pierre Boulez), que fue más allá de los límites.* La exquisita Sonia Dvořák la interpretó con hondura abisal y gran magnificencia, al sondear sobre todo la tensión atmosférica y electrizante que demanda su papel solista, en el que debutó esta tarde.
Otras dos obras de Schläpfer marcaron sus propios acentos. Verbigracia, su Vals sangre vienesa, con música de Johann Strauss (hijo),* celebrado en el tradicional Baile anual de la Ópera Estatal de Viena en 2023, danzado en esta función con ímpetu fluido y hábil comunicación por Olga Esina y Marcos Menha.
Por otro lado, y creada especialmente para los primeros solistas Hyo-Jung Kang y Menha, vino la opulenta versión de Martin Schläpfer de La bella durmiente,* que ha dejado una importante huella de su paso por Viena. El Pas de deux del segundo acto fue ejecutado por ambos con máxima concentración emocional y control técnico absoluto en sus giros y evoluciones.
Chopin
También se metió en la piel de forma conmovedora el Pas de deux “negro” de La dama de las camelias de John Neumeier con Ketevan Papava y Timoor Afshar.* Lástima que la pianista acompañante Shino Takizawa no haya tenido su mejor día esta vez. Su interpretación de la Balada en sol menor op 23 de Frédéric Chopin, algo fatigosa, no fue tan del agrado de todos, por decirlo de manera diplomática.
El programa de la velada arrancó con el Pas de trois de La ventana, de Auguste Bournonville,* con la música del Allegro – Adagio de Hans Christian Lumbye, bailado por Ioanna Avraam y Kiyoka Hashimoto, con más virtuosismo y estabilidad que Alexey Popov. Este ballet en un acto y dos escenas, con gracejo (y atuendo folclórico) español, es un divertimento con bellos y ligeros pasos, muy buen ejemplo del estilo de este coreógrafo del siglo XIX.
En el programa de mano se evoca que Nureyev lo danzó con Cynthia Gregory y Erik Bruhn en una función de gala del American Ballet Theatre de Nueva York en 1975. Nureyev sustituyó a Bruhn en el Grand Pas Classique de Gsovsky junto a Yvette Chauvire en otra opulenta velada del Ballet de Stuttart en 1962, aunque fue su única aparición en esta pieza de bravura.
Robert Schumann y Hans van Manen
Las Cuatro Piezas de Schumann, creadas por Hans van Manen,* en cambio, acompañaron a Nureyev durante varios años. Un año después del estreno mundial en 1975 en la Royal Opera House de Londres, hizo suyo el papel solista que había sido diseñado a medida para Anthony Dowell y no solo entusiasmó al público neoyorquino con la obra en una representación invitada por el Ballet Nacional de Canadá en la Metropolitan Opera, sino también con el Het Nationale Ballet y en 1982 en el Royal Ballet de Londres. La música del Cuarteto de cuerda en la mayor op 41/3 es un arreglo para orquesta de cuerda de Martin Yates.
Davide Dato fue aquí el solista principal, a quien se exigió más intensidad que virtuosismo en esta pieza de van Manen, con perfectos movimientos de brazos y manos. Cumplió esta labor con seguridad y presencia escénica. Hyo-Jung Kang, considerada en estos momentos la mejor primera solista del Ballet Estatal de Viena, subrayó su calidad con una impresionante tensión corporal y una interpretación onírica, técnicamente impecable. Arne Vandervelde, su pareja, no logró igualar aquí este nivel. Es justo destacar asimismo que Elena Bottaro tuvo también una gran actuación.
Otro tanto aconteció con la Finale de Études, con coreografía de Harald Lander y música de Knudåge Riisager (según “Etüden” de Carl Czerny),* con Davide Dato, Kiyoka Hashimoto y Alexey Popov, así como todo el elenco presente más la Compañía Juvenil de la Academia de Ballet de la Ópera Estatal de Viena, un cierre que sobrepasó todos los límites imaginables del virtuosismo y que puso fin a esta inolvidable Gala Nureyev del Wiener Staatsballett entre estruendosas aclamaciones y vítores del público.
Notas
1. «Grand pas classique». Coreografía Victor Gsovsky. Música Daniel François Esprit, arreglada por Daniel Stirn Vestuario Chanel Intérpretes: Valentine Colasante – Marc Moreau Étoiles des Ballet de l'Opéra national de Paris.
2- “Pas de deux” de «El lago de los cisnes», acto 2º Coreografía Rudolf Nureyev (según Lev Ivanov). Música Piotr Chaikovski Escenografía Luisa Spinatelli. Vestuario Franca Squarciapino. Intérpretes: Valentine Colasante – Marc Moreau Étoiles des Ballet de l'Opéra national de Paris.
3. «Don Quijote», acto 3º Coreografía y puesta en escena Rudolf Nureyev (según Marius Petipa). Música Ludwig Minkus. Vestuario Nicholas Georgiadis. Iluminación Marc Anrochte. Preparación Florence Clerc, Lukas Gaudernak, Jean Christophe Lesage. Maestra de ballet Barbora Kohoutková. Correpetidor Jiří Novák, Igor Zapravdin. Intérpretes: Fandango Ketevan Papava – Eno Peci Marie Breuilles, Adi Hanan, Alexandra Inculet, Isabella Knights, Laura Nistor, Ella Persson, Iulia Tcaciuc, Helena Thordal-Christensen, Chiara Uderzo; Benjamin Alexander, Victor Cagnin, Jackson Carroll, Giovanni Cusin, Calogero Failla, Andrés García Torres, Godwin Merano, Tomoaki Nakanome, Hanno Oppermann. Grand Pas de deux Ioana Avraam – Arne Vandervelde.
4. «Ramifications». Coreografía Martin Schläpfer. Música “Ramifications para orquesta de cuerda” de György Ligeti. (Grabación utilizada: György Ligeti: Ramifications, Kammerkonzert, 2. Streichquartett, Aventures, Lux Aeterna. Ensemble Intercontemporain, director Pierre Boulez, C 1988 Deutsche Grammophon) Vestuario Thomas Ziegler. Iluminación Stefan Bolliger. Preparación Louisa Rachedi. Correpetidor Jiří Novák. Intérprete: Sonia Dvořák.
5. «Vals Sangre vienesa». Coreografía Martin Schläpfer. Música Vals Sangre vienesa op 354 de Johann Strauss (hijo) Vestuario Susanne Bisovsky. Iluminación Robert Eisenstein. Maestra de ballet Barbora Kohoutková. Correpetidor Asmir Jakupovic. Intérpretes: Olga Esina – Marcos Menha Ioanna Avraam – Arne Vandervelde Kiyoka Hashimoto – Géraud Wielick Hyo-Jung Kang – Masayu Kimoto Ketevan Papava – Calogero Failla Elena Bottaro – Daniel Vizcayo, Zsolt Török Sinthia Liz – Duccio Tariello Alisha Brach – Benjamin Alexander Natalya Butchko – Giovanni Cusin Laura Cislaghi – Giorgio Furés Gala Fredianelli – Kristián Pokorný Isabella Knights – Junnosuke Nakamura Katharina Miffek – Victor Cagnin Iulia Tcaciuc – Trevor Hayden.
6. Pas de deux de «La bella durmiente», 2º acto Coreografía Martin Schläpfer Música Piotr Chaikovski. Vestuario Catherine Voeffray. Iluminación Thomas Diek. Maestra de ballet Julie Thirault. Correpetidor Asmir Jakupovic Intérpretes: Hyo-Jung Kang – Marcos Menha Violín Volkhard Steude.
7. Pas de deux de «La dama de las camelias» acto 3º. Coreografía, puesta en escena y diseño de iluminación John Neumeier. Escenografía y vestuario Jürgen Rose. Iluminación Ralf Merkel. Preparación Kevin Haigen. Maestra de ballet Barbora Kohoutková. Correpetidor Shino Takizawa. Intérpretes: Ketevan Papava – Timoor Afshar Piano Shino Takizawa.
8. Pas de trois de «La ventana». Coreografía August Bournonville. Música Nº 3 Pas de trois (Allegro – Adagio) de Hans Christian Lumbye. Vestuario Kathrin Böge. Preparación Johnny Eliasen. Maestro de ballet Cédric Ygnace. Correpetidor Jiří Novák. Intérpretes: Ioanna Avraam, Kiyoka Hashimoto, y Alexey Popov.
9. «Four Schumann Pieces». Coreografía Hans van Manen. Música Cuarteto de cuerda en la mayor op 41 nº 3 de Robert Schumann, arreglado para orquesta de cuerda por Martin Yates. Escenografía Hans van Manen. Vestuario Jean-Paul Vroom. Iluminación Bert Dalhuysen. Preparación Rachel Beaujean, Larisa Lezhnina. Maestra de ballet Julie Thirault. Correpetidor Shino Takizawa. Intérpretes; Davide Dato Hyo-Jung Kang – Arne Vandervelde Kiyoka Hashimoto – Alexey Popov Elena Bottaro – Igor Milos Alice Firenze – Calogero Failla Aleksandra Liashenko – Géraud Wielick.
10. Finale de “Études”. Coreografía Harald Lander (con especial autorización de Lise Lander) Música Knudåge Riisager (según “Etüden” de Carl Czerny) Preparación Johnny Eliasen. Maestra y maestro de ballet Louisa Rachedi, Cédric Ygnace. Correpetidor Igor Zapravdin. Intérpretes: Kiyoka Hashimoto Davide Dato, Alexey Popov Alisha Brach, Natalya Butchko, Laura Cislaghi, Gaia Fredianelli, Sveva Gargiulo, Gala Jovanovic, Sinthia Liz, Tatiana Mazniak, Laura Nistor, Iulia Tcaciuc, Chiara Uderzo, Céline Janou Weder Marie Breuilles, Ariele Deley, Adi Hanan, Alexandra Inculet, Isabella Knights, Eszter Ledán, Katharina Miffek, Nefeli Pantelia, Ella Persson, Saika Suzuki, Helena Thordal-Christensen, Gloria Todeschini Benjamin Alexander, Victor Cagnin, Lourenço Ferreira, Giorgio Fourés, Andrés García Torres, Trevor Hayden, Gaspare Li Mandri, Godwin Merano, Junnosuke Nakamura, Tomoaki Nakanome, Duccio Tariello, Zsolt Török. Compañía juvenil de la Academia de ballet de la Ópera Estatal de Viena.
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