Geopolítica y Relaciones internacionales

Ucrania

Misiles estadounidenses de largo y mediano alcance serán estacionados en Alemania

Juan Carlos Tellechea
martes, 23 de julio de 2024
Misiles estadounidenses en Alemania © 2024 by BR24 Misiles estadounidenses en Alemania © 2024 by BR24
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En la reciente cumbre de la OTAN en Washington, Estados Unidos y Alemania anunciaron que en 2026 se estacionarán en territorio alemán armas estadounidenses de mediano alcance con base en tierra capaces de alcanzar el corazón de Rusia. Fue una pequeña sensación. Aunque los expertos lo esperaban desde hacía tiempo, a la opinión pública, especialmente en Alemania, la pilló por sorpresa.

Por primera vez desde la Guerra Fría, vuelven a estacionarse misiles de mediano alcance en suelo europeo occidental, armas que teóricamente podrían alcanzar incluso Moscú. Esto trae a la memoria la carrera armamentística con la Unión Soviética y plantea la cuestión de cuál es el propósito de estas armas.

Se trata de un paso significativo, ya que dota a la OTAN de nuevas capacidades en una zona que ha cobrado mayor importancia debido a la guerra de misiles de Rusia contra Ucrania. Moscú amenaza con contramedidas militares. Sin embargo, si se examinan más de cerca, los riesgos asociados para Alemania son menores de lo que se suele suponer. Los planes tienen incluso el potencial de contribuir a futuros acuerdos de control de armamento con Rusia.

Temores

Rusia está desplegando misiles balísticos y de crucero a gran escala en la guerra contra Ucrania. Sin embargo, más importante que esta capacidad militar es que el presidente Vladimir Putin ha demostrado políticamente que está dispuesto a aceptar altos costes y riesgos para alcanzar objetivos por la fuerza.

Muchos temen que un Moscú "dispuesto a todo" subestime la determinación de una OTAN posiblemente dividida y se atreva a lanzar un ataque limitado. Para penetrar en las estimaciones de riesgos de Putin y evitar este error de cálculo, la Alianza está confiando en tipos adicionales, y en algunos casos nuevos, de armas de precisión que pueden alcanzar con gran exactitud objetivos situados muy por detrás de la línea del frente y que se están emplazando en tierra por primera vez en décadas.

Tres tipos de armas

Algunos países europeos de la OTAN quieren desarrollar un sistema terrestre para el futuro con el Enfoque Europeo de Ataque de Largo Alcance (ELSA). En la actualidad, la OTAN no dispone de este tipo de armas de mediano alcance, sino solo de variantes basadas en el aire y el mar, afirman los expertos en seguridad Dr. Jonas Schneider y teniente coronel (retirado) Torben Arnold, del gabinete estratégico Fundación Ciencia y Política (SWP), con sede en Berlín, que asesora al gobierno y al parlamento federal de Alemania. Schneider es investigador y Arnold investigador invitado en el Grupo de Investigación sobre Política de Seguridad de la citada Fundación.

Según los planes alemanes y estadounidenses, en 2026 se desplegarán tres tipos de armas estadounidenses de alcance medio con base en tierra. El primero es el misil de crucero Tomahawk, que presumiblemente puede volar 2.500 kilómetros. Esto cubriría en gran medida los distritos militares occidentales de Rusia desde Alemania.

En segundo lugar, llegará a Alemania el el misil balístico Standard Missile (SM) 6. El ejército estadounidense utiliza su variante 1B, muy mejorada, que debería tener un alcance de más de 1.600 kilómetros. En tercer lugar, se desplegará el arma hipersónica de largo alcance (LRHW), código: Dark Eagle. Este misil hipersónico puede volar probablemente 3.000 km. En comparación, el Sistema de Misiles Tácticos del Ejército (ATACMS) es actualmente el arma terrestre de la OTAN de mayor alcance, con más de 300 kilómetros.

Mayor capacidad de disuasión

Los tres sistemas estarán estacionados en Alemania como parte de la 2ª Fuerza de Tareas Multidominio del Ejército de Estados Unidos. Su tarea principal consiste en superar la capacidad antiacceso/denegación de área (A2/AD) de Rusia con la ayuda de nuevas tecnologías y conceptos: En una guerra, Moscú espera mantener al grueso de las fuerzas de la OTAN alejadas de la zona de combate en su frontera utilizando misiles y misiles de crucero para impedir su despliegue y suministro o forzándolas a ceder con ataques contra países concretos de la OTAN. La Alianza no podría protegerse eficazmente contra esto solo con defensa aérea y antimisiles, porque Europa es demasiado grande y una protección integral contra el arsenal de misiles ruso sería demasiado cara. Sin embargo, con sus propias armas de mediano alcance, la OTAN puede frustrar este plan ruso de dos formas complementarias.

La primera consiste en poner en el punto de mira (mantener en riesgo) las capacidades rusas de ataque profundo que pretenden mantener a distancia a la Alianza y posiblemente destruirlas antes de que disparen sobre territorio de la OTAN. Si el Kremlin perdiera estos sistemas por haber sido destruidos o retirados, a la OTAN le resultaría más fácil rechazar el ataque. Esto debería disuadir a Rusia de atacar a los países de la OTAN desde un principio.

Destruir objetivos

La segunda tarea de las armas de mediano alcance es poder destruir al menos algunos objetivos de alto valor en Rusia para los que el tiempo es un factor crítico. Entre ellos se encuentran los centros de mando móviles o las plataformas de lanzamiento de misiles balísticos y de crucero. Esto indica a Rusia que la OTAN tiene la opción de restringir masivamente la capacidad rusa para continuar las hostilidades en caso de un ataque contra ella - lo que debería actuar como elemento disuasorio.

Estas dos tareas no pueden ser cumplidas de forma óptima por los misiles de la OTAN de corto y mediano alcance lanzados desde el aire y el mar actualmente disponibles. Los misiles de crucero disparados desde aviones deben lanzarse primero al aire, lo que supone una valiosa pérdida de tiempo. Esto limita su eficacia contra objetivos móviles de gran valor. Los misiles de crucero marítimos disponibles tienen un alcance demasiado corto o, debido a su lentitud, tardan demasiado en alcanzar objetivos críticos en el corazón de Rusia. Los sistemas terrestres actuales, como el ATACMS, tienen capacidad de respuesta: no tienen que ser lanzados primero al aire y vuelan mucho más rápido que los misiles de crucero. Pero su alcance es demasiado corto para alcanzar objetivos en el interior de Rusia.

Disuasión

Las tres armas terrestres de mediano alcance ofrecen un valor añadido para la disuasión convencional contra Rusia, ya que cumplen mejor las dos tareas. No solo las LRHW, sino también la versión SM 6 del ejército vuelan a más de cinco veces la velocidad del sonido y son maniobrables en aproximación. Esto los hace muy eficaces contra objetivos móviles y muy difíciles de interceptar, incluso para las defensas antimisiles modernas.

Con hasta 17 veces la velocidad del sonido, el Dark Eagle es prácticamente imparable. Con esta gran capacidad de penetración, ambas armas son ideales para abatir objetivos rusos de alto valor que estén específicamente protegidos. El carísimo Dark Eagle está probablemente destinado a los objetivos más valiosos; el SM 6 ofrece una alternativa más barata.

El Tomahawk solo vuela en el rango subsónico, pero extremadamente bajo. Esto significa que a menudo puede permanecer por debajo del radar enemigo y eludir así la defensa antiaérea. Al ser el más barato de los tres misiles, el Tomahawk es una solución eficaz para objetivos menos protegidos y menos móviles. El hecho de que las tres armas tengan trayectorias completamente diferentes dificulta su defensa.

Movilidad

Otras ventajas frente a las armas aéreas y marítimas son su menor coste y la movilidad de los sistemas terrestres. Se lanzan desde plataformas móviles que pueden desplegarse rápidamente con aviones de transporte C-17A. Esta movilidad hace que las armas de mediano alcance del Ejército sean menos vulnerables que los lentos buques o aviones en tierra.

Sin grandes riesgos adicionales

El despliegue de sistemas estadounidenses de alcance medio con base en tierra en Alemania plantea la cuestión de la reacción de Rusia - y qué riesgos supondría a su vez para Alemania el comportamiento de Moscú.

Quienes se oponen a los planes de despliegue creen que las armas estadounidenses se convertirían en objetivos de los misiles de Moscú, lo que significaría que Alemania estaría expuesta a una mayor amenaza. Esto debe contrarrestarse: Es probable que el Kremlin considere las futuras armas estadounidenses de medio alcance como objetivos legítimos. Pero Putin ve a Berlín como un enemigo de todos modos. Como centro logístico de la OTAN con muchas bases estadounidenses, Alemania ya es un objetivo prioritario para las armas rusas de alejamiento si Moscú quiere mantener a la OTAN a distancia en caso de guerra. Los nuevos misiles estadounidenses no agravarán significativamente esta situación.

Más armas rusas

Otra preocupación es que Putin se vea obligado a producir más armas rusas y estacionarlas en Europa a cambio. El resultado sería una "carrera armamentística". De hecho, el gobierno ruso anunció vagas contramedidas militares durante la cumbre de la OTAN. En junio, Putin ya había anunciado que Rusia probablemente tendría que producir y posiblemente desplegar más armas rusas de corto y medio alcance en respuesta al despliegue a corto plazo de Tomahawks y SM 6 para ejercicios del ejército estadounidense en Dinamarca y Filipinas.

Sin embargo, la producción rusa de armas de corto alcance difícilmente puede aumentar, al menos a corto plazo. A Putin probablemente le gustaría lanzar nuevos programas de misiles como respuesta, aunque solo fuera por razones de prestigio. Sin embargo, debido al actual armamentismo ruso y a las sanciones impuestas al país, el sector ruso de la defensa ya está crujiendo y resquebrajándose a cada paso. Las capacidades de producción, la mano de obra cualificada y los recursos financieros son limitados. Por eso, los expertos rusos y estadounidenses, que comparten la preocupación por una carrera armamentística, tienen serias dudas de que el Kremlin pueda iniciar una carrera de misiles con nuevos programas a corto o medio plazo.

El corazón de Rusia

Además, las voces críticas se quejan de que Alemania está siendo "singularizada" por ser el único lugar donde se estacionan misiles. Cuando se rearmó en los años ochenta, el entonces gobierno federal alemán en Bonn había insistido en que tenía que estar estacionada en varios Estados de la OTAN. Sin embargo, esta preocupación se debía a que la República Federal de Alemania era especialmente vulnerable, ya que la Unión Soviética podría haber provocado una nueva crisis de Berlín, por ejemplo, o haber encontrado otros medios de presión en relación con la división de Alemania. Esta especial situación alemana ya no existe desde la reunificación en 1990 y el colapso del bloque comunista.

Otro riesgo que se discute, especialmente en relación con el LRHW, es la reducción de la estabilidad de la crisis, es decir, una escalada militar prematura por parte de Rusia por temor a un ataque decisivo por sorpresa de la OTAN. El LRHW puede alcanzar el corazón de Rusia en cuestión de minutos y, debido a su maniobrabilidad, Moscú no tiene claro si el ataque podría dirigirse contra el potencial de represalia nuclear ruso. Esto incentivaría al Kremlin a desplegar su propio arsenal nuclear en una fase temprana de una crisis, antes de que los misiles de la OTAN lo destruyan (bajo el lema de "úsalos o piérdelos"). Además, Moscú no podría saber si los LRHW que se aproximan tienen ojivas convencionales o nucleares, por lo que podría reaccionar de forma exagerada con armas nucleares.

Ambigüedad

Pero este problema de "ambigüedad de ojivas" no existe. Las tres armas terrestres solo existen convencionalmente. Estados Unidos no ha utilizado misiles de doble capacidad desde 2011.

La incertidumbre sobre qué objetivo será atacado y el corto tiempo de vuelo en realidad aumentan la presión sobre el Kremlin. Sin embargo, a menudo se exageran los riesgos de escalada resultantes. Los escenarios de "usarlos o perderlos", en los que Rusia lanza una guerra nuclear contra EE.UU. para evitar que sus misiles sean destruidos sobre el terreno, plantean interrogantes. ¿Por qué Moscú, temiendo un posible ataque estadounidense, lanzaría una guerra nuclear en la que la represalia nuclear estadounidense está garantizada? A menudo han existido temores rusos a ataques estadounidenses. Sin embargo, condujeron a una mayor cautela en lugar de a una rápida escalada.

Secreto

Los temores de Moscú de que la OTAN pudiera llevar a cabo ataques de precisión de desarme con el Dark Eagle y destruir así el potencial de represalia nuclear de Rusia en tierra a gran escala o eliminar sus centros de liderazgo político de un solo golpe serían muy exagerados. El número de sistemas estadounidenses estacionados en Alemania ya es demasiado pequeño para ello: sólo se han previsto cuatro lanzaderas para el LRHW, cada una de las cuales puede lanzar dos misiles. Las rampas son recargables, pero el número total (secreto) de misiles caros tendría que ser relativamente pequeño.

La reacción más probable sería que Moscú intensificara la propaganda y la desinformación para frustrar el despliegue real en 2026 y sembrar así dudas sobre la OTAN. Las operaciones de influencia dirigidas o apoyadas por los servicios secretos rusos han aumentado considerablemente en los últimos tiempos. Ciertamente, no todas las críticas al despliegue de armas de medio alcance expresadas en este país son propaganda rusa. Sin embargo, Moscú está difundiendo la errónea narrativa de que la OTAN está alimentando la confrontación con Rusia para su propia autopreservación y está sacrificando la seguridad de los ciudadanos europeos para conseguirlo.

Inacción

En general, el riesgo para Alemania es moderado. Hay que sopesar el riesgo real de la inacción: ¿qué conclusiones sacará Putin si la OTAN no le indica que una nueva escalada rusa hacia la OTAN será respondida con una alianza decidida que tiene a su disposición nuevas armas de enfrentamiento aún más eficaces? Berlín debería contrarrestar la propaganda del Kremlin señalando que el despliegue es una reacción a Rusia y no un fin en sí mismo. Una propuesta de control de armamento debería hacer hincapié en ello.

Potencial para el control de armas

El Kremlin afirma que la OTAN solo despliega armas de mediano alcance para preservarse. La Alianza podría contrarrestar eficazmente esta propaganda ofreciéndose a renunciar al despliegue, si Rusia también renuncia a los sistemas terrestres de alcance medio en Europa o si su número se limita a un nivel bajo en ambas partes. Eso sería una luz del Tratado INF. Como el despliegue no tendrá lugar hasta 2026, habría oportunidad suficiente para llegar a un acuerdo antes de que se produzcan los hechos.

Estas ideas de control de armamento tendrían como objetivo mitigar o, idealmente, eliminar el actual desequilibrio de armas terrestres de medio alcance en Europa a favor de Rusia: Moscú cuenta con el misil de crucero SSC-8 (número en el rango alto de dos dígitos), que derribó el Tratado INF en 2019, los misiles Zolfaghar de Irán (alrededor de 400 unidades) y KN-23 de Corea del Norte (alrededor de 50 unidades) desde 2023.

Rusia también ha estado disparando el misil de crucero hipersónico Zircon basado en el mar (número en el rango alto de dos dígitos) desde tierra desde 2024. A pesar de su despliegue contra Ucrania, Moscú debe seguir teniendo bastante más de 100 de sus misiles balísticos Iskander SS-26 (los expertos consideran que el SS-26 es un arma de alcance medio). En resumen: Rusia tiene bastante más de 500 misiles de alcance medio basados en tierra, mientras que la OTAN no ha tenido ni uno solo en Europa hasta la fecha.

Pero, ¿tendría sentido cancelar el despliegue que tanto le ha costado a Estados Unidos (y el costoso desarrollo en ELSA) por un acuerdo de control de armamentos en 2026? Así sería, porque si Moscú perdiera la mayor parte de su capacidad A2/AD como resultado del acuerdo, Europa también necesitaría menos "antídotos". La Europa de la OTAN tendría ventaja con el resto de las armas de combate marítimas y aéreas. Estados Unidos también dispondría de más sistemas terrestres de mediano alcance para Asia Oriental, donde el desequilibrio es aún mayor a favor de China.

El análisis de los especialista en seguridad de la Fundación Ciencia y Política “Importante y oportuno: armas estadounidenses de largo y mediano alcance en Alemania“ SWP Actual 2024/A 36, 18 de julio de 2024, fue elaborado en el marco del proyecto "Strategic Threat Analysis and Nuclear (Dis-)Order" (STAND), y su publicación se realiza bajo licencia CC BY 4.0
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