Discos
Bruckner 200Bruckner: Symphony No. 7 – Bates: Resurrexit
Juan Carlos Tellechea

La grabación en vivo de la notable Sinfonía nº 7 de Anton Bruckner por la Pittsburgh Symphony Orchestra, bajo la égida del maestro Manfred Honeck en la Heinz Hall for Performing Arts de Pittsburgh, Pensilvania, en 2022 (sello Reference Recordings), es una nueva y reluciente joya de la música clásica que se suma a la conmemoración en 2024 del bicentenario del nacimiento en Ansfelden, Alta Austria, del insigne compositor de música sinfónica y sacra.
Su compatriota, Manfred Honeck, despliega aquí un poderoso estilo de dirección con hermosos momentos y un gran equilibrio emocional, acentuado por el diseño del tempo. El oyente percibe de inmediato y en todo momento el disfrute de los músicos con las lentas melodías de Bruckner, así como la incisividad de los vientos.
El primer movimiento (Allegro moderato) y el último (Finale: Bewegt, doch nicht schnell) son bastante medidos, sin arrastrarse. En el Scherzo: Sehr schnell, suenan bellos detalles, especialmente de los vientos, que por otra parte son sacrificados al ritmo dominante, con el resultado de que el movimiento aparece ahora menos danzado, pero con más capas.
Colinas
La
El tema principal del final es probablemente la música más alegre que escribió el Bruckner, casi exuberante en sus ritmos punteados, que cobra protagonismo de forma inefable. La característica dominante es la gran energía que emana del conjunto, la impresionante seguridad estilística de Honeck y las amplias bocanadas que respiran en el fraseo.
La Séptima, escrita entre 1881 y 1883 (revisada en 1885), y dedicada al rey Luis II de Baviera, gran mecenas de Richard Wagner, fue un éxito público inmediato para Bruckner y marcó el apogeo de su eclosión creadora; una obra que debería entrar en los libros de historia por haber señalado una nueva época. Los entendidos lo saben. Honeck y la Pittsburgh Symphony dan vida a estos poderosos sonidos desde un comienzo, llenándolos de emoción y abisal hondura.
Wagner
En el Adagio: Sehr feierlich und sehr langsam, Bruckner rinde homenaje a su admirado colega Richard Wagner con una desgarradora música fúnebre y un rotundo epitafio que resulta especialmente conmovedor bajo la dirección de Manfred Honeck. Al principio, el propio Wagner no estaba muy interesado en Bruckner. Sin embargo, con el tiempo éste supo ganarse el respeto de Wagner, que entonces solo tenía palabras de elogio para las sinfonías del compositor austriaco.
Anton Bruckner un genio del Romanticismo tardío, tiene un problema: apenas se lo escucha fuera del mundo germanoparlante. No fue un niño prodigio, como Wolfgang Amadé Mozart o Ludwig van Beethoven, aunque también a él le entusiasmó la música a muy temprana edad. Sin embargo, su gran prestigio como compositor llegó tarde: trabajó como profesor y organista de (la antigua) catedral (de Linz), hasta la mitad de su vida, y su primera sinfonía se estrenó cuando tenía 44 años.
Dicho sea al margen, hoy esta catedral está (casi) dejada de la mano de Dios, ya que la Compañía de Jesús adujo en 2023 que no tiene personal suficiente para atenderla, según ha podido constatar este corresponsal de Mundoclasico.com durante su visita a Linz el pasado 2 de julio.
Magistral
No habría mejor regalo para Bruckner que tratar por fin a su música como la obra magistral que es, especialmente esta Sinfonía nº 7, en la que Honeck sabe dar el impulso decisivo que conduce a través de las losas de material temático bruckeriano. Así expone como principio primordial su capacidad para hacer audible la arquitectura sonora de una composición musical con sus múltiples capas entrelazadas. Incluso el trémolo inicial de las cuerdas en el primer movimiento (Allegro moderato) es inusualmente activo en su articulación.
La Pittsburgh Symphony Orchestra, que en los próximos meses comienza una nueva gira por Europa, demuestra aquí una vez más su elevado nivel artístico. Las cuerdas y la trompa solista entonan suave y sutilmente la atmósfera especial que quiso crear Bruckner en esta obra. Honeck dirige la orquesta con una precisión que permite captar de forma plena las complejas estructuras armónica y líneas melódicas creadas por él.
Honeck comienza el segundo movimiento, el de homenaje a Wagner, con profunda sensibilidad emocional y desarrollado en un claro tirón. Los metales y las cuerdas desempeñan un papel decisivo en este segundo movimiento y ofrecen una interpretación impresionante. Con gran calma, el director desarrolla el clímax, que termina brillando con luz propia.
Su mejor rostro
En el tercer movimiento (Scherzo: sehr schnell), la orquesta muestra su excelencia técnica y su agilidad musical. Manfred Honeck dirige a la orquesta con una energía y un dinamismo que acentúan el impulso rítmico y la textura viva del movimiento. Los metales muestran aquí su mejor rostro con magnificencia y perseverancia.
El cuarto y último movimiento es el clímax final de la sinfonía. El vasto unísono orquestal del cierre cae como un impresionante bloque de brisa fresca. El maestro Honeck mueve a cada músico de la Pittsburgh Symphony Orchestra a tocar con exactitud y dedicación, contribuyendo a la creación de una imagen de conjunto armoniosa con una experiencia musical sobrecogedora como resultado. Los vientos son excelentes, especialmente la trompa solista y los demás metales, al crear una gran riqueza de color. Las cuerdas producen esa peculiar atmósfera sonora tan entrañable en la música de Bruckner.
Mason Bates
La segunda parte de este disco compacto está dedicada íntegramente a Mason Bates, profesor del Conservatorio de Música de San Francisco y compositor de la ópera ganadora del GRAMMY® “The (R)evolution of Steve Jobs“), quien está transformando de manera imaginativa el modo en que se crea música clásica. Actualmente trabaja en una nueva ópera basada en The Amazing Adventures of Kavalier & Clay para la Metropolitan Opera.
Mercury Soul, un espectáculo que combina DJ y música clásica, y que llenó clubes y conciertos con orquestas en los Estados Unidos. Bates es un artista multidisciplinar que explora las formas en que la música clásica se integra en las culturas contemporáneas,
Resurrexit se titula la obra que le fuera encargada por la Pittsburg Symphony a este creador californiano que celebra aquí la creencia en la resurrección de Cristo con sonidos místicos y sinfónicos. El maestro Manfred Honeck se considera un músico profundamente religioso y, para él, estos conciertos ofrecidos en la Heinz Hall for Performing Arts son un especial "homenaje a Pittsburgh, a la herencia de la orquesta y a su futuro".
Cine
Bates ha compuesto música para banda sonora de largometrajes, como The See of Trees (2015) de Gus Van Sant, y es uno de los creadores más interpretados de su generación, según un reciente estudio sobre la música estadounidense. Compuso Philharmonia Fantastique: The Making of the Orchestra para película de animación y orquesta en directo con Gary Rydstrom de Lucasfilm y Jim Capobianco de Aerial Contrivance, que explora la conexión entre creatividad y tecnología. La banda sonora, ganadora de un GRAMMY®, fue grabada por la Sinfónica de Chicago.
Grabación
Una vez más la Pittsburgh Symphony Orchestra destaca por la transparencia de su discurso, la solidez de sus secciones de metales, los colores resplandecientes de sus maderas y, por supuesto, la excepcional claridad y limpidez de las cuerdas, captados en la Heinz Hall for Performing Arts de Pittsburgh por el ingeniero de sonido John Newton. Tanto en el registro del impalpable piano como en el gigantesco forte, la orquesta suena siempre luminosa en esta interpretación del más alto nivel de calidad.
Gira europea de verano
Las fechas de la próxima gira de Pittsburgh Symphony Orchestra por Europa son las siguientes: Salzburgo (22 de agosto), Grafenegg (25 de agosto), Dortmund (31 de agosto), Düsseldorf (1 de septiembre), Hamburgo (3 y 4 de septiembre), Colonia (5 de septiembre), Wiesbaden (6 de septiembre) y Viena (7 de septiembre).
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