Reportajes
Bruckner 200Gira china de los niños cantores de San Florián en el año Bruckner
Juan Carlos Tellechea
El coro de Los niños cantores de San Florián, dirigido por Markus Stumpner, celebró recientemente en China el bicentenario del nacimiento del insigne compositor Anton Bruckner, presentando su música en grandes salas de concierto de seis ciudades principales, durante una exitosa gira artística de tres semanas.
Bruckner, nacido el 4 de septiembre de 1824 en la pequeña localidad de Ansfelden (Alta Austria), integró el coro infantil de la Abadía de San Florián entre entre los 13 y los 16 años de edad (1838 a 1840). Stumpner, también ex niño cantor de San Florián, es hoy tenor del Teatro de Linz, en la capital de ese estado federal austríaco.
Sigue gira de conciertos
Motetes y obras profanas de Bruckner, así como piezas de Wolfgang Amadé Mozart, Franz Schubert y Johann Strauss (padre e hijo), entre otros compositores, integraron el programa de los recitales ofrecidos entre el 26 de junio y el 15 de julio en Tianjin, Xi'an, Linyi, Yancheng y Nankín y Pekín por este conjunto masculino que agrupa a 26 niños y nueve jóvenes (adolescentes tras el cambio de voz).
Canciones tradicionales chinas
Era la cuarta vez que los muchachos actuaban en ese inmenso país en los últimos tres lustros, explicaba el director general y artístico de esa institución coral, profesor Franz Farnberger, durante la visita de este corresponsal de Mundoclasico.com a la Abadía de San Florián, (patrono de) Alta Austria, en la mañana del 3 de julio pasado. Entretanto, Los niños cantores de San Florián ya han regresado a casa, se están tomando unos días de merecidas vacaciones, tras haber incluido algunos temas tradicionales chinos en su repertorio.
El amplio programa de la gira comenzaba con los motetes de Bruckner Locus Iste, compuesto el 11 de agosto de 1899 para la inauguración de la capilla votiva de la nueva Catedral de Linz, y Os Justi, escrito el 18 de julio de 1879 en modo lidio.
Seguía a continuación con dos de sus más conocidas obras corales profanas, Trösterin Musik, para coro masculino (y órgano), con texto de August Seuffert, estrenada el 11 de abril de 1886 en la sala dorada del Musikverein de Viena (que se había escuchado en 1877 en una misa en memoria del fallecido organista de la Abadía Josef Seiberl bajo el título de Nachruf, Obituario, y con un texto diferente); y Du bist wie eine Blume, sobre texto de Heinrich Heine, respectivamente.
El recital concluía (a los bises) con dos canciones populares chinas, Jik Yeung Ji Go (Puesta de sol) y Mòlìhuā (Flor de jazmín), con arreglos de Bob Chilcott.
Schuhplattler
Una especial apartado folclórico austriaco con Schuhplattler, el popular baile de los Alpes orientales desarrollado a partir del Ländler, es imprescindible en cada gira por China, y este año un grupo del coro, vestido con los tradicionales pantalones de piel de venado, volvió a deleitar una vez más al asombrado público con sus ágiles saltos y zapateados al son de ritmos arreglados por el profesor .
El concierto final fue en la Sala de la Ciudad Prohibida de la capital china. En comparación con otras giras anteriores, ésta fue relativamente pequeña y más breve, explicaba el profesor Farnberger. En 2008 cuando viajaron por primera vez a China, bajo su égida, lo hicieron durante cinco semanas y ofrecieron 23 conciertos.
Peregrinaje
Las impresiones de las enormes salas de conciertos, con más de 2000 espectadores, hacen de los viajes a China una experiencia profesional inolvidable para estos chicos, al igual que los históricos lugares que pudieron visitar: en Xi'an, por ejemplo, el mundialmente famoso Ejército de Terracota; en Pekín, la referida Ciudad Prohibida y la cercana Gran Muralla China. Sin duda, la saludable, sabrosa y excelente comida china (¡original!), así como la efusividad de los espectadores que presenciaron sus actuaciones, permanecerán para siempre en la memoria de estos andariegos niños cantores de San Florián.
La alegría de cantar
El profesor Farnberger, formado en la Universidad y en la Academia de Música de Viena, dirige a Los niños cantores de San Florián desde 1983, es responsable de su formación musical, así como de ensayar el repertorio y de dirigir conciertos en Austria y en el extranjero. Las piezas de Mozart integradas en el actual programa (algunas de La flauta mágica) fueron transcritas también por él.
Bajo su égida, el coro ha grabado numerosos discos compactos (algunos de los cuales reseñaremos próximamente en estas páginas) y ha participado en programas de televisión. Casi siempre dirige los conciertos desde el piano. En los últimos años ha acompañado en ese instrumento al destacado intérprete de Lied Alois Mühlbacher (también ex niño del coro) y ha impartido clases en la Universidad Privada Anton Bruckner de Linz (hasta 2017).
Para el experimentado profesor Farnberger, quien trabajó en la década de 1970 durante siete años como director de los Niños cantores de Viena y dirigió más de 800 conciertos en todo el mundo, el objetivo más importante de su labor es:
Ofrecer a los niños experiencias musicales de alto nivel, en las que la alegría de cantar ocupe siempre un lugar central.
Magnetismo inefable
Los Niños Cantores de San Florián, con sus atuendos de marinero (tradición británica desde 1846), dan conciertos en todo el mundo desde finales de la década de 1960. En Iberoamérica han estado en Argentina, Bolivia, Brasil, México y Perú. Destacan por sus voces diáfanas, bien moduladas y excelente dicción. Actúan en grandes festivales de música, así como en importantes teatros de ópera, y cantan solo en las ceremonias litúrgicas mayores de la Abadía de los canónigos agustinos de San Florián; verbigracia, durante la misa pontifical del próximo 28 de agosto (San Agustín).
La historia de la abadía y de la escolanía están estrechamente ligadas desde el año 1071. Dicho sea al margen, en los tiempos de Bruckner los chicos todavía no vestían esos uniformes de marinero y solo eran tres los integrantes del coro en aquellos años. El lugar donde se eleva el monasterio, sobre el valle del Danubio, ejerció siempre, y todavía hoy, un inefable magnetismo, una atracción casi mágica sobre peregrinos y visitantes.
Nazis
Durante el régimen del genocida Adolf Hitler (1933-1945), y tras la anexión de Austria en 1938, los nazis expropiaron el monasterio en 1941 y expulsaron a los canónigos agustinos. Su plan para convertir San Florián en un centro cultural no prosperó y los religiosos regresaron a la Abadía después de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945). Al otro lado del Danubio (sobre su margen derecha) y a unos 20 kilómetros del monasterio, los nazis habían construido el campo de exterminio de Mauthausen, donde fueron asesinados centenares de miles de opositores al nacionalsocialismo y al fascismo en Europa.
Renovación y requisitos
El internado, donde los chicos reciben formación de un equipo pedagógico especializado, ocupa un ala importante del vasto predio del cenobio, y es posible visitarlo virtualmente vía internet. La Abadía se renovó por completo en 1996 y ofrece todo lo que el corazón de un niño de coro desea: no solo salas de ensayo de música, sino también una piscina, instalaciones de ocio, como varios polideportivos, zonas de juego y esparcimiento.
El ingreso al coro es posible a partir de los nueve años de edad. Los requisitos son poseer una voz sana y limpia, así como tener interés por la música. El período de la escolanía termina con el cambio de voz, pero también hay un coro de hombres (ex niños cantores) en la Abadía de San Florián que ofrece hasta 60 conciertos anualmente.
Prosigue la gira de conciertos
Para continuar celebrando el 200º cumpleaños de Anton Bruckner, Los niños cantores de San Florián realizan ahora una gira “Happy Birthday” por Alemania y Austria, y el mismo 4 de septiembre próximo, ofrecerán un recital en la iglesia de San Bartolomé de Essen (Oldemburgo), Baja Sajonia, cuya comunidad atesora asimismo una historia milenaria.
El poderoso órgano de Bruckner
La centenaria tradición musical, firmemente ligada también al compositor Anton Bruckner, ha hecho famosa a la Abadía de San Florián mucho más allá de las fronteras de Austria. La basílica, con su poderoso órgano, documenta un hito en la vida y la obra musical de Bruckner, que encontró su última morada en la cripta, bajo sus muros. Esta tradición musical se revitaliza con diversas series de conciertos.
El Festival Bruckner de San Florian, y los Conciertos de órgano de la Abadía atraen a numeroso público. En este año Bruckner 2024 el Festival organiza un Congreso Internacional, titulado Bruckner jetzt und damals (Bruckner ahora y entonces), conjuntamente con la Bruckner Society of America, y la participación de destacados expertos en la materia. La Abadía de San Florián y las autoridades culturales de Alta Austria están realizando desde el 6 de mayo la extraordinaria exposición Wie alles begann. Bruckners Visionen (Cómo empezó todo. Las visiones de Bruckner) que se mantendrá con carácter permanente en el futuro.
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