España - Cantabria
Óperas y conciertos en la corte de Felipe V
José Amador Morales
El Festival Internacional de Santander, dentro de su afán por expandir su influencia a otras localidades de Cantabria, más allá del lógico y tradicional epicentro en la capital, tiene en su ciclo “Marcos históricos” uno de los apartados más reconocibles y distintivos de su programación.
Dentro del mismo, este año el FIS se aproximará a localidades como Castro Urdiales, Comillas, Isla, Rasines, Noja, Viérnoles, Nolindres, Suances, Mazcuerras, Reinosa, San Vicente de la Barquera, Santillana del Mar, Escalante, Ajo, Argüeso, Miera, Laredo, Somo-Loredo y Torrelavega.
En la magnífica iglesia neogótica de Nuestra Señora de la Asunción de esta última, se celebró el primer concierto de este ciclo a cargo del conjunto Il
Creado en 2021, Il Fervore es un conjunto especializado en la interpretación de música de los siglos XVII y XVIII utilizando criterios historicistas, rescatando del olvido piezas musicales confinadas en archivos de bibliotecas españolas e italianas. En esta ocasión, bajo el título Óperas y conciertos en la corte de Felipe V, Il Fervore nos transportó a la primera mitad de un siglo XVIII, en la cual la influencia italiana en la vida músical de una corte obligada al cosmopolitismo era más que notable, con compositores de la talla de Sebastián o Antonio que no dudaron en incorporar elementos italianos en sus zarzuelas mientras que italianos como Giacomo o – más tarde – Francesco y españoles como José de Nebra crearon melodramas que pusieron de manifiesto dicha integración e influencia.
Con el protagonismo vocal de una soberbia Lucía Caihuela, los intérpretes afrontaron las arias “Reinar más es penar” y “Ay, infelice, qué oí” de Las amazonas de España de Giacomo Facco, tras una introducción instrumental a la misma de
. En ellas comprobamos el atractivo color e importante proyección de la voz de la mezzo madrileña, que circula con gran naturalidad por el registro agudo, sí, pero también por un centro que le permite encontrar interesantes recovecos expresivos.Caihuela se mostró asimismo deslumbrante en las arias de Francesco Corselli, “Cristal detenido” y “Sube el fuego a su elemento”, procedentes de la ópera La cautela en la amistad y robo de las sabinas, piezas a las que aportó una musicalidad y un fraseo de exquisito gusto. A esas alturas de la velada, la mezzosoprano había mostrado una gran complicidad con Il Fervore, hábiles acompañantes pero también enérgicos y entregados intérpretes tanto en los fragmentos líricos como en las piezas instrumentales de Vicente
.El programa fue rematado con las más conocidas arias de Amor aumenta el valor de José de Nebra – “Adiós, prenda de mi amor” y “Más fácil será al viento” – con las que Lucía Caihuela volvió a lucir su impecable técnica, culminando el concierto de forma brillantísima.
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