Alemania
Hijos de AbrahamJuntos ahora. Estreno mundial del concierto para clave de Maria Herz
Juan Carlos Tellechea
Con el estreno mundial del Concierto para clave, orquesta de cuerda con flauta op 15 (1935) de la casi totalmente olvidada compositora Maria Herz (Colonia, 1878 – Nueva York, 1950), fue inaugurado este jueves 15 de agosto el Festival Shalom-Musik Koeln 2024, bajo el lema Juntos ahora, en un empeño por alcanzar comprensión y cohesión en momentos de creciente antisemitismo en Alemania y Europa. Presente, entre los invitados especiales de esta celebración del patrimonio musical judío que se extenderá hasta el 25 de agosto, se encontraba el nieto de Maria Herz, Albert, quien reside actualmente en Zúrich.
Aclamado por el numeroso público asistente, el Ensemble Ãrt House 17, dirigido por Michael Hell, interpretó la obra alternando sus cuatro movimientos con siete Lieder de (1906, 1910, 1921), que tratan del destino, la pena y el anhelo de amor, así como otras cinco nostálgicas canciones de Friedrich Hollaender, Robert Stolz y Werner Richard Heymann del decenio de 1930, famosas en el cine de aquellos tiempos, arregladas especialmente para este conjunto de cámara con clave y acordeón.
La soprano Hila Baggio y la mezzosoprano Iris Vermillion fascinaron a los asistentes en este concierto inaugural, titulado Ein kleines bisschen Glück (Una pizca de felicidad). La mezzo cautivó con su oscura voz y carismástica presencia escénica; la soprano, con la fuerza y altura de su registro agudo. Ambas fueron ovacionadas frenéticamente tras cantar a dúo la canción Irgendwo auf der Welt (En algún lugar del mundo) de Heymann, compuesta para la película Ein blonder Traum(El sueño de una rubia), la más taquillera de 1932 en la República de Weimar.
El Concierto para clave y orquesta de cuerda con flauta fue la última composición de Maria Herz, tras la cual no volvería a escribir más música. Descalzo (tal como lo hace habitualmente también la iconoclasta violinista Patricia Kopatchinskaja), Michael Hell tocó la obra con asombrosa naturalidad e histórica precisión en un clave de la parisina firma Pleyel de 1939.
El músico imparte a la perfección la estructura de la pieza con dinámicas controladas por el afecto y el fraseo intenso, rico en contrastes y colorido. Muestra además una furiosa y ágil maestría de ejecución en el doble manual. El clavista balanceaba su torso en los arcos de notas que introducía el acompañamiento de cuerdas (de tripa) y flauta de su Ensemble Ãrt House 17.
En el primer movimiento (Allegro) dominan las fugas clasicistas y barrocas, ligeramente atonales, más vanguardistas, con toques folclóricos (danzísticos), casi sin vibrato, pero con portamenti diáfanos. El Andante cantabile, es muy cálido, conmovedor, de gran sensibilidad y claridad, oscila entre el romanticismo tardío y el modernismo, pero va adquiriendo garra en su desarrollo. En el Scherzo el Concierto se pone más salvaje, travieso, saltarín y juguetón; y en el cuarto movimiento (Quasi perpetuum mobile) vertiginoso, con muchos contrastes entre pianissimi y fortes genialmente contrapuestos por estos excelentes músicos.
El concierto fue grabado por la emisora de radio de Colonia WDR 3 y será transmitido el próximo 22 de octubre. Dicho sea al margen, WDR 3 transmitió asimismo en los últimos días el recital en el Festival Shalom-Musik Koeln del conjunto israelo-iraní Sistanagila, que procura un diálogo entre ambas culturas con música folclórica, religiosa, sefaradí, klezmer y tradicional persa.
(de soltera Bing) nació en Colonia el 19 de agosto de 1878 y en el Conservatorio de esta ciudad a orillas del Rin comenzó su educación musical. La continuó en Inglaterra, adonde había emigrado debido a la creciente hostilidad hacia los judíos en Alemania, y donde hizo sus primeras apariciones como pianista, compositora de canciones y oradora en el condado de Yorkshire.
En 1914 quedó varada en Alemania tras asistir a la ceremonia matrimonial de un cuñado suyo. No pudo regresar a Inglaterra debido al estallido de la Primera Guerra Mundial (1914-1918). Tras la conflagración bélica y la muerte de su marido, Albert, se afianzó como compositora en Colonia a pesar de las circunstancias más adversas (la barbarie antisemita y racista nazi de Adolf Hitler todavía no se había hecho con el poder, pero infestaba ya a la sociedad) cuando publicó sus piezas bajo el seudónimo compuesto de Albert Maria Herz.
Sus composiciones fueron interpretadas, entre otros, por el director general de música de Colonia y director de la Orquesta Gürzenich, Hermann Abendroth. Maria Herz mantuvo amistad con el antiguo director de ópera de Colonia Otto Klemperer. Klemperer fallecería en 1973 en Zúrich, donde ahora se encuentra (en la Colección de música de la Biblioteca central) también el legado de la compositora, que incluye Lieder, algunos de los cuales se estrenaron también en Alemania en este concierto.
El Concierto para clave y orquesta de cuerda con flauta lo completó Maria Herz en Inglaterra, adonde llegó de nuevo en 1934. Pero el exilio continuó en Nueva York, tras el estallido de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945). Con esta composición, inédita entonces, formó parte de una ola del movimiento de música antigua del siglo XX, que está indisolublemente unida al nombre de Wanda Landowska.
Manuel de Falla y Francis Poulenc compusieron para la gran Landowska, que desarrolló su propio modelo instrumental. Bohuslav Martinů, Henryk Górecki, Hugo Distler y Walter Leigh también formaron parte del movimiento estilístico que combinaba el barroco, especialmente el renacimiento del clave, con el modernismo.
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