Noticias

Ucrania

Alerta de la OTAN en Alemania ante eventuales ataques terroristas o guerra híbrida rusa

Juan Carlos Tellechea
viernes, 23 de agosto de 2024
Cumbre de la OTAN 2022 © 2022 by Bundeswehr Cumbre de la OTAN 2022 © 2022 by Bundeswehr
0,0005727

Rusia planea un acto de sabotaje con una aeronave no tripulada (dron) contra la base aérea de la OTAN en Geilenkirchen, Renania del Norte-Westfalia, según fuentes de seguridad citadas por la Agencia alemana de prensa (dpa). Un servicio secreto extranjero avisó a la Alianza Atlántica de los planes rusos. 

La OTAN había elevado el jueves pasado el nivel de alerta en ese aeródromo, ante la sospecha de que Alemania podría encontrarse en el punto de mira de la guerra híbrida rusa, así como de eventuales atentados terroristas, pero luego lo redujo el viernes por la tarde.

Geilenkirchen, cerca de Mönchengladbach, en la frontera con los Países Bajos, es la base de los aviones especializados Awacs de la OTAN. Se trata de 14 Boeing 707 reconvertidos, que tienen la misión de vigilar el espacio aéreo europeo. El objetivo es reconocer peligros potenciales en una fase temprana y avisar a la OTAN con antelación.

Los aparatos realizan además tareas de coordinación en el espacio aéreo de la Alianza Atlántica, tienen un alcance de más de 9.000 kilómetros y también se utilizan en la frontera de la Alianza con Europa del Este.

Por su parte, Polonia ha documentado en las últimas horas una posible violación rusa del espacio aéreo. En relación con los ataques rusos a Ucrania, al parecer un objeto volador no identificado ha aterrizado en territorio polaco y ha sido detectado por radar, anunció el ejército polaco en Varsovia.

El objeto, que volvió a desaparecer poco después, había estado completamente bajo control y podría haber sido derribado en caso necesario. Según el ejército, podría haberse tratado de un dron de fabricación iraní del tipo utilizado por el ejército ruso.

En el curso de los ataques rusos contra Ucrania, misiles o misiles de crucero rusos ya habían penetrado brevemente en el espacio aéreo de Polonia, así como de otros países miembros de la Unión Europea y de la OTAN, en varias ocasiones.

Observaciones

La antena parabólica de radar situada en el fuselaje de cada uno de estos aviones, típica del sistema de alerta y control aerotransportado, proporciona información precisa sobre los movimientos de aviones que pueden encontrarse a varios cientos de kilómetros de distancia. En este sentido, también es posible observar el espacio aéreo ucraniano y ruso.

A mediados de agosto se informó de un intento de robo en Geilenkirchen y de la sospecha de agua potable contaminada en el cuartel de la Bundeswehr en Colonia-Wahn, cerca del aeropuerto civil de Colonia-Bonn, que no se confirmaron.

Hasta el viernes por la tarde, el trasfondo exacto de la información seguía sin estar claro. La alianza militar y las autoridades alemanas han mantenido hasta ahora un perfil bajo. Mientras tanto, las precauciones de seguridad se han reducido al nivel que existía anteriormente.

"Charlie" ya estaba en vigor en julio

El nivel de alerta de varias bases operadas por Estados Unidos en Alemania y otros países europeos ya se había elevado a principios de julio. Según el Departamento de Defensa estadounidense, en aquel momento había ''información creíble'' que indicaba un ataque contra las bases. Sin embargo, no se produjo entonces ningún incidente.

Es posible que esas misiones hayan dado lugar a una nueva situación de amenaza, cuyo alcance concreto tanto la OTAN como las autoridades alemanas mantienen en silencio. La ''medida puramente cautelar'' conocida como ''Charlie'', a la que se refiere la OTAN y que declaró el jueves por la noche, se mantuvo hasta el viernes por la tarde. Las ''operaciones críticas'' de importancia militar estratégica no se vieron afectadas por la medida.

Preocupación en la Unión Europea

El debate sobre el futuro apoyo a Ucrania plantea cuestiones fundamentales sobre la política de Alemania hacia ese país y la postura del gobierno alemán sobre la seguridad europea requiere urgentemente más claridad. Un correo electrónico del ministro federal de Finanzas a sus colegas de las carteras de Asuntos Exteriores y de Defensa, en el que señala los límites del apoyo a Ucrania, ha causado gran revuelo en Alemania y en la Unión Europea.

El Alto Representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, declaró a la prensa que sería muy preocupante si Berlín llegara a reducir su apoyo militar a Kiev en los próximos años. Hasta ahora, lo que la UE ha hecho por Ucrania lo ha aportado principalmente Alemania, subrayó Borrell.

Dudas

Esto no se debe únicamente a ese correo electrónico, sino también al hecho de que desde hace tiempo existen dudas dentro y fuera del país sobre la perdurabilidad y los objetivos a largo plazo de la política alemana respecto a Ucrania. Las diferentes posiciones de la coalición no disipan en absoluto estas dudas. 

Sobre todo, se plantea la cuestión de si el gobierno alemán está dispuesto a apoyar a Ucrania al menos al nivel actual, afirma la politóloga Dra. Susan Stewart, del grupo de investigación Europa del Este y Eurasia de la Fundación Ciencia y Política (SWP), gabinete estratégico que asesora al gobierno y al parlamento federal de Alemania.

Los líderes políticos suelen subrayar que Alemania es el mayor defensor de Ucrania en Europa y ocupa el segundo lugar en la clasificación general, por detrás de Estados Unidos. Este fuerte apoyo permite a Alemania exigir de forma creíble un mayor compromiso por parte de aliados europeos como Francia o España, señala la Dra. Stewart codirectora de la línea temática ''Reestructuración del orden de seguridad europeo'' de dicho grupo de investigadores.

Hipocresía

Esta posición está siendo cuestionada por las intenciones hechas públicas de parte del gobierno alemán de reducir significativamente la ayuda a Ucrania con cargo al presupuesto federal en los próximos años. En particular, los planes del ministro federal alemán de Finanzas de sustituir la ayuda alemana por fondos generados a partir de los activos rusos confiscados parecen hipócritas.

Al fin y al cabo, todavía no está claro cómo y cuándo funcionará ese mecanismo. El hecho de que se esté debatiendo ahora, y no cuando el mecanismo esté en marcha, sugiere que la cuestión está vinculada a las campañas electorales en curso en algunos estados del este de Alemania, donde el apoyo militar a Ucrania suele ser rechazado. Esto puede dar la impresión de que al menos parte de la coalición está dispuesta a dar prioridad a los fines de la campaña electoral a corto plazo sobre los objetivos de seguridad a largo plazo.

Apoyo serio requiere flexibilidad

El actual ataque ucraniano contra la región rusa de Kursk demuestra que los combates pueden requerir inesperados ajustes tácticos o incluso estratégicos que exijan más -y no menos- recursos militares por parte de Ucrania. Si el gobierno alemán quiere que Ucrania pueda defenderse y situarse en una mejor posición negociadora, debe conservar cierto margen de maniobra en lo que respecta al apoyo futuro. 

Los actuales planes para una reducción significativa de la ayuda sugieren que este margen de maniobra no existe. Incluso si se pueden registrar las necesidades, se plantea la cuestión legítima de si los criterios utilizados para decidir sobre ellas son de naturaleza fiscal o de política de seguridad. 

Está en juego la coherencia de la política europea de seguridad 

El gobierno alemán está a favor del despliegue previsto de misiles estadounidenses de alcance medio en suelo alemán como medida disuasoria necesaria contra Rusia. Sin embargo, la capacidad de Ucrania para hacer retroceder a Rusia de su territorio y disuadir a Moscú de nuevos ataques también sirve como elemento disuasorio para Rusia y, por tanto, para la seguridad alemana y europea. 

Cuanto más éxito tenga Ucrania en frustrar los objetivos de Rusia, menos probable será que los misiles de medio alcance tengan que desplegarse en el futuro. El apoyo a Ucrania y el despliegue de armas convencionales estadounidenses son, por tanto, dos elementos del mismo planteamiento de política de seguridad. Abogar por uno mientras se reduce el otro parece incoherente y pone en peligro la seguridad de Alemania y Europa. 

Alemania pierde credibilidad

Aunque el impacto de este debate sobre el apoyo alemán a Ucrania sea relativamente pequeño, el efecto de señalización de la comunicación hasta la fecha ha sido devastador en varios aspectos. Alemania está perdiendo credibilidad ante sus socios, sobre todo porque inicialmente se posicionó en contra de la utilización de las reservas rusas (con intereses) y ahora da por sentado que esta cuestión se resolverá rápidamente.

Lo que es aún más problemático es que el comportamiento de Alemania está reforzando a Putin en su suposición de que los Estados occidentales reducirán con el tiempo su apoyo militar a Ucrania y que, por tanto, tiene las de ganar. Este planteamiento debilita a Ucrania en una fase crítica en la que está intentando mejorar su posición en varios aspectos desplegándose en suelo ruso. Una señal clara del gobierno alemán de que el nivel de ayuda a Ucrania en 2025 será al menos tan alto como en 2024 -aunque no se puedan tocar las reservas rusas- sería apropiada.

Comentarios
Para escribir un comentario debes identificarte o registrarte.