Geopolítica y Relaciones internacionales
Cambio climáticoCXL Repercusiones de las elecciones en EEUU sobre la geopolítica climática
Juan Carlos Tellechea
¿Qué efectos puede tener en la política
climática internacional, en la Unión Europea y en Alemania si el reo Donald
Trump, condenado por fraude, resultara reelegido presidente de los Estados Unidos y abandonara el
Acuerdo de París? ¿Si se intensificaran las tensiones entre Estados Unidos y
China? ¿O si no continuara el Pacto Verde europeo? Estas y otras cuestiones
hipotéticas se las han formulado politólogos de la Fundación Ciencia y Política
(SWP), gabinete estratégico que asesora al gobierno y al parlamento federal de
Alemania.
Dicho sea al margen, los vanos intentos del defraudador convicto Trump para resultar reelegido, algo que no ocurrirá según vaticinan
desde hace meses observadores (conocedores, independientes y serios) de la
política en los Estados Unidos, llevará de todas formas a los Demócratas a
intensificar su campaña para alcanzar una cómoda mayoría en el Congreso que les
permita gobernar sin el bloqueo de los Republicanos.
El delincuente convicto y ex presidente, sabe ya por
supuesto que perderá y en su negacionismo de la realidad puede convertirse esta
vez en un sujeto derrotado mucho más peligroso que en 2020. Por lo pronto, en
sus mitines ya está sentando las bases para cuestionar la legitimidad de las
elecciones del 5 de noviembre y ahondar aún más la división en la sociedad
estadounidense hasta que desemboque en una guerra civil.
Interacción
Pero volviendo a la política climática, los
investigadores la describen como un campo polifacético caracterizado por la
intrincada interacción entre dinámicas nacionales, regionales, supranacionales
e internacionales. Pensar en las posibles complejidades futuras de la política
climática requiere un enfoque global que tenga en cuenta las interconexiones y
sinergias entre estos diferentes niveles.
Con el fin de facilitar esta reflexión, se
organizaron dos talleres de prospectiva en el marco de un proceso interno del
grupo de investigación sobre política climática del SWP. En un documento de
trabajo preparado por la politóloga Dra Miranda
Böttcher y titulado Prospectiva: Política climática multinivel en
2030, se detalla cómo este proceso permitió una reflexión estructurada sobre
futuros complejos plausibles (más que probables o deseables), y proporcionó un
marco para un debate sobre las recomendaciones de política climática que pueden
ser sólidas ante una serie de esos futuros plausibles.
Antecedentes de la política climática
En sus posibles complejidades futuras la
política climática requiere un enfoque que tenga en cuenta esas interconexiones
y sinergias entre los diferentes niveles en tal campo polifacético
caracterizado por una intrincada interacción entre las dinámicas nacionales,
regionales, supranacioanles e internacionales.
En el ámbito nacional, la política climática
está determinada por las prioridades de los distintos grupos de interés, el
marco jurídico y normativo vigente y las condiciones socioeconómicas. Los
responsables nacionales de la política climática deben equilibrar los objetivos
medioambientales con competitividad económica, equidad social y otros objetivos
políticos, atendiendo a las necesidades y preocupaciones de las distintas
partes interesadas, como la industria, la sociedad civil y los gobiernos locales.
En lo internacional
En la Unión Europea (UE), la política climática
se rige por estrategias colectivas y legislación encaminada a alcanzar
objetivos de reducción. Las políticas nacionales de los Estados miembros se ven
influidas por estos objetivos más amplios de la UE y contribuyen a ellos.
A escala internacional, la política climática
se rige por el Acuerdo de París (AP), en virtud de la Convención Marco de las
Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), que establece un objetivo
colectivo de limitar el calentamiento global muy por debajo de 2 grados
centígrados por encima de los niveles preindustriales.
La gobernanza mundial del clima
Los mecanismos de gobernanza mundial del clima
pretenden facilitar la coordinación y la rendición de cuentas, garantizando que
los países trabajen juntos en pos de objetivos climáticos comunes. Sin embargo,
las diferencias en las prioridades y capacidades de la política climática
dificultan a menudo la coordinación y la cooperación internacionales.
Dado que la política climática surge y
evoluciona dentro de una compleja interacción de prioridades nacionales,
normativas supranacionales/regionales y compromisos internacionales, es
esencial adoptar un enfoque holístico a la hora de explorar cómo pueden
interactuar estas complejas interdependencias en escenarios futuros plausibles.
Reflexiones comparativas y conclusiones
Al final los participantes de los talleres se
involucraron en un proceso de reflexión comparativa diseñado para ampliar la
lente analítica e incluir todos los escenarios. Reflexionaron y debatieron
sobre dos cuestiones: (1) ¿Cuáles son las condiciones clave del contexto que
impulsan la evolución (política) en todos los escenarios? y (2) ¿Qué tipos de
evolución política podrían ayudar a abordar las oportunidades y los riesgos que
se presentan en (todos) los escenarios?
Condiciones contextuales clave
Al comparar tres distintos escenarios posibles,
hay varios puntos que destacan como impulsores comunes: Las elecciones
parlamentarias federales alemanas de 2025 y el proceso de formación de un nuevo
gobierno de coalición desempeñarán un papel clave tanto para la política
climática nacional como para la de la Unión Europea (UE). Con la Unión
Demócrata Cristiana (CDU) a la cabeza en todas las encuestas actuales en el
momento de los talleres, los participantes debatieron el impacto potencial de
un cambio de gobierno tras las elecciones de 2025.
En dos escenarios, la CDU y los Verdes forman
una coalición conjunta. Sin embargo, en función de los resultados electorales,
una coalición entre la CDU y el partido Socialdemócrata (SPD) o una alianza
tripartita (con los Verdes) también son escenarios plausibles (los Liberales,
FDP, están de capa muy caída y es bastante probable que no alcanzarán el mínimo
del 5% de los votos para acceder al parlamento federal alemán).
Aunque la ley alemana sobre el cambio climático
y la integración en los instrumentos y objetivos de política climática de la UE
proporcionan un marco para la futura política climática en Alemania, la
reciente polarización en algunos ámbitos (calefacción, transporte) podría dar
lugar a importantes reajustes, en función de la coalición de que se trate.
Tras las parlamentarias europea
Entre las cuestiones clave para el debate
futuro figuran: ¿Cómo sería el debate sobre política climática en Alemania con
el Partido Verde en la oposición? ¿Qué pasaría si no hubiera posibilidad de
formar una coalición? Es necesario pensar concretamente en alternativas bajo
estas diferentes hipótesis sobre la formación de coaliciones, aunque sean
bastante improbables.
Después de las elecciones parlamentarias de
2024, la Comisión Europea y muchos Estados miembros de la UE ya no sitúan la
transformación verde en primer plano (en todos los escenarios analizados en
estos talleres). Asimismo, en todos estos escenarios sería reelegida Ursula von
der Leyen presidenta de la Comisión Europea, porque se consideraba muy
plausible su triunfo en el momento de los talleres. Para las narrativas, en definitiva,
esto carece de importancia.
Ultraderecha, neonazis, neofascistas
Dado que en el momento de los talleres (enero y
abril de 2024), las proyecciones de los resultados electorales indicaban que la
mayoría del Pacto Verde permanecería intacta después de las elecciones europeas
de junio de 2024, la suposición de que la política climática podría continuar
en gran medida hasta 2030, dada la solidez de la actual política climática de
la UE, dio forma a las conversaciones. Sin embargo, hubo un debate más largo
sobre lo que podría cambiar si se produjera un mayor giro a la derecha en el
Parlamento Europeo. En uno de los escenarios, por ejemplo, el Pacto Verde
persistiría, pero se volvería cada vez más simbólico.
Sería resiliente durante un tiempo, pero se
iría vaciando con el tiempo. Estos debates demuestran que es necesario
reflexionar más concretamente sobre qué tipo de coalición de derechas podría
surgir y cómo podría desarrollarse en la práctica el desmantelamiento de la
política climática de la UE. Puede que haya demasiados controles y equilibrios
dentro del sistema de la UE como para que se produzca un cambio rápido a corto
plazo, incluso si una coalición de derechas (ultraderechista, neonazis,
neofascistas) lo deseara.
Los debates pusieron de relieve que el aparato
burocrático y el proceso legislativo de la UE forman parte de la resistencia,
lo que añade una capa adicional de complejidad a la anticipación de la
evolución futura de la política climática de la UE. Además, mostraron que la
composición y el liderazgo de la Comisión Europea no eran un factor clave en
los escenarios, sino más bien una condición propicia compatible con varias vías
de política climática.
La gobernanza y las negociaciones
internacionales sobre el clima no impulsan los esfuerzos mundiales de
mitigación (en los tres escenarios): En ninguno de los tres escenarios el marco
multilateral del Acuerdo de París contribuye significativamente a la reducción
de emisiones, ya que los Estados recurren a otros formatos de cooperación y se
impone la competencia entre modelos de transición energética.
Su objetivo de temperatura a largo plazo se
considera en gran medida irrelevante, mientras que los conflictos entre los
países en desarrollo y los industrializados bloquean los avances en materia de
mitigación. Esas controversias siguen vigentes en uno de los escenarios, pero
sirven en gran medida para legitimar políticas nacionales insuficientes. La
posibilidad de que la adaptación se convierta en otro eje central de la
política climática se mencionó en repetidas ocasiones y debería estudiarse más
a fondo.
Recomendaciones, oportunidades y riesgos
Muy a menudo, la primera recomendación para
reforzar la futura política climática es el llamamiento a una mayor integración
europea. Sin embargo, el ejercicio de esta prospectiva de los expertos de la
Fundación Ciencia y Política (SWP) mostró cómo los diferentes niveles políticos
están inextricablemente vinculados, a veces de forma directa, a veces de forma
indirecta. Por tanto, uno de los principales retos de la futura política
climática será la gestión de las interfaces y solapamientos de la política climática
y la gobernanza en los distintos niveles.
Abordar explícitamente estas interconexiones
podría aumentar la eficacia de la política climática en una serie de futuros
plausibles al fomentar una mayor coordinación, reparto de recursos y coherencia
política entre los Estados miembros de la UE. Permitiría armonizar y reducir la
fricción de los marcos reguladores y las normas, lo que reduce la fragmentación
y garantiza una aplicación más coherente y completa de las políticas climáticas
en toda la UE.
Además, la gestión proactiva de las interfaces
reforzaría el poder de negociación colectiva de la UE en las negociaciones
internacionales sobre el clima, permitiendo al bloque abogar más eficazmente
por una acción climática mundial ambiciosa, lo que sería aún más importante
ante la elección de partidos agnósticos o contrarios al clima en otros países
importantes.
China y Estados Unidos
Definir el papel (en política climática) de la
UE en la relación entre China y Estados Unidos: En los escenarios aquí
esbozados, se asumió que la UE era un actor relativamente débil en el escenario
internacional (de la política climática). Pero también era plausible que la
diplomacia climática de la UE pudiera beneficiarse del Acuerdo de París.
Era necesario reflexionar sobre cómo la UE
podría cubrir este vacío de liderazgo en la política climática internacional y,
en particular, cómo podría ganar credibilidad gestionando la competencia entre
Estados Unidos y China. Se consideró clave reforzar la dimensión exterior del
Pacto Verde Europeo, por ejemplo escuchando y respondiendo mejor a las
preocupaciones de los socios afectados por su legislación.
También se debatió el papel de Alemania en esta
dinámica, y si tenía más sentido estratégico centrarse en establecer
asociaciones climáticas ad hoc, basadas en intereses, o centrarse en una
diplomacia climática basada en valores. En este sentido, una recomendación
clave fue la clarificación de los papeles respectivos de la UE y Alemania en el
dinámico espacio de la política climática. internacional, que a menudo se
considera estructurado por la relación entre EE.UU. y China.
Diplomacia ecológica
Desarrollar la diplomacia ecológica de la UE:
El desarrollo de la industria ecológica/política industrial ecológica europea
(protegiendo a las empresas de la UE de los acontecimientos internacionales,
creando nuevas narrativas en torno al Green Deal, estableciendo asociaciones de
transferencia de tecnología con economías emergentes, etc.) se consideró una
forma prometedora de posicionar a la UE en una serie de futuros plausibles. Por
el contrario, la política industrial podría crear nuevos conflictos con aliados
clave, y la UE se enfrentaría a expectativas de reaccionar ante el reciente
auge de la política industrial verde en EE.UU. y China, entre otros países.
Hacer hincapié en las narrativas de los
cobeneficios: Los escenarios pusieron de relieve que la urgencia de la acción
climática no basta para hacer avanzar la política. Más bien, la política
climática debe vincularse expresamente a otras cuestiones políticas (industria,
empleo, oportunidades económicas, seguridad). En todos los escenarios quedó
claro que la comunicación, las narrativas y el marco de la política climática
tienen efectos performativos en la aplicación (humana/planetaria) de las
políticas internacionales.
Cuestiones a estudio
El debate sobre la adaptación debe seguir
desarrollándose en Alemania, la UE y el resto del mundo. Los escenarios
pusieron de manifiesto la existencia de un "punto ciego de
adaptación" en muchos debates sobre política climática en la UE. Entre las
cuestiones que deberían estudiarse más a fondo figuran las siguientes: ¿Cómo
serían las coaliciones y los acuerdos en el marco de una vía que dé prioridad a
la adaptación? ¿Cómo cambiarían las asociaciones internacionales y las
negociaciones multilaterales? Se supone que los Estados tendrían una tipología
de enfoques de adaptación más o menos "apropiados" que se utilizaría
para dirigir las asociaciones.
¿Cuáles serían los intereses de la UE/Alemania
en materia de política de adaptación? ¿Cuáles son los elementos prácticos y
pragmáticos que impulsan el apoyo de la UE y Alemania a la política de
adaptación? ¿Se centraría la atención en el desarrollo de paquetes de
asociación más amplios (no necesariamente relacionados principalmente con el
clima)? ¿Seguridad climática como apoyo a la adaptación? ¿Cómo hablaría un
posible canciller conservador sobre los esfuerzos globales de adaptación? Es
evidente la necesidad de profundizar en la posible dinámica política de la
adaptación, tanto en Alemania como en la UE y a escala internacional.
Países emergentes
Considerar a las economías emergentes como
actores climáticos: El proceso de elaboración de escenarios y de reflexión puso
de manifiesto que a menudo se presta demasiada atención a las relaciones entre
China y EE.UU. y a cómo debe actuar la UE en este contexto. Existe una laguna
en cuanto a las economías emergentes (Brasil, India, etc.) y el papel que
podrían desempeñar como actores activos de la política climática (en lugar del
contexto internacional más amplio en el que se desarrolla la política climática).
Hay que esforzarse más en comprender los intereses y el papel de las economías
emergentes como actores climáticos frente a Alemania y la UE.
Comprender la política de vinculación del clima
con otros ámbitos políticos: Es necesario reflexionar más concretamente sobre
los vínculos entre diversos ámbitos políticos más amplios y la política
climática; por ejemplo, la política agrícola, industrial, marina y energética.
Entre las cuestiones clave para seguir reflexionando figuran: ¿Qué significa
realmente pensar juntos en estos ámbitos políticos? ¿Cuál es la política de
pedir siempre más vínculos y hacer más complejo un problema ya de por sí complicado?
A menudo esto se ve como un intento de crear más espacios para la acción y
llevar el clima a diferentes escenarios. Sin embargo, a menudo parece darse por
sentado que la otra parte quiere lo mismo que "nosotros" en materia
climática.
Rechazos
Esto no siempre es cierto, ya que a menudo
existe un rechazo a la "climatización" de diferentes ámbitos
políticos. Y al vincular expresamente el clima a otros debates políticos,
existe el riesgo de que se produzca un "desbordamiento de la política",
como ejemplifican los esfuerzos de los grupos de presión agrícolas por influir
más en las decisiones sobre política climática en el Parlamento Europeo. Por lo
tanto, las cuestiones clave que hay que investigar son ¿Cuáles son las políticas
de climatización de otros ámbitos políticos? ¿Cuál es la política de inclusión
de otros objetivos políticos en la política climática? ¿Los efectos de inventar
nuevos elementos de política climática (agricultura del carbono) para tratar
cuestiones de otros ámbitos políticos (por ejemplo, la agricultura)?
Reflexiones sobre los objetivos del proyecto, su diseño y la composición del grupo
La organización de un proceso de prospectiva
participativa de este tipo implica un equilibrio inherente entre la adopción de
un enfoque estructurado que permita un proceso de desarrollo de escenarios
coherente y sólido y la necesidad de dar cabida a la creatividad dentro de esa
estructura.
La organizadora del taller trató de mantener
este equilibrio proporcionando un proceso guiado, paso a paso, pero al mismo
tiempo animando a los participantes a salirse de los límites de ese proceso, es
decir, añadiendo nuevos factores que no habían aparecido en el ejercicio
inicial de exploración del horizonte, alentando a los participantes del taller
a definir sus propias incertidumbres clave y a ampliar su número de
proyecciones de factores más allá del conjunto sugerido originalmente.
Otro factor limitante fue, como siempre, el
tiempo: ¡nunca hay tiempo suficiente! Los procesos participativos de
prospectiva son procesos colectivos de aprendizaje y comunicación, y como tales
siempre hay más cosas que decir, más cosas que preguntar, más cosas que
debatir. Lo ideal sería que estos procesos se prolongaran durante varias
reuniones, a fin de llegar a una comprensión común del tema y permitir el
debate permanente de las cuestiones controvertidas. La organizadora se esforzó
por crear este entorno en la medida de lo posible dentro del limitado marco
temporal, pero reconoce que habría sido útil disponer de más tiempo.
Diversidad
Los escenarios desarrollados en procesos de
prospectiva participativa como éste son tan diversos como las personas que los
componen. Todos los participantes en este proceso de desarrollo de escenarios
trabajan en la misma institución y tienen formación en política climática
internacional, ciencias políticas o campos afines. Se supone que la composición
específica del grupo ha influido en los detalles de los escenarios resultantes,
pero la metodología de desarrollo participativo de escenarios se diseñó de modo
que los marcos subyacentes fueran elaborados conjuntamente por el grupo más
amplio, y cada escenario final se sometiera también a comentarios y revisiones
en sesión plenaria, mecanismos ambos que garantizan la inclusión de
perspectivas diversas. A pesar de ello, no puede descartarse que la cultura
institucional, el género, la antigüedad y la dinámica de poder hayan
desempeñado un papel en el desarrollo de los escenarios aquí presentados.
El proceso de reflexión puso de manifiesto que,
como grupo, se debería ser más consciente del "pensamiento de grupo",
así como del modo en que la formación, el contexto en el que se trabaja y
opera, así como la propia posición determinan las suposiciones sobre el futuro
de la política climática. Algunos de los puntos clave que suscitó este proceso
de reflexión más introspectivo fueron: La relación entre EE.UU. y China está
arraigada en todos los escenarios: La relación/conflicto entre EE.UU. y China
podría ser la más relevante para la evolución de la política climática, ya que
aparece constantemente.
Esta suposición actúa como una especie de
comodín que hace pensar fuera de contexto. En su lugar, se podría preguntar
¿Qué pasaría si el régimen comunista se desmoronara en China? ¿Qué podría
ocurrir si se produjera una ruptura total del orden político en EE.UU? Se asume
que la relación entre China y EE. UU. será relevante para todos los desarrollos
futuros de la política climática. En cierto modo, se está atrapado en la
comprensión abstracta pero lineal de la evolución geopolítica actual.
No se abordó el papel de las crisis no
políticas como posibles "comodines": Los participantes eran un tanto
reacios a incluir otra pandemia o fenómenos climáticos extremos u otras crisis
no políticas inesperadas, ya que se consideraba que esto habría desviado la
atención de la dinámica política como motor del cambio. Esto parece una especie
de punto ciego, dada la plausibilidad de futuras crisis inesperadas y la
necesidad de que la política climática siga siendo sólida frente a ellas.
La dinámica social nunca fue un motor clave,
sino más bien un factor mediador en todos los escenarios. Un grupo diferente
podría tener una visión muy distinta de los movimientos sociales como agentes.
Parece que todos tienen una forma de pensar bastante centrada en el Estado
sobre cómo se produce el cambio político.
La pegajosidad del Pacto Verde: todos creen en
él. ¿Por qué? Otros son más pesimistas, ven el riesgo de retroceso. ¿Se debe
esto a que se sabe lo difícil que es deshacer las políticas de la UE, o hay
otra razón? ¿Se es (demasiado) optimista sobre el futuro de la política
climática de la UE? En resumen, se ha observado que todos comparten una
preferencia por aceptar ciertas premisas, que todos tienen ciertas suposiciones
y esperanzas sobre el futuro de la política climática, y que éstas aparecen en
estos escenarios. Para romper esta dinámica, se podría considerar la
posibilidad de desarrollar algunos escenarios "comodín", y/o invitar
a participantes externos a los procesos de escaneo del horizonte para que
ayuden a pensar con originalidad.
Conclusiones
En el presente informe se detalla el proceso y
se reflexiona sobre algunas de las conclusiones de un proceso de prospectiva
participativa. Hay que subrayar que los escenarios desarrollados fueron
experimentos de reflexión exploratorios diseñados para provocar una
comunicación estructurada sobre futuros plausibles de la política climática, y
fueron producidos dentro de los límites de una metodología de prospectiva por
un grupo específico de participantes.
Los escenarios resultantes dependen del
contexto y no predicen futuros probables o deseables de la política climática.
Por tanto, las conclusiones extraídas de este proceso no deben considerarse
generalizables. Por el contrario, constituyen la base de futuros debates y
demuestran la utilidad de este tipo de metodologías para explorar futuros
complejos en materia de política climática.
La metodología de prospectiva que aquí se
detalla podría utilizarse en procesos de seguimiento para desarrollar una gama
aún más amplia de futuros climáticos plausibles teniendo en cuenta diferentes
condiciones de contexto, e implicando a constelaciones variadas de
participantes. También podría ser repetida por el mismo grupo de participantes
en una fecha posterior para facilitar la reflexión sobre supuestos estables o
cambiantes acerca de los motores de la política climática a lo largo del
tiempo.
Como ilustran las reflexiones aquí expuestas,
los procesos exploratorios y cualitativos de prospectiva son una herramienta
útil para ayudar a: (1) ampliar la comprensión de los posibles desarrollos de
la política climática, (2) aumentar la reflexión crítica sobre los supuestos en
los que se basa la anticipación de los desarrollos de la política climática
dentro del grupo de investigación del SWP sobre política climática y (3)
identificar recomendaciones políticas que puedan ser sólidas a través de una
amplia gama de posibles futuros de la política climática.
Equipo
Los politólogos Miranda Böttcher, Ole Adolphsen, Oliver Geden, Jule Könneke, Felix Schenuit y Sonja Thielges son miembros del grupo de investigación SWP Política y política climáticas.
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