Alemania
Imaginación y libertad
Juan Carlos Tellechea
La Orquesta Filarmónica de Essen, bajo la égida
de su director principal, Andrea
El recital, titulado Sheherazade, concluyó con
la brillante ejecución de la suite
sinfónica homónima de Nikolai , inspirada en los
cuentos de Las mil y una noches. El amor y la pasión fueron el hilo conductor
que mantuvo el quimérico espíritu durante toda la velada.
Esta tarde el arpista Juan Antonio García Díaz,
solista de la orquesta desde septiembre de 2023, tuvo destacadas
intervenciones, valoradas especialmente por el maestro Sanguineti.
El programa incluyó el colorido concierto para
violín Los amantes de las mariposas, de los compositores chinos Chen Gang
y He Zhanhao,
quienes cuando lo escribieron en 1958, siendo ambos estudiantes del
Conservatorio de Música de Shanghai, jamás se imaginaron que su obra se
convertiría en un clásico intemporal.
Historia de amor
En esta historia de amor no consumado, Conunova
construye largas cantilenas con un vibrato inusualmente amplio sobre el suave
centelleo de los violines de la orquesta y la precisa dirección de Sanguineti.
Gradualmente aumenta la intensidad de su tono, para luego volver a reducirla en
consecuencia.
La solista se equilibra en las facetas del
sonido brillante y resplandeciente, por momentos también acerado. Interpreta
esos difíciles pasajes a varias paradas con largo aliento y muy concentrada,
sin interrupciones y con una entonación pura en su violín “Ida Levin (Giovanni
Batistta Guadagnini, cerca de 1785)”.
Junto con la Filarmónica de Essen, Conunova
utiliza con gran sensibilidad la amplia gama de expresión dramática de
Público y músicos quedaron extasiados ante las
imágenes sonoras de un paisaje legendario, inspirado en el folclore chino y en
la ópera Yue, con melodías
desgarradoras, que, en última instancia, permiten que triunfe el amor sobre la
muerte: Los dos amantes se convierten en mariposas y escapan así de su oscuro
destino.
La sala estalló en estruendosos aplausos y
vítores de júbilo que parecían no tener fin. Los espectadores se pusieron
espontáneamente de pie, en un colectivo gesto de respeto y admiración, que la violinista
agradeció con un bis antes de pasar al intervalo.
Inicio
El concierto había arrancado primero con Three-Piece
Suite, las animadas danzas de la ópera Powder Her Face (Empolvarse la cara) del destacado compositor contemporáneo Thomas Adès, que evoca la
disoluta vida de la volcánica Margaret
Campbell, duquesa de Argyll, sus innumerables aventuras amorosas y
divorcios.
La suite es una composicion llena de
mordacidad, ironía, pero sobre todo de gran virtuosismo musical. Tal como la ha
ejecutado la Orquesta Filarmónica de Essen en las manos del maestro Andrea
Sanguineti, resulta ser una pieza orquestal emocionante, con un pulsante flujo
de sonidos.
El compositor británico, tal vez el más popular
del momento, adhiere al sacrosanto principio de los tres movimientos (I.
Obertura; II. Vals; III. Finale), lo que no le impide en absoluto entregarse a
una escritura a menudo compleja. Thomas Adès describe con gran refinamiento
este vibrante poema de emoción y pasión, gracias a una orquesta rápida en
responder a todas las peticiones de su partitura.
Pasión
Todo el mundo en Gran Bretaña conocía a la
duquesa de Argyll, quien falleció pobre y endeudada, tras una accidental caída
en el asilo de ancianos donde residía, el 25 de julio de 1993. Su lujuria
sexual, su sed de amor y erotismo, su extravagancia y su excentricidad eran
legendarias. Sobre todo, su segundo juicio de divorcio fue uno de los mayores
escándalos de la historia jurídica británica. Fue declarada culpable de “promiscuidad”
con 88 hombres, algunos de los cuales incluso fueron documentados en imágenes
tomadas con una cámara Polaroid.
A nadie le interesaba el hecho de que su marido
viviera de su dinero, tratara mal a su esposa y tuviera él mismo muchas
aventuras amorosas. En 1994, Thomas Adès, que entonces tenía 24 años, llevó el
tema a la ópera, siguiendo en gran medida los acontecimientos históricos bien
conocidos. Sus andanzas comenzaron temprano, con 15 años de edad, seducida por
un David Niven de 18, quien
todavía no había iniciado su carrera de actor y que la dejó embarazada.
La música, con sus numerosos efectos y citas
(una de ellas de Carlos Gardel y otra de Astor Piazzolla), está dominada por
ritmos de danza a menudo subliminales o distorsionados. La instrumentación,
poco habitual, solo presenta cuerdas y metales con partituras sencillas, pero
varios clarinetes y saxofones, teclado, arpa (notable Juan Antonio García Díaz)
y mucha percusión.
Sheherazade
Andrea Sanguineti hace música con gran
fruición, una precisión asombrosa, pero sobre todo con soltura y gusto.. No hay
gestos estándar por ninguna parte. Pero sí un maravilloso oído. Por supuesto,
una interpretación tan grandiosa solo puede tener lugar si todo está correcta e
intensamente preparado musicalmente, como así ocurrió.
La interpretación de la suite sinfónica Sheherazade,
de Nikolai Rimski Korsakov, fue estridente, fresca y espontánea. Naturalmente,
el concertino, Daniel Bell,
tuvo mucho margen para los elegíacos solos de violín que representan la
seductora voz de Sheherazade, la ingeniosa esposa del sultán. Tocó con libertad
rapsódica y tono radiante.
La conducción de Sanguineti tuvo amplitud y
flexibilidad, especialmente durante el primer movimiento, cuando el tema severo
del temible Sultán, a veces intimidante, a veces calmado por la narración de
Sheherazade, se despliega sobre los oscilantes patrones de acompañamiento de
las cuerdas inferiores.
Maravillosa forma
La inclinación del director para dar forma en
cada momento la melodía resultó maravillosa, como en el melancólico tema de
amor del tercer movimiento, “El joven príncipe y la joven princesa”. Sanguineti
se deja llevar por el instinto y la pasión en las interpretaciones. Cuando los
violines tocan el tema por primera vez, el maestro dirige con brillo cada nota,
incluso en la pequeña floritura melódica al final de la frase.
El resultado fue libre y nada rígido. La técnica y el rico colorido de la interpretación fueron impresionantes; pocas veces se escucha el tumultuoso IV movimiento (Allegro molto; Fiesta en Bagdad – el mar – naufragio – epílogo) con tanta claridad.
La Orquesta Filarmónica de
Essen tiene un sonido distintivo, con vientos y metales ricamente sonoros, así
como cuerdas cálidas, que esta tarde llegaron a la platea con enorme emoción.
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