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La Carmen más libre, en el Maestranza de Sevilla

Redacción
viernes, 4 de octubre de 2024
Israel Galván © Sabine Hauswirth | Maestranza Israel Galván © Sabine Hauswirth | Maestranza
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El Teatro de la Maestranza de Sevilla inaugura su temporada 2024-2025 el domingo 6 de octubre con el homenaje a Carmen de Israel Galván, en una producción de Galván Company, Teatro de la Maestranza y XXIII Bienal de Flamenco de Sevilla en coproducción con Les Nuits de Fourvière – Festival International de la Métropole de Lyon.

La más apasionada y libre Carmen en un espectáculo que consuma una de las trayectorias más brillantes del baile y del flamenco. La fuerza inspiradora de un creador para un mito. La libertad, la independencia, la pasión en la mirada de Israel Galván.

Más allá del mito, desde el baile, la capacidad de atrapar y convertir en eterna la magia del instante. La fuerza de Galván acompañada por artistas tan internacionales como Nancy Fabiola Herrera (Carmen), José Bros (Don José) y Ángel Ódena (Escamillo). Dirige la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla la consagrada maestra Maria Itkonen. 

El encuentro entre Galván y Carmen parece inevitable. Ambos tan abiertamente sevillanos, al menos en apariencia. Porque Carmen es un arquetipo sevillano creado en el extranjero, en Francia, de la pluma de Prosper Merimée, autor de la novela homónima, más tarde musicada por Bizet

Aunque Galván es un artista de carne y hueso, su ascenso artístico debe también al extranjero una consagración que hizo que su talento fuera revalorizado en España y en su Sevilla natal. Pero volviendo al encuentro, Galván ya ha demostrado que no teme enfrentarse a los clásicos, como hizo con El amor brujo de Falla y La consagración de la primavera de Stravinsky

Reinterpreta las obras maestras con su personalísimo estilo, a la vez intimista y perturbador, siempre velado por un humor que no pretende desmitificar sino que forma parte del juego con el mito. En este caso, va a la esencia de Carmen, define su historia de amor a través de los tres personajes principales, no pierde la musicalidad sino que la confía a tres cantantes de ópera y una cantaora de flamenco, en una contaminación necesaria para recrear la ópera en forma de danza. Apoyando a las voces y a la coreografía, una orquesta sinfónica como cabría esperar en Carmen, pero con una pincelada irreverente e inesperada al estilo típico de Galván: las voces finlandesas de un coro masculino de gritones. Un cortocircuito que en esta nueva ópera de Galván aporta frescura a un encuentro destinado a suceder.

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