Discos
Bruckner 200Bruckner Symphony nº 9, Tonhalle Orchester Zürich, Paavo Järvi
Juan Carlos Tellechea
Tras las galardonadas grabaciones de las Sinfonías nº 7 (por la revista Diapason d'Or) y nº8 de Anton , ésta la mejor del presente año en su categoría (International Classical Music Awards), el nuevo CD de la Tonhalle-Orchester Zürich, bajo la égida de su director titular y artístico Paavo Järvi (sello ALPHA Classics/OUTHERE MUSIC FRANCE) con la nº 9 en re menor (WAB 109), es una buena prueba de la ligazón histórica de ese colectivo musical con la recepción del insigne compositor en Suiza.
Para cerrar el más reciente ciclo sobre su obra iniciado con gran éxito en enero de 2022 en la , Paavo y la célebre orquesta se decidieron por la versión original de la inacabada Sinfonía nº 9 de Bruckner. No incluyeron ninguno de los esbozos del movimiento final, en los que trabajó Bruckner hasta la mañana del 11 de octubre de 1896, día de su fallecimiento, en el ala de custodia del Palacio Belvedere (superior) de Viena. Bajo la dirección de Järvi, la Tonhalle Orchester de Zúrich insufla más energías y sutiles caracterizaciones a la última sinfonía del maestro de San Florián.
Crisol
La historia de la Orquesta zuriquesa con la música de Bruckner arrancó en 1903 cuando Richard Strauss dirigió la Tercera Sinfonía en re menor (WAB 103), dedicada a Richard , en la Tonhalle. Esta relación especial y el enfoque innovador de Järvi se acrisolan en esta grabación desde el I. Feierlich, misterioso inicial, de forma vívida y ardiente, acentuando virtuosísticamente la intensidad lírica y los estratos contrapuntísticos de la Novena.
El diálogo entre las secciones de instrumentos es vivo y caracterizado por una fuerte expresividad y mucho peso en cada frase. El impresionante II. Scherzo: Bewegt, lebhaft – Trio: Schnell puntualiza la vitalidad rítmica y danzante del movimiento. En esta diferenciada versión, Paavo Järvi reaviva aquí la música de Bruckner con un enfoque fresco y dinámico, sin apartarse nunca del lineamiento original dispuesto por el compositor.
El Trio, concretamente, es ágil y fluido, rico en contrastes, con un prominente, encomiable y refinado trabajo de las maderas y de la percusión. La posición antifonal de los violines abre el sonido al espacio y acentúa el diálogo orquestal, confiriendo a los clímax dramáticos del segundo movimiento una inefable lógica casi irresistible.
Contenido
Si bien el director mantiene a raya el elemento casi endemoniado del Scherzo, con los timbales algo refrenados, la ejecución es fascinante por su diafanidad y precisa elaboración, con una lectura que cautiva de inmediato al oyente. Por último, el III. Adagio: Langsam, feierlich, la última palabra de Anton Bruckner en esta sinfonía inacabada, despliega una profunda consunción bajo la batuta de Järvi, quien al mismo tiempo se esfuerza por resolverla.
Los puntos luminosos que establece el director brillan con clara intensidad, mientras que la modernidad de Bruckner se hace aún más límpida e intensa con las disonancias del clímax. Los pasajes finales son modelados por Paavo Järvi, enfatizando la profundidad dramática y espiritual de la obra, como si hubiera alcanzado un abisal momento de redención.
Instrumentistas
Las maderas y los metales impresionan por su expresividad tonal y las cuerdas por su sonido vibrante, cálido y rico. El director parece amasar con sus manos la música para darle esa forma peculiar con sus tempi y hondura detallada. El resultado es una Sinfonía nº 9 que atrapa de inmediato al oyente por esa lucidez, coherencia y redención que llegan hasta los levitantes momentos finales de este Adagio.
La captación y balance de sonido por el ingeniero Jean-Marie Geijsen en el aireado espacio de la Tonhalle de Zúrich es magnífica; todos los colores y los exquisito matices de la Orquesta están en este disco y conmueven sobremanera por su infinitud e inconmensurabilidad
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