España - Madrid
Marina: reparto alternativo
Jorge Binaghi
Realmente en la Zarzuela han decidido tirar la casa por la ventana para esta nueva temporada. Este inicio es muy prometedor de la nueva gestión de la directora artística.
Claro que al finalizar las funciones todo se ha complicado un tanto con el rechazo de al premio al mejor cantante español en los Premios Ópera XXI y por las razones que ha dado (tal vez no sea un modelo de diplomacia este gran barítono, pero qué razón tiene, mucha o del todo, no se puede negar).
Como Mundoclasico.com va a publicar otra reseña de mi
colega Germán García sobre el primer elenco, no me referiré ni a la puesta en
escena (que si no me ha impresionado particularmente tampoco me ha molestado)
ni a la dirección de orquesta, porque creo saber que pensamos lo mismo o
parecido. El director musical de la casa parece estar cómodo en el repertorio y
salvo algún momento grueso o demasiado fuerte estuvo bien. Instrumentistas y
coro (con algún momento de agudos tenoriles un tanto ásperos), muy bien.
De los comprimarios me habría gustado saber a quién
escuchaba como capitán Alberto, si a
Si Marina la ópera tiene un problema es que, alargada y completada por el segundo libretista (dieciséis años son muchos y el primero ya no estaba), con números añadidos, tiene un libreto que a partir del primer acto y hasta casi el final no presenta ninguna situación dramática nueva y es un pretexto para engarzar coros, tríos, dúos, arias, con rondó final como era preceptivo en el belcanto (la obra debe mucho más a Donizetti que a Verdi, y justamente su limitación está en la importancia -poca- de la palabra, que ni en el bergamasco era indiferente).
Marina
estuvo muy bien, luego de una tensión inicial en el primer acto que hizo que ‘Pensar en él’ y algún otro pasaje presentara alguna nota fija y otras engoladas. En el resto estuvo excelente, aunque su visión del personaje adoleció de un poco de monotonía (de acuerdo, el texto no le permite mucho más).Al final siguió el ejemplo de
Celso es una voz que diría en desarrollo ya que la he oído con más volumen y color más oscuro que antes, aunque no ha perdido la capacidad de llegar al sobreagudo (cierto es que, como el del final del segundo acto que hizo caer el teatro, con cierta preparación y algún esfuerzo). Ahora es más vehemente y menos elegante en el resto de su canto que antes. Ignoro si el nuevo repertorio que parece estar abordando le caerá mejor así.
El Roque de Pietro
El Pascual de Javier
El público, muy numeroso, estuvo muy complacido durante la función y sobre todo al final de la misma.
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