Geopolítica y Relaciones internacionales
Más vale votar de pie que negociar de rodillas
Juan Carlos Tellechea
Tras la ruptura de la coalición de gobierno de Alemania, encabezada por el canciller Olaf Scholz, los grupos parlamentarios del partido Socialdemócrata (SPD) y de la oposición demócrata cristiana (CDU/CSU) acordaron tras arduas negociaciones una propuesta para celebrar elecciones anticipadas al Parlamento Federal (Bundestag) el 23 de febrero de 2025.
La fecha fue planteada al presidente federal alemán Frank-Walter Steinmeier, quien la aprobó esta misma tarde del 12 de noviembre en Berlín. Los partidos Verde y Liberal (FDP), que integraban la resquebrajada coalición “semáforo” con los socialdemócratas de Scholz, también apoyan los planes.
En círculos parlamentarios de los referidos partidos se informó asimismo de que se espera que Scholz convoque un voto de confianza el próximo 16 de diciembre ante el
Plazo
El 23 de febrero está exactamente dentro de este plazo. Esto significa que las tácticas dilatorias del político socialdemócrata Olaf Scholz también han fracasado. Su deseo era celebrar la moción de confianza a mediados de enero y luego convocar nuevas elecciones a finales de marzo. Sin embargo, la presión del líder de la oposición y de la CDU, Friedrich
Merz puso así de rodillas al canciller. La CDU/CSU había amenazado recientemente incluso con bloquear todos los puntos del orden del día del Bundestag. Scholz llegó a amenazar con dificultades de pago. Para el año en curso, al gobierno en minoría que queda, formado por el SPD y Los Verdes, le falta la friolera de 4300 millones de euros: 1600 millones para los nuevos planes jubilatorios y 2700 millones para energías renovables.
Sin embargo, si el Bundestag no aprueba el presupuesto suplementario urgentemente necesario, pende la amenaza de una congelación presupuestaria que podría dejar en suspenso muchos proyectos. Sin embargo, la CDU/CSU se ha negado hasta ahora a dar su consentimiento al gobierno minoritario rojiverde. Scholz tampoco puede contar con el FDP, que aún formaba parte del gobierno hasta la ruptura de la coalición.
Organización
Hasta entonces, a los organizadores de estas elecciones en particular les espera mucho trabajo. Hay que crear comités electorales, así como encontrar y formar ayudantes. La búsqueda de colegios electorales adecuados está en marcha. Más de 60 millones de votantes recibirán correo: primero la notificación de las elecciones y, más tarde, posiblemente los documentos de voto por correo. En las últimas elecciones al Bundestag se necesitaron 25000 distritos distintos solo para el voto por correo.
La semana pasada, la Comisionada Federal de Elecciones, Ruth Brand, advirtió en una carta al canciller de los “riesgos incalculables” de votar demasiado pronto. Desde entonces, los partidos de la Unión la han acusado de dejarse instrumentalizar políticamente por Scholz. Este martes, en la sesión especial del Bundestag, Brand sonó de repente completamente diferente: unas elecciones en febrero eran “muy factibles de forma jurídicamente segura”. Las elecciones estaban previstas inicialmente para el 28 de septiembre de 2025. Por tanto, tendrán lugar siete meses antes y la campaña electoral será correspondientemente corta.
Según las últimas encuestas, la CDU/CSU liderada por el candidato a canciller Friedrich Merz va en cabeza con un 32,5% de la intención de voto, seguida de la ultraderechista, de orientación nazi, AfD con un 19,5%, el SPD con un 15,5% y los Verdes con un 11,5%.
La recién formada alianza neocomunista Sahra Wagenknecht tiene un 7%, mientras que el FDP lucha por entrar en el Bundestag con un 5%. La insistencia del canciller Scholz en una fecha electoral más tardía se podía interpretar por su interés en ser reelegido alcalde mayor de Hamburgo, al igual que el actual primer alcalde Peter Tschentscher, también del SPD. Las elecciones en esa ciudad-Estado federado del norte de Alemania están previstas para el 2 de marzo de 2025
Antecedentes
El canciller alemán anunció el pasado miércoles 6 de noviembre en Berlín que había cesado a su ministro de Finanzas, el liberal Christian
La coalición semáforo, formada además por el partido Verde alemán, que representan en el ejecutivo, entre otros, el vicecanciller y ministro de Economía, Robert Habeck, y la ministra de Asuntos Exteriores, Annalena Baerbock, quedaba así desintegrada.
La decisión se dio a conocer apenas 12 horas después de haberse confirmado en los Estados Unidos el triunfo electoral del candidato republicano y ex presidente Donald Trump.
Causas
El nuevo ministro de Finanzas es el socialdemócrata Jörg Kukies, quien hasta ahora se desempeñaba como secretario de estado en la cancillería de Olaf Scholz.
La ruptura del gobierno alemán precipitó asimismo una división del partido Liberal ya que uno de sus ministros, Wolfgang Wissing, titular de la cartera de Digital y Transporte, decidió permanecer en el cargo y abandonar al FDP.
En una alocución radiotelevisada el miércoles 6 de noviembre, el canciller Scholz desveló las causas del cese de Lindner. Éste había actuado muy a menudo en perjuicio de Alemania, en clave partidista (a favor del FDP) y había abusado de su confianza con demasiada frecuencia. Al ministro solo le interesaba su propia clientela y la supervivencia de su partido. Semejante egoísmo no es necesario en el gobierno, afirmó Scholz en su mensaje.
La sombra de Trump
En el comité de coalición, el entonces ministros de Finanzas se quejaba de que no había suficiente terreno común en las conversaciones de los últimos días sobre el rumbo de la política económica y financiera.
Después del triunfo electoral de Trump hay temores en Alemania de que estalle una guerra comercial entre Estados Unidos y la Unión Europea que podría costar a la economía alemana unos 180000 millones de euros y la pérdida de 150000 puestos de trabajo en los próximos cuatro años.
A la reunión del comité de coalición en la Cancillería alemana habían asistido Scholz y Lindner, así como el ministro de Economía Habeck, jefes de los tres partidos y de sus grupos parlamentarios, así como otros altos representantes de esas colectividades políticas. Scholz ya se había reunido dos veces antes con Habeck y Lindner en pequeños grupos para sondear compromisos.
La semana anterior, el ministro de Finanzas había presentado un documento de 18 páginas con exigencias para que se practicara un “giro económico” de 180 grados en Alemania (incluyendo la supresión de la política contra el cambio climático, una reducción de las rentas a los jubilados y de otras subvenciones de política social), aumentando así la presión sobre los socios de coalición. Sin embargo, la propuesta de Lindner fue ampliamente rechazada por el SPD y los Verdes.
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