Discos
Japan Czech Inspiration
Robert Ferrer Llueca
El mundo sonoro de dos interesantes
compositores del siglo XX impregna el CD que reseñamos a continuación, grabado
en mayo de 2021 y lanzado al mercado al año siguiente, con obras de Akira
El CD se abre con la Suite
japonesa para orquesta de cuerdas de Akira Ifukube, uno de los grandes
compositores de la escena musical contemporánea de su país natal, conocido
sobre todo por ser el compositor de la banda sonora de Godzilla. La obra,
considerada como su opus 1, está compuesta en el año 1933 y se inspiró en la escucha de
grabaciones de música española interpretadas por el pianista americano George
Como indica Lenka Bočanová en las notas al CD,
El lenguaje musical de Ifukube capta la atención de los oyentes con su uso de modos tradicionales japoneses y su renuncia a ciertos métodos de la música europea, incluyendo acordes triádicos y repeticiones de material musical. Ifukube prefiere trabajar con sutiles variaciones motívicas, creando así un aire de continuo desarrollo.
En efecto, el ritmo es un parámetro
fundamental en la música de Ifukube: ritmos repetitivos, ostinatos y metros
irregulares se dan cita a lo largo de toda la composición. Además, la música de
la Suite japonesa refleja el pensamiento filosófico de su autor quien,
como maestro, enfatiza la dimensión ética de la música.
La interpretación de esta obra por la Orquesta Filarmónica de Pilsen destaca en general por su enorme precisión y calidad tímbrica en una música de eminente carácter puntillista, en algunos puntos casi minimalista. La sección de cuerdas de la orquesta es la verdadera protagonista en esta suite, consiguiendo altas cotas de sutileza y una afinación perfecta especialmente en el segundo movimiento titulado Tanabata. La exactitud y precisión rítmicas de la orquesta, gracias en gran medida a la atenta batuta de Iwasaki, son una constante en los demás movimientos, demostrando igualmente una especial delicadeza en la interpretación de los distintos momentos cantabile que aparecen en la partitura.
Las tres composiciones orquestales de Leoš Janáček que completan el CD son realmente lo más sustancioso del mismo. Se trata de las Danzas moravas JW VI/7 (Kožich, Kalamajka, Trojky, Silnice y Rožek), las Danzas de Laquia JW VI/17 (Starodávný I, Požehnaný, Dymák, Starodávný II, Čeladenský y Pilky) y la Suite op. 3 JW VI/6 en cuatro movimientos, obras en las que la inspiración en el folklore musical moravo resulta absolutamente fundamental.
En primer lugar, podemos afirmar que la interpretación de las Danzas moravas es totalmente idiomática, de acuerdo con los cánones interpretativos de las obras de Janáček. Son enfatizados en todo momento los aires de danza que dominan la partitura, buscando cada detalle en la preciosista instrumentación. A destacar aquí el trabajo de conjunto de la orquesta para los distintos diálogos que aparecen en varias de las danzas de esta suite.
En la misma excelente línea
interpretativa se sitúan las Danzas de Laquia, algo más conocidas que
las precedentes y también de mayor dificultad, y en cuya interpretación
destacaremos el cuidado en los cambios de tempo y las transiciones o la especial
precisión en los motores rítmicos, así como una emotividad sensacional que se
mantiene durante la interpretación de toda la partitura.
Y por último, la Suite op. 3,
que está interpretada realmente con mucho gusto para el deleite del oyente, destacando
siempre las peculiaridades del lenguaje compositivo de Janáček y enfatizando
en todo momento el fraseo y los cambios dinámicos, resaltando así mismo los frecuentes
contrastes presentes en esta partitura.
En definitiva, un CD con una
selección de obras orquestales de Janáček muy acertada y muy bien
interpretada, innovador sobre todo al incluir esa obra de Ifukube de la que no
existen en el mercado muchos más registros discográficos más allá de la primera
grabación en directo de la versión orquestal de la obra procedente del año 1991 e interpretada por
la New Japan Philharmonic Orchestra dirigida por Michiyoshi Inoue.
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