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Teatro de la Zarzuela

Hace tiempo que no vengo a la Plaza Delquevenga

Germán García Tomás
martes, 17 de diciembre de 2024
La del manojo de rosas © 2024 by Teatro de la Zarzuela La del manojo de rosas © 2024 by Teatro de la Zarzuela
Madrid, domingo, 1 de diciembre de 2024. Teatro de la Zarzuela. La del manojo de rosas. Sainete lírico en dos actos y seis cuadros. Música: Pablo Sorozábal. Sainete lírico en dos actos. Música: Pablo Sorozábal. Libreto: Francisco Ramos de Castro y Anselmo Cuadrado Carreño. Producción de 1990, 34 aniversario. Dirección de escena: Emilio Sagi. Escenografía: Gerardo Trotti. Vestuario: Pepa Ojanguren. Iluminación: Eduardo Bravo (AAI). Coreografía: Goyo Montero. Reposición coreográfica: Nuria Castejón. Reparto: Beatriz Díaz (Ascensión), David Menéndez (Joaquín), Gerardo López (Ricardo), Joselu López (Capó), Rocío Faus (Clarita), Ángel Ruiz (Espasa), Enrique Baquerizo (Don Daniel), Milagros Martín (Doña Mariana), Abel Vitón (Don Pedro), Ángel Burgos (un inglés), Joseba Pinela (un camarero). Coro del Teatro de la Zarzuela. Director: Antonio Fauró. Orquesta de la Comunidad de Madrid. Dirección musical: Alondra de la Parra.
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Por muchos años que pasen, se mantendrá igual de fresca que el primer día, que las rosas que dan título a la zarzuela representada. 

Y es que, en este segundo título de la primera temporada de Isamay Benavente, el Teatro de la Zarzuela ha repuesto nuevamente la referencial producción del año 1990 que Emilio Sagi realizó para el sainete lírico moderno por antonomasia, La del manojo de rosas de Pablo Sorozábal (Teatro Fuencarral de Madrid, 13 de noviembre de 1934), emblema escénico del coliseo de la calle Jovellanos que se mantiene impoluto tras subir a escena con esta hasta en siete ocasiones. 

Y todo el éxito de público y crítica cosechado desde entonces es gracias al milagro escénico que el genial -aquí lo fue por encima de todo- regista ovetense consiguió rodeandose de unos colaboradores que le ayudaron a encajar las piezas de un puzle simplemente perfecto: la escenografía hermosa, realista diseñada por Gerardo Trotti en la que la fachada urbana es una auténtica postal, los figurines adecuados y precisos de Pepa Ojanguren y la coreografía de corte americano que no envidia a musicales debida a Goyo Montero -ambos, figurinista y coreógrafo, ya fallecidos-, y que logra vivificar el oficio de Nuria Castejón.

Milagros Martín (Doña Mariana) y Beatriz Díaz (Ascensión) en «La del manojo de rosas», régie de Emilio Sagi. © 2024 by Elena del Real.Milagros Martín (Doña Mariana) y Beatriz Díaz (Ascensión) en «La del manojo de rosas», régie de Emilio Sagi. © 2024 by Elena del Real.

34 años nos separan del debut del barítono Carlos Álvarez en ese escenario junto a la soprano Milagros Martín en los papeles protagónicos de Ascensión y Joaquín, revivido precisamente hace cuatro, a finales de 2020, en plena pandemia, en la quinta reposición, con los coristas enmascarados y las distancias de seguridad en los pasillos del teatro, cuando el malagueño se interpretaba de nuevo a sí mismo como mecánico enamorado de la florista, que ejerce su oficio ocultando su condición de señorito, y con una Milagros Martín que -ironías del destino escénico- de su amante había pasado a convertirse en su madre, Doña Mariana, en un ejercicio de transmutación admirable por la elocuencia de su sinceridad teatral, como el que nuevamente realiza en esta ocasión dando vida al mismo personaje. 

Beatriz Díaz (Ascensión) y Enrique Baquerizo (Don Daniel) en «La del manojo de rosas», régie de Emilio Sagi. © 2024 by Elena del Real.Beatriz Díaz (Ascensión) y Enrique Baquerizo (Don Daniel) en «La del manojo de rosas», régie de Emilio Sagi. © 2024 by Elena del Real.

Como lo hace repitiendo también el veteranísimo barítono Enrique Baquerizo, como un Don Daniel intachable en lo actoral y conservando aún sus acusadas notas graves en las frases de la introducción musical de la zarzuela.

Y en esta nueva visita a su casa del título lírico que mejor retrata las diferencias sociales de clase, nos permitimos echar la vista atrás y concebir toda una línea sucesoria de lo que es la columna vertebral del Manojo, el nuclear personaje de Espasa, que parte como referente discográfico del actor Antonio Martelo en el legendario registro de Pablo Sorozábal–con las voces de Teresa Berganza y Antonio Blancas, que solo cantaban, no hablaban-. 

Gerardo López (Ricardo) y Ángel Ruiz (Espasa) en «La del manojo de rosas», régie de Emilio Sagi. © 2024 by Elena del Real.Gerardo López (Ricardo) y Ángel Ruiz (Espasa) en «La del manojo de rosas», régie de Emilio Sagi. © 2024 by Elena del Real.

Y en estas tablas escénicas de la calle Jovellanos partimos desde el originario Raúl Sender pasando por el inigualable Luis Varela –creación la suya dilatada en el tiempo y de las que han hecho época y escuela- y de la que se beneficia, eso sí, con singular personalidad, el arte, pericia y fino olfato de Ángel Ruiz, que repite como en 2020 para, una vez más, no dejar de sorprender y fascinar al espectador en las facultades declamatorias de la verborrea y pedantería ilustrada en grado sumo en que revistieron los geniales Francisco Ramos de Castro y Anselmo Cuadrado Carreño a este personaje, cínico y provocador, y que Ruiz ha convertido en algo suyo e intransferible, una parte esencial de su ser como actor cómico, el epítome de sus excelentes dotes de comediante.

En el segundo reparto propuesto en esta reposición, al que asistimos –que complementaba el primero con la excelente artista Vanessa Goikoetxea junto a Manel Esteve-, la soprano Beatriz Díaz es, siguiendo el modelo de sus predecesoras (Milagros Martín, Guadalupe Sánchez, Beatriz Lanza), una Ascensión de enorme dignidad y altura escénica, de unas hechuras vocales que revisten de seriedad y emoción al personaje. 

Beatriz Díaz (Ascensión) y David Menéndez (Joaquín) en «La del manojo de rosas», régie de Emilio Sagi. © 2024 by Elena del Real.Beatriz Díaz (Ascensión) y David Menéndez (Joaquín) en «La del manojo de rosas», régie de Emilio Sagi. © 2024 by Elena del Real.

Canto exquisito y acentuado el que imprimió a su romanza 'No corté más que una rosa', sentida y emocionada pero contenida al mismo tiempo. A su lado, contó la soprano asturiana con su paisano el barítono David Menéndez, excelente actor como nos tiene acostumbrados en nuestro repertorio lírico, convincente y creíble, con actitud gallarda y chulesca como le conviene al personaje de Joaquín, muy suelto vocalmente en el dúo a ritmo de pasodoble del primer acto pero que no descuida la sutileza y un canto de mayor levedad en el dúo-habanera del segundo, 'Qué tiempos aquellos' y en su romanza 'Madrileña bonita', pese a su inicial ímpetu y empuje.

Joselu López (Capó) y Rocío Faus (Clarita) en «La del manojo de rosas», régie de Emilio Sagi. © 2024 by Elena del Real.Joselu López (Capó) y Rocío Faus (Clarita) en «La del manojo de rosas», régie de Emilio Sagi. © 2024 by Elena del Real.

La pareja cómica sobresale por su ideal encaje en actuación y habilidades coreográficas, con una Clarita de la cada vez más en alza Rocío Faus, realmente deliciosa, desenvuelta y extrovertida, derrochando frescura, y un Capó que vuelve a repetir Joselu López con su grado de atolondrada locura, aunque su decir veloz nos hace perder algo de la inteligibilidad de sus parlamentos. Correcto en lo teatral el Ricardo del tenor Gerardo López, al que se le podría pedir un punto más de socarronería en su encaramiento con Joaquín.

Pablo Sorozábal, «El manojo de Rosas», régie de Emilio Sagi. © 2024 by Elena del Real.Pablo Sorozábal, «El manojo de Rosas», régie de Emilio Sagi. © 2024 by Elena del Real.

Volvemos a constatar que son omitidas las referencias a la Plaza Delquevenga por parte de Don Pedro Botero, a Adolf Hitler cuando aquél le comenta a Espasa que pretende eliminar a un político extranjero, y el chiste de éste respecto a un chino y la bandera republicana, una lástima porque con la excusa de la memoria democrática y la de no herir sensibilidades el público de hoy que no conoce la inmortal zarzuela de Sorozábal se ve privado de todas las genialidades del libreto de una obra que, nos guste o no, como crónica social y política de su tiempo, nos habla de esa época, hace ahora precisamente 90 años.

Alondra de la Parra y la Orquesta de la Comunidad de Madrid en «La del manojo de rosas», régie de Emilio Sagi. © 2024 by Elena del Real.Alondra de la Parra y la Orquesta de la Comunidad de Madrid en «La del manojo de rosas», régie de Emilio Sagi. © 2024 by Elena del Real.

Estas funciones han sido dedicadas a la memoria del maestro Miguel Ángel Gómez Martínez, fallecido en este año, que dirigió tantas producciones en el Teatro de la Zarzuela, y con este Manojo se estrenaba en este foso Alondra de la Parra, la directora titular y artística de la Orquesta de la Comunidad de Madrid, llevando la música del compositor vasco con un esmero y una soltura muy apreciables, sabiendo dotar a cada número de la cadencia y la marca de compás adecuada, optando en ocasiones por tempos más lentos, como el del dúo-habanera, y por insertar ciertos silencios para remarcar la expresión en los momentos a solo de los protagonistas. 

Memorable debut zarzuelero por tanto de la maestra mexicana que ya la avala para seguir transitando por el sendero de este género declarado en enero Patrimonio Cultural Inmaterial y ahora aspirante a Patrimonio de la Humanidad -como trata de recordarnos cual atractivo fotográfico la original y rojigualda menina inscrita con varios nombres de famosas zarzuelas que el ayuntamiento ha colocado en la plazoleta del teatro- que por su singularidad y carácter genuinamente español hay que seguir respetando tal y como es.

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