España - Madrid
Teatro de la ZarzuelaHace tiempo que no vengo a la Plaza Delquevenga
Germán García Tomás

Por muchos años que pasen, se mantendrá igual de fresca que el primer día, que las rosas que dan título a la zarzuela representada.
Y es que, en este segundo título de la primera temporada de
, el Teatro de la Zarzuela ha repuesto nuevamente la referencial producción del año 1990 que Emilio realizó para el sainete lírico moderno por antonomasia, La del manojo de rosas de Pablo Sorozábal (Teatro Fuencarral de Madrid, 13 de noviembre de 1934), emblema escénico del coliseo de la calle Jovellanos que se mantiene impoluto tras subir a escena con esta hasta en siete ocasiones.Y todo el éxito de público y crítica cosechado desde entonces es gracias al milagro escénico que el genial -aquí lo fue por encima de todo- regista ovetense consiguió rodeandose de unos colaboradores que le ayudaron a encajar las piezas de un puzle simplemente perfecto: la escenografía hermosa, realista diseñada por Gerardo
34 años nos separan del debut del barítono
en ese escenario junto a la soprano en los papeles protagónicos de Ascensión y Joaquín, revivido precisamente hace cuatro, a finales de 2020, en plena pandemia, en la quinta reposición, con los coristas enmascarados y las distancias de seguridad en los pasillos del teatro, cuando el malagueño se interpretaba de nuevo a sí mismo como mecánico enamorado de la florista, que ejerce su oficio ocultando su condición de señorito, y con una Milagros Martín que -ironías del destino escénico- de su amante había pasado a convertirse en su madre, Doña Mariana, en un ejercicio de transmutación admirable por la elocuencia de su sinceridad teatral, como el que nuevamente realiza en esta ocasión dando vida al mismo personaje.Como lo hace repitiendo también el veteranísimo barítono Enrique
Y en esta nueva visita a su casa del título lírico que mejor retrata las diferencias sociales de clase, nos permitimos echar la vista atrás y concebir toda una línea sucesoria de lo que es la columna vertebral del Manojo, el nuclear personaje de Espasa, que parte como referente discográfico del actor Antonio
en el legendario registro de Pablo Sorozábal–con las voces de Teresa y , que solo cantaban, no hablaban-.Y en estas tablas escénicas de la calle Jovellanos partimos desde el originario Raúl
En el segundo reparto propuesto en esta reposición, al que asistimos –que complementaba el primero con la excelente artista Vanessa
junto a Manel -, la soprano es, siguiendo el modelo de sus predecesoras (Milagros Martín, Guadalupe Sánchez, Beatriz Lanza), una Ascensión de enorme dignidad y altura escénica, de unas hechuras vocales que revisten de seriedad y emoción al personaje.Canto exquisito y acentuado el que imprimió a su romanza 'No corté más que una rosa', sentida y emocionada pero contenida al mismo tiempo. A su lado, contó la soprano asturiana con su paisano el barítono David
La pareja cómica sobresale por su ideal encaje en actuación y habilidades coreográficas, con una Clarita de la cada vez más en alza Rocío
Volvemos a constatar que son omitidas las referencias a la Plaza Delquevenga por parte de Don Pedro Botero, a Adolf Hitler cuando aquél le comenta a Espasa que pretende eliminar a un político extranjero, y el chiste de éste respecto a un chino y la bandera republicana, una lástima porque con la excusa de la memoria democrática y la de no herir sensibilidades el público de hoy que no conoce la inmortal zarzuela de Sorozábal se ve privado de todas las genialidades del libreto de una obra que, nos guste o no, como crónica social y política de su tiempo, nos habla de esa época, hace ahora precisamente 90 años.
Estas funciones han sido dedicadas a la memoria del maestro Miguel Ángel
, fallecido en este año, que dirigió tantas producciones en el Teatro de la Zarzuela, y con este Manojo se estrenaba en este foso , la directora titular y artística de la Orquesta de la Comunidad de Madrid, llevando la música del compositor vasco con un esmero y una soltura muy apreciables, sabiendo dotar a cada número de la cadencia y la marca de compás adecuada, optando en ocasiones por tempos más lentos, como el del dúo-habanera, y por insertar ciertos silencios para remarcar la expresión en los momentos a solo de los protagonistas.Memorable debut zarzuelero por tanto de la maestra mexicana que ya la avala para seguir transitando por el sendero de este género declarado en enero Patrimonio Cultural Inmaterial y ahora aspirante a Patrimonio de la Humanidad -como trata de recordarnos cual atractivo fotográfico la original y rojigualda menina inscrita con varios nombres de famosas zarzuelas que el ayuntamiento ha colocado en la plazoleta del teatro- que por su singularidad y carácter genuinamente español hay que seguir respetando tal y como es.
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