Francia
Todos los humanos sentimientos
Francisco Leonarte

Versión de concierto para una de las mayores obras maestras de la Historia de la Música, donde uno no sabe qué admirar más, si la inteligencia del libreto o la expresividad de la música.
Sobre la escena, dispuestos en cuarto de luna, los integrantes del Banquet Céleste, conjunto barroco que no tiene director, y a la vista de los magníficos resultados, uno se pregunta, en efecto, si es el director de orquesta un elemento absolutamente necesario en este tipo de formaciones... Hemos querido citar a todos sus componentes en la distribución porque cada uno de ellos lo merece. Una pequeña formación que, cierto, debe de ser mayor de lo que se supone había en los teatros venecianos de mediados del siglo XVII, pero que rinde sin alharacas la variedad de matices contenida en la partitura y, en definitiva, resulta fidelísima al espíritu monteverdiano (o de Monteverdi y su taller, para los quisquillosos que esto lean). Los cantantes se sitúan en el espacio que queda delante de los instrumentistas
Antes de empezar nos anuncian que Ray Chenez se halla indispuesto pero que cantará de todas formas (y se lo agradecemos, porque tratándose de un concierto de este tipo, me extrañaría que hubiesen previsto un sustituto). De hecho Chenez tendrá en contados momentos algún chirrido, la voz que se le escapa. Lógico cuando se está enfermo y se aborda Nerón con toda la fuga que requiere el personaje. Pero bien puede decirse, en total, que, a pesar de su indisposición, el contratenor realiza un buen trabajo, de mucha expresividad.
Tampoco puede decirse que tenga un canto perfectamente límpido, puede haber algún detalle por aquí o por allá que esté menos conseguido, pero también consigue dar pasión a su personaje, hacerlo de carne y hueso. No es una Poppea meliflua. Es una señora Poppea.
Intensa la Ottavia de Victoire , con perfecta inteligibilidad, sin cargar tintas pero con gran dominio del canto, del personaje y del estilo.
Buen trabajo el de Paul Figuier, aunque el hecho de dar los dos papeles de nodriza al mismo intérprete nos priva de las diferencias entre las mismas, diferencias que en otras producciones pueden ser sabrosas.
Deliciosa como vino fresco y afrutada la voz de Camille , componiendo un Amor y un Paje tan pícaros como atractivos. Más que sólido el Séneca de Adrien , que esperamos poder escuchar de nuevo. Valeria se encuentra especialmente cómoda como Drusilla. Y buen trabajo de Sebastian , Thibault Givaja y .
En cuanto a Paul-Antoine , servidor de ustedes intentará retener el nombre porque pocas veces ha escuchado un contratenor tan convincente. Voz llena, fraseo admirable, naturalidad en la emisión, y una gran sencillez unida a una gran intensidad dramática. Un gran Otone.
Como ustedes comprenderán, entusiasmo y emoción del público al finalizar la obra. Porque escuchar una buena Coronación de Poppea es como viajar por todos los sentimientos humanos, de los más nobles a los más rastreros.
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