Suiza

Lucerna: el universo de ‘Le piano symphonique’ (III/III): Shostakovich y Kissin

Agustín Blanco Bazán
miércoles, 29 de enero de 2025
Evgeny Kissin © by Johann Sebastian Haenel Evgeny Kissin © by Johann Sebastian Haenel
Lucerna, miércoles, 15 de enero de 2025. Konzert Saal del Centro Cultural de Lucerna (KKL). Obras de D. Shostakovich: Cuatro poemas del Capitán Lebjadkin (Alexander Roslavets, bajo y Evgeny Kissin, piano). Quinteto para piano y cuarteto de cuerdas op 57 (Cuarteto Koperman, Evgeny Kissin), Trio para piano, violín y chelo nro. 2 (Evgeny Kissin, Guidon Kremer, Giedre Dirvanauskaite). Canciones de la poesía folklórica judía op. 79. (Chen Reiss, Rachel Frenkel, Michael Schade, Evgeny Kissin). Festival ‘Le piano symphonique 2025’
0,0010015

La tercera noche del festival, presentada como la primera parte de un “Proyecto Shostakovich 2025 iniciado por Evgeny Kissin” comenzó con este célebre pianista acompañando a Alexander Roslavets, un bajo de imponente y amigable estatura que cantó y actuó los Cuatro poemas del Capitan Lebjadkin op. 146 con voz de timbre claro y vibrante. Enfatizo el hecho de que actuó porque sin actuación es imposible entronizarse en la sardónica personalidad de Lebjadkin, un nihilista personaje de Los demonios de Dostoievsky que reflexiona cruelmente sobre sus amores, la alegoría de una cucaracha encerrada con moscas en una botella, la hipócrita inocencia de las debutantes en un baile de sociedad, y finalmente el pretendido idealismo de un disidente obligado a abandonar Rusia.

Pocas veces lamenté tanto no poder entronizarme en las sutilezas de un idioma tan apto para engarzar humor y amargura en una fusión inseparable, máxime cuando en algunos momentos Roslavets confrontó con sus miradas y gestos al pianista, hoy uno de los disidentes mas formidables del dictador Putin. Ello porque Kissin ha sido declarado como “agente foráneo” por su apoyo a Ucrania y su deseo vía Facebook de que “todos sobrevivamos a Putin y sus compinches."

Siguió el Quinteto para piano y cuerdas op 57 que comenzó con estas últimas produciendo sonoramente opacos y cromáticamente erráticos acordes introductorios. Pero los maduros instrumentistas del cuarteto Koperman, aun cuando ya no exhiban la técnica de antaño, están artísticamente consustanciados con un Shostakovich con quién dos de ellos, el violinista Boris Kuschnir y el violista Igor Sulyga, trabajaron personalmente. Es así que a partir de la fuga del adagio lograron sincronizar con la modélica expresividad de Kissin (a sus cincuenta y tres años de edad mas asertivo que “virtuoso”). En el Intermezzo el Lento fue sostenido con palpitante energía y el Allegretto final fue de una expresividad palpitante pero nunca agitada.

Guidon Kremer, Evgeny Kissin y Giedre Dirvanauskaite en el festival 'Le piano symphonique 2025'. © 2025 by Philipp Schmidli.Guidon Kremer, Evgeny Kissin y Giedre Dirvanauskaite en el festival 'Le piano symphonique 2025'. © 2025 by Philipp Schmidli.

Para el Trío nº 2 opus 67 se agregaron a Kissin otros dos ejecutantes de formidable capacidad de precisión y sensibilidad interpretativa, el violinista Gidon Kremer y la chelista Giedrė Dirvanauskaitė. En contraposición a la indecisa apertura del Quinteto, el canon inicial del Andante moderato que abre esta obra sonó durante toda ella con la incisiva claridad que ha llevado a muchos a calificarla como “neoclásica.” Y lo mismo ocurrió con el canon que sigue a la passacaglia del Largo, al final del cual los instrumentistas se entregaron con soltura e intensidad al vibrante attaca que los llevó sin pausa un Allegretto final ejecutado con punzante y virtuoso stacatto.

El desafiante y sombrío tema judío machacado al final del Trío sirvió de adecuada introducción al Lamento sobre la muerte de un pequeño con el que la mezzo Rachel Frenkel abrió las canciones De la poesía popular judía op.79. En ellos, y siempre con el enfático y al grano acompañamiento de Kissin se agregaron la soprano Chen Reiss y el tenor Michael Schade. Nada escapó a estos espléndidos interpretes de solos, dúos y tríos declamados con luminosa y expresiva ingenuidad, desde la lacerante canción fúnebre al comienzo hasta la arrebatadora enajenación danzante de La felicidad que cerró este inolvidable viaje con Shostakovich en mi tercera noche en Lucerna.

Dos jóvenes pianistas: Shmukler y Ciobanu

Dos conciertos de mediodía en una de las salas de exposiciones de este atractivo centro cultural permitieron apreciar a dos juveniles talentos pianísticos. El primero de ellos, Ilya Shmukler (ganador del concurso Géza Anda 2024) aporreó el piano del principio al fin, con talentosa precisión, pero poco refinamiento. La primera víctima fue una Toccata de J.S. Bach implacablemente latigueada con estrepitosa tendencia al fortissimo. Siguieron unas Variaciones de Walter Furrer en primera audición, y, con similar sobre-énfasis, los admirables Funérailles de las harmonies poétiques et religieuses de F. Liszt. ¡Gracias al pianista por incluirlas, aún cuando, como ocurrió con los Estudios Sinfónicos op. 13 de Schumann que cerraron el recital, el piano siguió siendo aporreado con excesiva furia!

Mejor estuvo Daniel Ciobanu, un pianista sensible y asertivo en Cuadros de una exposición de Musorgski y similarmente virtuoso en las demás composiciones que agregó al programa, Basso ostinato de Rodion Shchedrin, Carrillon nocturne de George Enescu, Suggestion diabolique de Sergei Prokofiev y una excelente ejecución de la Rapsodia Húngara nº 12 de F. Liszt.

Epílogo

Después de mi partida, la Orquesta Sinfónica de Lucerna bajo la batuta de Michael Sanderling, acompañó en el Concierto nº 2 de S. Rachmaninoff al pianista Yunchan Lin quién como solista interpretó Las Estaciones de P. I. Chaikovski, y Kissin se unió a Gautier Capuçon en un programa con Sonatas de Shostakovich. 

Y finalmente, Marta Argerich se curó para sus típicos recitales con amigos (“Martha Argerich and friends”) en este caso la violinista Janine Jansen, junto a su proverbial amigo de siempre, el chelista Mischa Maisky. Su aparición final fue con el Concierto nº 1 para piano de Beethoven con la Sinfónica de Lucerna bajo la dirección de Gregory Ahss que cerró este cuarto festival de Le piano symphonique. 

Comentarios
Para escribir un comentario debes identificarte o registrarte.