Alemania

Hablar es tan delicado como el silencio

Juan Carlos Tellechea
jueves, 13 de marzo de 2025
Alice Sara Ott © 2024 by Hannes Casper / Deutsche Grammophon Alice Sara Ott © 2024 by Hannes Casper / Deutsche Grammophon
Düsseldorf, sábado, 8 de marzo de 2025. Gran sala auditorio Mendelssohn de la Tonhalle de Düsseldorf. Solista Alice Sara Ott (piano). John Field, selección de Nocturnos. Ludwig van Beethoven, Sonata nº 19 en sol menor op 49 nº 1, Sonata nº 14 en do sostenido menor op 27 nº 2, Quasi una fantasia, conocida como Claro de luna (en alemán “Mondscheinsonate”). Bis: Arvo Pärt, Para Alina. Ciclo Piano Solo. Organizador Heinersdorff Konzerte-Klassik für Düsseldorf. 100% del aforo.
0,0003556

Alice Sara Ott, como es su costumbre, toca descalza. Esta vez anunció al público que no habrá intervalo en este recital del ciclo Piano Solo, organizado por Heinersdorff Konzerte-Klassik für Düsseldorf, que terminó media hora antes de lo previsto en la sala Mendelssohn de la Tonhalle. La velada la abrió la pianista con el Nocturno nº 17 en do mayor de John Field y siguió de inmediato con la Sonata nº 19 en sol menor op 49 nº 1 de Ludwig van Beethoven, tocados con sensibilidad y gran desenfado.

La iluminación color azul noche en torno al Steinway D sobre el escenario hacía más íntima la proximidad con el público. Una vez que tocó las notas finales del Rondo-Allegro de la Sonata en sol menor se puso de pie agradeció los efusivos aplausos y volvió a sentarse sobre la banqueta. Relató que tras aterrizar en Düsseldorf tuvo que someterse de inmediato a un examen radiológico en una clínica.

Tragedia

Alice Sara Ott se ha adaptado a una realidad muy dura en su vida personal y artística. Los médicos le diagnosticaron en 2018 esclerosis múltiple, una enfermedad incurable que a lo sumo puede ser tratada ayudándola a que se recupere de las crisis que van (remisión) y vienen, cambiando el curso de la dolencia y controlando los síntomas. La dolencia tiene muchas caras diferentes. Es un largo, muy largo calvario. Si bien actualmente no parece una carga en su vida, tiene que someterse a controles de resonancias magnéticas periódicamente.

Es admirable cómo la concertista habla de su tragedia como al pasar; la sobrelleva con entereza. Toca, explica el programa y resulta convincente. Con la Sonata Claro de Luna cierra con colosal entrega, casi exhausta, el programa entre ovaciones del público puesto espontáneamente de pie.

Don Giovanni

Muchos espectadores se han percatado de los ecos, intencionados o no, en el Adagio sostenuto, en do sostenido menor de esta sonata, del trío nocturno que sigue a la puñalada mortal en el corazón del Comendador al principio de la ópera Don Giovanni de Wolfgang Amadé Mozart. Como esta escena tiene lugar de noche ni siquiera hay que hacer mucho esfuerzo para acostumbrarse a la asociación con la luz de la luna.

Es encomiable además que Alice Sara Ott traiga estas referencias al piano antes de interpretar la Sonata nº 14 de Beethoven y señale también similitudes con el Nocturno nº 9 en mi menor de John Field. Este contemporáneo de Mozart y de Beethoven, solo medianamente conocido y raramente interpretado en conciertos, está especialmente cerca del corazón de la pianista en este momento, por lo que mezcló sus piezas cortas para piano como contraste mediador entre la interpretación de las sonatas números 14 y 19.

Perlas mozartianas

Es posible que quienes se distrajeran un momento al principio no se dieran cuenta de la transición entre el sorprendentemente alegre Nocturno en do mayor de Field y las perlas mozartianas del comienzo de la Sonata op 49 nº 1 de Beethoven, en la que el tono ronco del compositor solo aparece por momentos. Y eso habla de la calidad de Field, cuya música la pianista interpreta con sentimiento pero sin sensiblería.

Hablar es tan delicado como el silencio. En la Sonata nº 14, la pianista construyó hábilmente el desarrollo desde el Adagio sostenuto pasando por el Allegretto hasta el furioso Presto agitato como clímax dramático. Aunque el final fue audiblemente un paseo infernal, Alice Sara Ott no se dejó llevar por estridencias chillonas y virtuosismo puramente externo. E incluso como continuación del tema de Don Giovanni, esta interpretación resultó más que convincente.

Precisión

Pieza enlazada

Alice Sara Ott es una pianista con muy exquisito gusto. El miniaturista John Field se beneficia de ello con sus nocturnos, que no solo suenan tristes y nublados, sino a menudo también luminosos y meridionales, juguetones y traviesos. Alice Sara Ott no solo capta al piano con gran precisión el carácter de estos momentos musicales, que oscilan entre Mozart, Beethoven y Schubert, sino que además ha encontrado para ellos un hermoso término en partituras antiguas: “tragedia al pasar”. Eso lo resume muy bien.

Bis

Por último, ante tanta efusividad de la platea, la artista se despidió con Para Alina de Arvo Pärt, que puso fin en 1976 al silencio de casi una década de este compositor. Pärt había encontrado en ese momento su nuevo mundo con su sencilla direccion vocal, orientada en segundas y tríadas, así como sus relaciones numéricas simples y claras. Alice Sara Ott lleva este mensaje muy íntimamente dentro suyo, como un espejo de su propia personalidad, en esta gira internacional que la lleva a varias ciudades europeas y de Estados Unidos hasta junio próximo.

Comentarios
Para escribir un comentario debes identificarte o registrarte.