Discos
Ravel 2025Ravel. The complete works with piano
Juan Carlos Tellechea

El pianista François-Xavier Poizat, junto a varios solistas y la Philharmonia Orchestra, dirigida por Simone Menezes, ha reunido por primera vez en un impresionante volumen de seis CDs (sello Aparté Music) la integral de obras para piano de su compositor favorito, Maurice Ravel, para el 150º aniversario de su nacimiento el 7 de marzo de 1875 en Ciboure (País Vasco francés).
Las extraordinarias condiciones de grabación de este proyecto excepcional, realizado en un lapso de 18 meses, con cerca de 120 músicos, técnicos e ingenieros de sonido, lo convierten en una amplia colección sonora única en su tipo.
Muchas de las piezas resultan ser agradables descubrimientos para el oyente, porque Ravel las compuso primero para piano antes de orquestarlas, entre ellas Le Tombeau de Couperin y Valses Nobles et Sentimentales, incluídas aquí.
Esas versiones originales eran algo más que esbozos para una evolución ulterior. Verbigracia, la Pavane pour une infante défunte es impactante desde su génesis; y otras como Jeu d'eau siguen siendo tan populares como al momento de haber sido concebidas para ese instrumento.
Si todavía no han presenciado o escuchado conciertos o grabaciones de François-Xavier
El control y uniformidad que aporta a los arpegios de la mano izquierda en Une barque sur l'océan evocan vívidamente esas aguas en estado sereno o agitado. A lo largo de La vallée des cloches crea un amplio espectro de matices con perspectivas multidimensionales.
En Gaspard de la nuit Poizat devuelve a las secuencias de notas repetidas y dobles la cadencia y la alegría que perdieron durante décadas, al permitir que el carácter sea establecido por los bruscos cambios de humor.
El CD1 contiene los dos conciertos para piano y orquesta, con la Philharmonia bajo la égida de
El Concierto para la mano izquierda suena con una diafanidad de gran refinamiento. El diálogo entre el piano y el colectivo musical es fantástico en el Concierto en sol mayor.
El CD2 sorprende por sus rarezas y miniaturas, como se menciona en el folleto que acompaña a la caja. Comienza con Frontispiece, para tres pianistas, que cautiva al oyente con su singularidad. Aquí se unen Louis Schwizgebel y Anaïs Cassiers. El primero lo hace además en los brillantes Sites auriculaires. La segunda pista la ocupa la Sérénade Grotesque que gozaba de gran actualidad en 1893, tiempos de Claude y Erik .
Buena parte de las composiciones miran hacia el pasado, como es el caso del alegre Menuet antique o Le Tombeau de Couperin, que dedicaba a sus amigos caídos durante la Gran Guerra (1914-1918), tocado con desenfado y fluidez (la Toccata suena con gran precisión).
Poizat es muy elegante y un modelo de calidez expresiva en la Sonatine y en el tratamiento de sus texturas de filigrana. En los episodios introspectivos de los Valses nobles et sentimentales, de ritmo juicioso, danza con sensualidad y restallan las disonancias, para deleite de todos, solista y oyentes.
Las canciones de Ravel, como Don Quijote y Dulcinea no podían faltar. Otro tanto ocurre con la sensual y seductora Vocalise-étude en forma de habanera o las Chansons madécasses (Canciones malgaches) en las que explora la poesía erótica de Évariste-Désiré de Parny, con la intervención del barítono Thomas Quatuor Voce. Las interpretaciones de Suzanne Jerosme y de Brenda Poupard son exquisitas.
Las grabaciones realizadas en diferentes momentos en la Henry Wood Hall de Londres, el Théâtre populaire romand – Centre neuchâtelois des arts vivants (La Chaux-de-Fonds), el Gustav-Mahler-Hall-Cultural Center de Bolzano y el Studio Ernest-Ansermet de Ginebra y en la Sala Colonne de París por los ingenieros de sonido Hugo Scremin, Nicolas Bartholomée, Maximilien Ciup, Paul Giroux, Marie Attard y Lucas Joseph ofrecen siempre una imagen amplia pero bien proporcionada en una acústica aireada. Los pianos no destacan en exceso, por lo que la escucha resulta en todo momento muy cómoda.
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