Musicología

De inocentes, locos, genios y pseudocríticas

Carlos M. Fernández Fernández
miércoles, 24 de diciembre de 2003
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0,000145 El pasado 18 de Diciembre de 2003 se celebró en Coruña un concierto extraordinario patrocinado por la Fundación Caixa Galicia con obras de Chaicovsqui y Hans Rott. Un concierto excepcional y novedoso la obra de Root era estreno en España. Pero en todo hay quien te recuerda aquel viejo refrán de “zapatero a tus zapatos”. Transcribo el comentario a la obra de Rott, debido a la pluma de Justo Romero, según figura en la nota de prensa difundida por la organización:“Como Donizetti, Hugo Wolf y algunos otros genios incomprendidos de su tiempo, Hans Rott murió loco, en el manicomio vienes donde pasó los últimos meses de su corta existencia. Murió desilusionado frustrado y derrumbado moralmente ante la incompresión de su entorno artístico. Corría el 25 de Junio de 1884 y el compositor contaba solo 26 años. Unos años después, en 1900, su amigo y compañero de estudios Guastav Mahler le recordaba con palabras sentidas “Es verdaderamente imposible hacer una valoración de lo que la música ha perdido con la muerte de Hans Rott. Su Primera Sinfonía alcanza tales cotas de genialidad que se convierte, sin exageración en la madre del nuevo género sinfónico tal como yo lo concibo. Su ser más profundo es tan cercano al mío que parecemos frutas del mismo árbol, que surgen de la misma tierra y respiran el mismo aire. Juntos pudiéramos haber hecho cosas increíbles en nuestra nueva er musical”. La Sinfónica de Galicia y Víctor Pablo estrenan el jueves 18 de Diciembre de en España esta Sinfonía numero 1, en Mi mayor de Hans Root, obra que como escribe Mahler, resultó de decisiva en la configuración del sinfonismo ulterior. Hoy la música y la figura de Root se abren desde Galicia al público español. Un día desagravio y rectificación de un error que comenzó ya en vida del Propio Rott”No voy a ser yo quién le lleve la contraria a Mahler, ¡Dios me libre!, hay otros más capacitados que yo para estos menesteres. Lo que si me motiva para escribir estas breves líneas es la desfasada relación genialidad y locura que emplea el comentarista más propio de finales del siglo XIX que del siglo XXI en que nos encontramos.Rott acaba su sinfonía en Septiembre de 1880, y en octubre de 1880 a raíz de un desafortunado incidente desencadenado por una persona que fumaba un cigarro –capitulo digno de la política antitabáquica que hay hoy en día en nuestra sociedad – sufre un cuadro psicótico agudo que podríamos clasificar como una manía persecutoria. El seguimiento histórico de las fechas nos lleva a dilucidar que ¿Qué importaría la enfermedad mental en su labor compositiva si hasta fechas posteriores a la terminación de su sinfonía no es ingresado en un centro psiquiátrico?La idea de locura y genialidad es una idea clásica, imposible de mantener hoy en día, ya los pensadores griegos hicieron suya la idea de una locura divina en el artista e hicieron de él un individuo inspirado. La Ilustración hizo obsoleta la imagen del loco ingenioso que ofrecía verdades enigmáticas e imágenes carnavalescas. El nacimiento de los asilos confrontó al artista loco con el riesgo de ser encerrado para el bien de si mismo o de la humanidad. Así los artistas de la edad de la razón no se cubrieron con el manto de la locura, el genio se apreciaba en el equilibrio y la sensatez. Esta corriente fue abandonada de manera atrevida o temeraria por las corrientes de fin du siècle. Y desde el punto de vista psiquiátrico Cesare Lombroso, en su obra L'uomo di genio: in rapporto alla psichiatria, alla storia e all'estetica (1882), sostuvo que, como si fueran una especie o clase aparte, los artistas y escritores estaban trastornados y necesitaban tratamiento. El psicoanálisis de Freud no hizo más que perpetuar esta estigmatización al considerar el arte como hijo de la neurosis. Así los colapsos nerviosos que sufrieron los artistas a principios del siglo XX no hicieron más que alimentar este debate entre genio y locura.Como se podrá comprender desde el punto de vista histórico-médico es difícil seguir manteniendo o tratando de justificar la validez de una obra artística sencillamente por la casualidad de que el artista haya sido o no clasificado como loco, y creo que si se quiere recurrir a estos argumentos se debe estudiar antes a la evolución social de estos conceptos y no utilizar argumentos trasnochados. El debate actual sobre la enfermedad creadora, aunque en otros términos, sigue muy candente como se puede comprobar por la obra de Kay Redfielf Jamison Touched with fire: Manic-Depresive Illnes and the artistic Temperament [Tocado por fuego: la enfermedad maniaco depresiva y el temperamento artístico, 1998 ] que consiste en las reflexiones de un psiquiatra maniaco depresivo; o los escritos del neurólogo Oliver Sacks [El Hombre que confundió a su mujer con un sombrero, 1998].Para completar mis datos, los que habéis leído mis colaboraciones sabéis que soy un simple aficionado a la música, ¿alguien me puede decir si Donizetti (1797-1848) estaba loco?. Tengo entendido que al final de su vida tenía ciertos trastornos mentales, pero no conozco que los tuviese desde edades tempranas para calificarlo de tal manera. Así queda abierta una opción para el foro, animo y aclararme las dudas.
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