Ópera y Teatro musical

Con la mirada fija en el futuro

Eduardo Benarroch
viernes, 12 de marzo de 2004
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0,0003591 Si se hubiera puesto un signo de pregunta luego del título la respuesta sería: “En Stuttgart, por supuesto!” , pero la pregunta seguiría en el aire, “y por qué?”. Esta nota tratará de sacar las dudas y las preguntas a los lectores que cuestionen porqué Mundoclásico.com no está dedicando este espacio a la Ópera de Viena, o a Berlín o a Múnich. La respuesta podría ser simplísima: “porque la Ópera de Stuttgart ha sido nombrada cuatro veces en los últimos cinco años como Teatro de Ópera del Año por los críticos de habla alemana”. Y esos críticos comprenden Alemania, Austria y Suiza.Otra respuesta mas completa podría ser porque su orquesta, coro y director musical han sido nombrados por esos mismos críticos como los mejores del año en su género, y también muchas de sus producciones. ¿Cómo es posible que esta meritoria compañía de ópera no sea más conocida en el exterior? Porque la gente tiende a concentrarse en figuras estrellas que habitan teatros más conocidos, en especial en Berlín, Viena o Munich. Pero no se debe olvidar que en Alemania hay más de 80 teatros de ópera y que todos poseen su política artística independiente.Pero hagamos un poco de historia antes de entrar en detalles.El edificio de la Ópera del Estado fué inaugurado en septiembre de 1912 habiendo sido diseñado por el famoso arquitecto Max Littman quien ya había construido el Prinzregententheater en Munich y el Schiller Theater en Berlin.El concepto arquitectónico de Littman fué original por la forma en que vinculó los dos teatros, uno de ópera y el otro de drama, con un edificio administrativo y depósito en el medio. El teatro pequeño (Kleines Haus) fué destruido en 1944, pero el edificio principal fué el único teatro que sobrevivió intacto en toda Alemania aparte de Bayreuth.En 1912 el teatro pequeño fue el lugar donde la primera versión de Ariadna en Naxos recibió su estreno mundial bajo la batuta de su compositor Richard Strauss con la dirección escénica de Max Reinhardt.Al culminar la segunda guerra mundial, la Ópera de Stuttgart sirvió de escenario para la reconstrucción política y administrativa de Alemania bajo la guía del General Eisenhower.En 1950 el escritor y dramaturgo alemán Walter Eric Schäfer se convirtió en Director General de Teatros de Württenberg y por 21 años dirigió los destinos artísticos de la ópera de Stuttgart . Para ello contó con la colaboración de Ferdinand Leitner quien ejerció el puesto de Director de Música desde 1947 hasta 1969. Carlos Kleiber fué Kapellmeister en Stuttgart por varios años.Pero si la calidad musical fue siempre indiscutible, la mirada del mundo internacional se volcó hacia las producciones en particular las de los destacados productores alemanes Günther Rennert y Wieland Wagner. Mientras que Rennert dirigió ópera y drama poniendo especial énfasis en la habilidad actoril de sus cantantes, Wieland Wagner desarrolló sus ideas y nuevas visiones estéticas en Stuttgart antes de llevarlas a Bayreuth. Por doce años Stuttgart se convirtió en el primer teatro de Alemania siendo llamado el Bayreuth de invierno, por las frecuentes producciones de Wieland Wagner.Pero que gran error sería concentrarse solamente en Wagner porque durante esos mismos años Stuttgart presentó nada menos que 57 nuevas óperas de compositores contemporáneos como Stravinsky, Honegger y Egck en premieres alemanas y mundiales.Luego de Leitner, siguieron el checo Vaclav Neumann y luego del alejamiento de Schäfer en 1972, el aclamado tenor suabio Wolfgang Windgassen asumió la dirección general de la Ópera de Stuttgart.Pero si la ópera es lo que nos interesa primordialmente, no hay que olvidar que todo teatro de ópera posee también una compañía de ballet y Stuttgart no es la excepción. Con gran visión, Schäfer nombró al lituano Nicholas Beriozoff a cargo del ballet y Beriozoff a su vez reclutó los servicios del americano John Cranko en 1961, quien permaneció en su cargo hasta su repentina muerte en 1973. Puede decirse sin lugar a duda que si Wieland Wagner fue una de las grandes influencias en la nueva forma de ver ópera, John Cranko fue su equivalente en ballet y quizás mucho mas. Con Cranko el Ballet de Stuttgart adquirió renombre internacional y hoy la escuela de ballet de Stuttgart lleva su nombre.En 1972 Hans Peter Doll asumió la dirección de los Teatros de Stuttgart; a su vez Doll nombró al renombrado director suizo Silvio Varviso como Director Musical.La repentina muerte de Wolfgang Windgassen en 1974 obligó a Doll a buscar un reemplazo y la elección cayó sobre los hombros del Dr Wolfram Schwinger, destacado musicólogo alemán y editor de música del periódico Stuttgarter Zeitung.Durante el periodo a cargo de Schwinger, el alemán oriental Götz Friedrich hizo su debut en Stuttgart, el francés Jean Pierre Ponnelle escenificó su visión de El Anillo de los Nibelungos y en 1979 Stuttgart dedicó un ciclo entero a presentar todas las óperas de Wagner desde El Holandés Errante hasta Parsifal.Con su vista siempre fija en el futuro, el público de Stuttgart presenció estrenos de operas de Henze y también de Penderecki y regies de Harry Kupfer, Achim Freyer y Peter Zadek.Durante los años 1983 y 1984 el teatro de ópera fue sujeto a una intensa renovación que incorporó los más modernos avances en la técnica de iluminación y de movimiento de escenografías con una capacidad de 1400 espectadores.El 1985 el Ministerio de Cultura de Baden-Württemberg decidió descentralizar sus actividades teatrales quitando la responsabilidad total de todos los teatros a una sola persona.Desde 1985 hasta 1992 hubo un nuevo director: el profesor Wolfgang Gönnenwein, quien propuso la introducción de nuevos estilos en la ópera. Uno de sus triunfos iniciales fue la producción de Die Soldaten (Soldados), de Bernd Alois Zimmerman con la dirección magistral del alemán oriental Harry Kupfer (disponible en DVD Arthaus Musik 100 270 y muy recomendada) con la batuta del director musical de entonces, el americano Dennis Russel Davies a quien sucedió el español García Navarro en 1987. La grabación comercial es dirigida por Bernhard Kontarsky.Nadie se olvida de estos nombres pero si hay alguien que ha arrancado al género operístico del molde usual es el actual Director de Ópera Profesor Klaus Zehelein quien comenzó en su cargo luego de que las autoridades del gobierno de Baden Württenberg decidieron desdoblar los cargos poniendo un director para cada compañía de ópera, drama y ballet. Con Zehelein, quien había trabajado en Hamburgo en el Thalia Theater, y en Frankfurt y donde había adquirido gran experiencia, el nivel de producciones cambió por completo y radicalmente dándose especial énfasis a la dramaturgia. La llegada de Zehelein en 1991/2 también trajo a Stuttgart a la californiana Pamela Rosenberg quien había sido coordinadora artística en Amsterdam y en 1997 al director bávaro Lothar Zagrosek, quien asumió la dirección musical de la casa.Si muchos pensaron que la partida de Pamela Rosenberg en el año 2000 al asumir la dirección general de la Ópera de San Francisco crearía problemas artísticos y los años de gloria artística en Stuttgart habían llegado a su fin, se equivocaron mucho. Stuttgart posee una filosofía artística que va más allá de las personalidades y su excelente equipo de dramaturgos encabezado por Sergio Morabito pone ópera pensando en forma en que ningún otro teatro de este nivel lo hace. ¿Qué otro teatro se atrevería a poner un Anillo de los Nibelungos con cuatro elencos diferentes y cuatro regiesseurs diferentes en cuatro dias consecutivos? (Disponible en DVD EuroArts/TDK/SWR/Arte 10 5206 9, Das Rheingold; EuroArts 10 5207 9, Die Walküre, el ciclo se completará en los próximos meses con Siegfried y Die Götterdämmerung).¿Qué otro teatro se atrevería a poner una obra oscura como Die Gezeichneten (Marcados) de Schreker en una puesta muy abstracta y complicada cuyos primeros 15 minutos muestran al protagonista totalmente desnudo en escena?¿Qué otro teatro propondría una visión escénica de Fidelio donde ‘Florestán' no sobrevive su encarcelamiento?¿Y qué otro teatro pondría una versión de Alcina tan llena de erotismo que daría tanto que hablar y que provocaría tanta controversia fuera de Alemania especialmente en el Reino Unido? (disponible en DVD Arthaus Musik 100 338).Todas estas producciones han sido vistas por quien escribe y esa es la única manera en que se puede ratificar la validez artística de los conceptos que reinan en este teatro. No hay nada acartonado en Stuttgart y su director general es el mas sonriente, buen humorado y desafiante de todos los que he conocido hasta la fecha.Su visión del Anillo, me contó en una de nuestras muchas conversaciones, nació de haberse aburrido soberanamente al saber de antemano cual era la concepción dramática luego de haber visto la premier de El Oro del Rin en Frankfurt donde en ese momento era su Director. Inmediatamente habló con la productora Ruth Berghaus diciéndole que estaba dispuesto a renunciar. Pero entre Ruth Berghaus y el director Michael Gielen se esbozó un plan que por el momento satisfizo a Zehelein quien se fue convencido de no presentar su renuncia. Zehelein deseaba ser sorprendido, no quería saber que iba a ver en La Valquiria y óperas subsiguientes, deseaba hacer algo muy diferente con diferentes visiones dramáticas para cada ópera, la coherencia musical de conservar al mismo director y orquesta a través del ciclo iba a respaldar el experimento. Ese experimento pudo convertirse en realidad luego de mucho trabajo en la ciudad de Stuttgart, cuyas autoridades simpatizaron con la idea y proveyeron los fondos necesarios para tal proyecto.Habiéndolo visto ya tres veces, puedo asegurarles a los jóvenes lectores de MundoClásico.com, que es uno de los mejores que he visto y vivido hasta la fecha, y si hay quienes dicen que el ciclo es una obra integral, pues no hay mas que decirles que por más que sea integral no hay razón alguna para que no lo siga siendo con cuatro directores de escena diferentes. Al menos esa ha sido mi experiencia.Pero Zehelein no pone ópera para gente madura o simplemente joven y no hay muchos teatros en Alemania donde el público sea tan joven como en Stuttgart donde existe un programa de ópera para nïños que es excepcional. Hace unos años fuí testigo de una presentación que no consistía de una Flauta Mágica para niños … o de Hänsel und Gretel para niños... ¡NOOOOO!La ópera había sido compuesta especialmente para un público de niños y se llamaba Expedition zur Erde (Expedición a la Tierra). Este espectáculo requería la participación activa del público que consistía de unos 180 niños y padres esparcidos en el piso del museo de arte moderno de Stuttgart. En la segunda parte de la ópera, cuando los personajes extraterrestres deciden viajar al Planeta Tierra a fin de buscar la cura para los males de su Rey, el público es dividido en grupos de niños y grandes y con la guía de los protagonistas pasa a través de todas las salas del museo en donde encuentra a los instrumentistas de la orquesta que demuestran y explican el instrumento que tocan. Si hay una forma menos acartonada y divertida para conquistar al público infantil todavía no la he experimentado, ¡y aseguro a los lectores que funciona y también sirve para los grandes!Por parte del director musical existe paz interior, Lothar Zagrosek se encuentra feliz en Stuttgart y conmuta desde su casa en las afueras de Frankfurt. Zagrosek ha introducido un nivel de logro técnico muy alto y su orquesta se encuentra cómoda en cualquier estilo sea del barroco o del siglo 20 dodecafónico.En Diciembre tuve la ocasión de regresar a Stuttgart al ser invitado a ver la nueva producción de Moses und Aron, y al dia siguiente la reposición de la legendaria producción de Hans Neuenfels de Die Meistersinger.Ambas producciones fueron mágicas desde el punto de vista dramático musical y la parte orquestal fue muy bien interpretada por un director de la casa en el caso de Moses und Aron y de un joven director que dará que hablar en Die Meistersinger. En ambos casos hubo respeto por la partitura y excelente dramaturgia.Pero la visión de Zehelein va mucho más allá que la mera representación operística. Durante una larga conversación que tuve con el hace unos 4 años, me había confiado su deseo de establecer un Foro de Ópera para toda Alemania, pero basado en Baden Württenberg. Mi preocupación con tal Foro en ese momento, preocupación que le comenté a Zehelein, era que podría llegarse a encasillar la discusión por ser limitada a un foro, pero en 2003 tuve la satisfacción de ver que ese no era el caso y el Forum para el Nuevo Teatro Musical fue lanzado con gran éxito en Römerkastell y en el suburbio de Bad Cannstatt. Este proyecto que cuenta con la participación de distinguidos músicos y musicólogos de toda Alemania se reúne durante un período de 5 meses con estudiantes de posgrado y profesionales a fin de ampliar el debate de la música, explorar y experimentar con nuevas ideas. Estos proyectos cuentan con la participación del público en cada etapa.La situación de los teatros en Alemania puede ser considerada dinámica ya que sus directores quedan en sus puestos lo suficiente para ejercer una fuerte influencia artística sin obstruir a quienes pueden seguirlos con nuevas ideas. Así como Andreas Homoki sucedió a Harry Kupfer como Chef Regiesseur en 2002 en la Komische Oper de Berlín, Klaus Zehelein también dejará su puesto luego de la temporada 2005/6 en manos de Albrecht Puhlmann quien a su vez dejará su puesto de Intendant en Hannover. Zehelein, fiel a sus raíces dramaturgas, asumirá la posición de Presidente de la Academia de Teatro de Baviera.Los cambios son parte del proceso de recreación y de renovación artística en toda Alemania y nadie debe asustarse o sentirse mal por miedo a que las cosas cambien. Cuando se habla de mirar hacia el futuro, no hay nadie con mejor experiencia en ese tema que la ciudad de Stuttgart.
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