Reportajes

La Quincena mensual, o como pasar un agosto Musical en San Sebastián

Mikel Chamizo
lunes, 1 de agosto de 2005
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Desde hace ya muchas décadas, San Sebastián viene promoviendo un tipo de turismo en el que a los encantos típicos de las zonas costeras y sus playas se suma una interesante oferta gastronómica y cultural. Si bien el País Vasco, y en especial la zona de San Sebastián y sus alrededores, presenta una concentración inusualmente alta de restaurantes excepcionales (los Berasategui, Arzak, Akelarre y Zuberoa entre los más conocidos), en fechas estivales la Salzburgo del Sur, como la quiso apelar no hace mucho tiempo el alcalde de San Sebastián, da cobijo a tres festivales que se cuentan entre los principales del estado en sus respectivas categorías.

El más mediático y glamuroso es sin duda el Festival de Cine, que se celebra en septiembre rodeado de una enorme expectación popular, alfombras rojas, estrellas de Hollywood y fiestas privadas. En julio, el Festival de Jazz, que este año ha alcanzado su edición número cuarenta con un plantel de invitados espectacular y con conciertos que han llegado a reunir a unas diez mil personas sobre las arenas de la playa de la Zurriola para escuchar un género en principio minoritario como es el jazz. Pero entre estos dos festivales, y motivo del reportaje que nos ocupa, se encuentra el que es sin duda el festival de música culta más importante del verano en España, una Quincena Musical que ocupa todo el mes de agosto y que en esta edición número sesenta y seis vuelve a sorprendernos con propuestas enormemente interesantes, las cuales paso a enumerarles a continuación.

La Quincena comienza el 4 de agosto con su habitual despliegue de actividades por toda la ciudad, desde iglesias, museos y calles hasta las residencias de ancianos en las que se programarán musicas y bailes de todo tipo y condición. La cita principal sin embargo será en el auditorio Kursaal, con un espectáculo en torno al cuarto centenario de El Quijote, D.Q... pasajero en tránsito, a cargo de la Compañía Rafael Amargo y C. Padrissa de La Fura dels Baus, y que ya se ha podido ver en otros escenarios del país recientemente. Una arriesgada apuesta para un festival clásico pero que sin duda genera una gran expectación.

Los días 5, 8, 9, 11 y 12 serán las citas con uno de los ciclos más carismáticos de la Quincena, el de Música Antigua, que reúne año tras año a un público especialmente joven entre los muros del Convento de Santa Teresa. En esta ocasión los conciertos estarán a cargo del clavecinista Fabio Bonizzoni (5), La Trulla de Bozes (8), El Cortesano (9), Vox Suavis (11) y el Coro Hondore (12), quienes entre el variado programa que presentan otorgan un especial protagonismo a la música de la época de la publicación de El Quijote, al igual que Armoniosi Concerti en su concierto del día 10 en el ciclo de Música de Cámara.

Paralelamente a estas citas antiguas, se desarrollará también otro de los clásicos de la Quincena, el ciclo de Órgano, que se complementa con un curso de órgano romántico y que trae hasta las iglesias de San Sebastián y otras localidades a figuras de la talla de Loïc Maillé (7), Daniel Roth (8) y Wilibald Guggenmos (9), además de intérpretes locales como Loreto Aramendi (8), José Luis Echechipia (10), Daniel Oyarzabal (11), José Manuel Azcue (11) y Gerardo Rifón (12).

Con la llegada de las fiestas patronales de la ciudad, la Semana Grande (14-21 de agosto), llegan también las grandes citas del Festival, que este año se inician con tres funciones de ópera los días 13, 15 y 17: Madama Butterfly de G Puccini, en la producción del Palacio de Festivales de Cantabria y el Gran Teatro de Córdoba que diseñó el siempre espectacular Lindsay Kemp. La parte musical corre a cargo de Cristian Mandeal y la Orquesta Sinfónica de Euskadi, con Mina Tasca Yamazaki, Roberto Aronica y Antonio Salvadori en los tres roles protagónicos. Entre las citas operísticas, encontramos dos recitales líricos: el Mª Ángeles Rodríguez el 14, con obras de Brahms, Ravel, Poulenc y Albéniz, y el de José Bros el 16, con arias de ópera y zarzuela. El 18 tendrá lugar otro recital, pero en esta ocasión pianístico, a cargo del gran intérprete ruso Grigory Sokolov, con un programa Schubert y Chopin.

El 19-20 tendrá lugar otra de las citas quijotescas, en forma de ballet esta vez, en concreto el Don Quijote de Yuri Grigorovich  con música de Ludwig Minkus e interpretado por el Grigorovich Ballet Krasnodar, con las estrellas del Bolshoi Anna Antonicheva y Serguei Filine en los papeles principales. El 22, la Orquesta Nacional de España y el Coro Easo, dirigidos por Josep Pons, interpretarán dos grandes obras del siglo XX con un profundo contenido político, como son Un superviviente de Varsovia de Arnold Schönberg y la Sinfonía nº7 de Dmitri Shostacovich.

Los días 23, 24 y 25 de agosto tendrán lugar otras de las citas más esperadas del festival, con la interpretación de la totalidad de conciertos pianísticos beethovenianos por parte de Christian Zacharias y la Orchestre de Chambre de Lausanne, quienes durante tres ediciones anteriores entusiasmaron al público donostiarra con su integral de los conciertos para piano de Mozart. Paralelamente a estos conciertos tendrá lugar el ciclo de Música Contemporánea, que en esta ocasión trae hasta la sala de cámara del Kursaal a intérpretes de la talla de Garth Know (22), Matthew Burtner (23), Ensemble Wiener Collage (24), Marie-Bernadette Charrier (25), el Conjunto Ibérico de Violonchelos (26) y los Neue Vokalsolisten (28), quienes interpretarán obras de los grandes nombres de la segunda mitad del siglo XX además de otras de profesores de Musikene, Centro Superior de Música del País Vasco, quien colabora en la organización del ciclo.

Siguiendo con el ciclo principal en el cubo gran del auditorio, el 26 de agosto, día también de la jornada infantil con contadores de cuentos, payasos y Titiriteros, será el concierto que dará fin a la interpretación de la integral de la sinfonías de Gustav Mahler, proyecto que se inició en la edición de 1998 y que en la presente se cierra con la enorme Sinfonía nº8, de los mil, a cargo de la Orquesta Sinfónica de Galicia, el Orfeón Donostiarra, la Coral Andra Mari y la Escolanía Easo, y los solistas Alessandra Marc, Amanda Mace, Raquel Lojendio, Iris Vermillion, Marianna Pizzolato, Will Hartmann, José Antonio López y Attila Jun, todos ellos dirigidos por Víctor Pablo Pérez. Un día después, orquesta y director repetiran sobre el escenario para interpretar un programa Schubert y Wagner junto a la soprano Nadine Secunde.

Los días 28 y 29 llegarán los dos conciertos de la Orquesta Nacional de Rusia que dirige Mikhail Pletnev, el primero de ellos un monográfico Shostakovich que contará con la labor solista del chelista Georgy Goryunov, y el segundo centrado en el Concierto para violín de Beethoven, que tocará el gran Maxim Vengerov, y una selección de La bella durmiente del bosque de Chaicovsqui. El día 30 será otro de los g randes conciertos sinfónico-corales del festival, con la interpretación del War Requiem de Benjamin Britten por parte de la Orquesta Sinfónica de Bilbao, la Sociedad Coral de Bilbao y el Coro Infantil de dicha Sociedad, con la soprano Nancy Gustafson, el tenor Agustín Prunell-Friend y el barítono Thomas Mohr, todos ellos a las órdenes de la batuta de Jaunjo Mena.

Los días 31 de agosto y 2 de septiembre el carácter de los conciertos cambia totalmente, para dar cabida a dos agrupaciones de instrumentos originales de gran prestigio, como son Les Arts Florissants y Camerata Köln, quienes dedicaran sus esfuerzos a obras de Charpentier y Purcell, los primeros, y a música de cámara de la Familia Bach, los segundos. Entre ambos, el día 1 de septiembre, la Gustav Mahler Jugendorchester que dirige Ingo Metzmacher presentará un programa con obras de R. Strauss, K.A. Hartmann y D. Shostacovich, junto al barítono Mathias Goerne.

El concierto de clausura de la 66 edición de la Quincena Musical será en realidad otra ópera, aunque no escenificada: Fidelio, de Beethoven, en una versión dirigida por Miguel Ángel Gómer Martínez con Jayne Casselman (Leonore), Robert Brubaker (Florestan), Alan Titus (Don Pizarro), Attila Jun (Rocco) y Ainhoa Garmendia (Marzelline), junto a la Orquesta Sinfónica de Euskadi y al Orfeón Donostiarra.

Pero todo esto dicho hasta aquí no es más que apróximadamente la mitad de todas las actividades organizadas por la Quincena Musical del 4 de agosto al 3 de septiembre. Lo enumerado debe completarse con otros cuatro conciertos en Chillida-Leku, la casa museo de la familia Chillida en Hernani, dos excursiones musicales a Gernika (11) y Sara (17), los cinco conciertos dedicados a jóvenes intérpretes, ocho proyecciones musicales comentadas en el Colegio Oficial de Médicos y en el Museo Naval, una colonias musicales para niños entre 4 y 12 años y otras actividades paralelas en los pueblos de Deba y Zarautz. En definitiva, un inabarcable abanico de posibilidades para todo aquel que, junto a las playas y las gastronomia, quiera disfrutar de un intenso verano musical en la bella ciudad de San Sebastián.

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