The very best of Beethoven. Ludwig van Beethoven: Sinfonía nº 5 en Do menor op. 67, allegro con brio (London Classical Players; Roger Norrington); Für Elise, bagatela en La menor WoO 59 (François-René Duchable, piano); Sinfonía nº 3 en Mi bemol mayor op. 55 ‘Eroica’, extracto de la marcha fúnebre (Scottish Chamber Orchestra; Jukka-Pekka Saraste); Sonata para piano nº 14 en Do sostenido menor op. 27 nº 2 ‘Claro de luna’, adagio sostenuto (François-René Duchable); Sinfonía nº 9 en Re menor op. 125, extracto del finale (James Morris, bajo; Westminster Choir; Philadelphia Orchestra; Riccardo Muti); Sinfonía nº 7 en La mayor op. 92, extracto del allegretto y allegro con brio (London Classical Players; Roger Norrington); Concierto para violín en Re mayor op. 61, rondò (Dmitri Sitkovetsky, violín; Academy of Saint Martin in the Fields; Neville Marriner); Sonata para piano nº 21 en Do mayor op. 53 ‘Waldstein’, extracto del allegro con brio (Mijail Pletnev); Las Ruinas de Atenas op. 113, marcha turca (Orchestre de Liège; Paul Strauss); Concierto para piano nº 5 en Mi bemol mayor op. 73 ‘Emperador’, extracto del allegro (Bruno Leonardo Gelber; New Philharmonia Orchestra; Ferdinand Leitner); Romanza para violín y orquesta nº 1 en Sol mayor op. 40 (Dmitri Sitkovetsky, violín; Academy of Saint Martin in the Fields; Neville Marriner); Septeto para clarinete, trompa, fagot, violín, viola, violonchelo y contrabajo en Si bemol mayor op. 20, tempo di minuetto (The Nash Ensemble of London); Obertura de Coriolano op. 62 (Die Deutschen Kammerphilharmonie Bremen; Daniel Harding); Fantasía coral op. 80, finale (Melvyn Tan, piano; Schütz Choir of London; London Classical Players; Roger Norrington); Cuarto de cuerda nº 7 en Fa mayor op. 59 nº 1, thème russe (Borodin String Quartet); Fidelio op. 72, coro de prisioneros (Werner Hollweg, tenor; Siegfried Frese, barítono; Chor der Deutschen Oper Berlin; Berliner Philharmoniker; Herbert von Karajan); Concierto para piano nº 3 en Do menor op. 37, allegro con brio (Bruno Leonardo Gelber; New Philharmonia Orchestra; Ferdinand Leitner); Variaciones sobre ‘Bei Männern welche Liebe Fühlen’ de ‘La Flauta Mágica’ WoO 46 (Paul Tortelier, violonchelo; Eric Heidsieck, piano); Sonata para piano nº 8 en Do menor op. 13 ‘Patética’, adagio cantabile (François-René Duchable); Sonata para violín nº 9 en La menor op. 47 ‘Kreutzer’, finale (Christian Ferras, violín; Pierre Barbizet, piano); Trío para piano, violín y violonchelo en Si bemol mayor op. 97 ‘Archiduque’, allegro moderato (The Castle Trio); Missa Solemnis op. 123, Agnus Dei (Carol Vaness, soprano; Waltraud Meier, contralto; Hans-Peter Blochwitz, tenor; Hans Tschammer, bajo; Tallis Chamber Choir; English Chamber Orchestra; Jeffrey Tate). Dos discos compactos ADD/DDD de 151 minutos de duración con grabaciones procedentes de los sellos EMI y Virgin Classics, tomadas en diferentes lugares entre 1959 y 2001. Virgin Classics 338163-2. Distribuidor en España: EMI Classics
8,05E-05
"Beethoven termina la emancipación del compositor comenzada por Mozart. Reivindicando abiertamente para el músico el derecho a la libertad de expresión absoluta, impone con autoridad en su obra lo que pretende hacer del arte musical, sin preocuparse por lo que pueda esperar el público, y por lo mismo cambiando radicalmente la función -y la naturaleza- de la Música. El clima de la época (Sturm und Drang, acontecimientos de 1789) se prestaba naturalmente a sustraer al compositor de las servidumbres de la iglesia o del (buen) placer de los príncipes, pero hacía falta la voluntad indomable, la independencia feroz, el entero temperamento de un Beethoven y la conciencia profunda de su responsabilidad de artista para alcanzar solo –y conseguirlo- tal revolución estética, en la que el individualismo en la música esposa el culto desinteresado del Arte por el Arte."
Ahí queda eso. Parece que para Philippe Mougeot, autor de esta perla cultivada que leo en las notas de la carpetilla, a Beethoven su público le importaba un comino, y la mesa y el mantel le caían del cielo todos los días (y eso sólo es el primer párrafo, no les cuento lo que sigue). Debe ser que aún hoy hace falta perpetuar el mito a base de repetir cosas semejantes, y que hablar de Beethoven como un tipo que -cual todo el mundo- se ganaba sus garbanzos componiendo -eso sí, como pocos- una música estupenda, no es compatible con el mantenimiento del alto concepto en que tenemos a nuestro personaje.
Lo malo, al fin y al cabo, no es eso: si las notas son un engaño inaceptable -tanto más en un producto pensado para neófitos-, del contenido de los compactos apenas se salva nada. No imagino cómo se puede atrapar a nuevos acólitos beethovenianos a base de las caceroladas de Norrington, el aburrimiento de Duchable, o el musicograma plano de Saraste. Y encima, para un fragmento que ponen de Karajan (el de Fidelio), resulta que ese día el maestro no anduvo demasiado fino. Menos mal que los números camerísticos sí están, por lo general, bien servidos: hay ardor en los Borodin, color en Tortelier, y mucha clase en Ferras.
Pero es un magro acierto ante tanto desatino. Y además la calidad del sonido es más bien flojucha, porque nadie se ha tomado la molestia de remasterizar nada. De modo que lamento no poder recomendar este álbum ni siquiera al teórico público al que se destina.
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