La Orquesta de la Suisse Romande es considerada por los ginebrinos como un tesoro patrimonial, una perspectiva que hay que tener presente cuando se visita su sede, el Victoria Hall de Ginebra, y se disfruta de su personalísima acústica, la cual alimentó las tradiciones interpretativas de la OSR.
Salimos del concierto con pocas ganas de charla y muchas de seguir en esa sala convertida en un espacio no sé si de felicidad, pero cuando menos de gozo íntimo
Los sonidos eléctricos de la música experimental de Manolo Rodríguez parecían estremecer la noche.La figura de Teresa se retorcía buscando/buscándose lugares donde encontrarse.
La destreza de Loreto Aramendi consigue invisibilizar la gran dificultad de la transcripción, se me hace imposible describir la majestuosidad que se aprecia en el talento de la intérprete, la energía que desprende intimida la sala hasta el final del concierto.
Un proyecto que se queda en ascuas por la pandemia.La Orquesta lejos de enfrentarse con optimismo al primer concierto de temporada postpandémica organizó un durísimo programa para despedirse de ella.
Hay un juego continuo y riquísimo entre pasado y presente, porque a veces tendemos a olvidar que toda música es presente y que cuando Díaz-Jerez toca a Louis Couperin o Antonio Soler, como hizo en esta ocasión, los está tocando como música de 2020, no como sonaron y fueron percibidos por sus oyentes en el siglo XVII o XVIII, respectivamente.
La escenificación de Così fan tutte presentada esta temporada en el Teatro Pérez Galdós es una magnífica, cuidada y muy ensayada dirección de actores, que funcionó casi con precisión de relojería mas siempre con un frescor natural y perfume de commedia dell’arte en su vertiente más culta, elegante y de salón.
La música, como la lectura de una poesía, procede verso a verso, lenta y repetitiva y con tono sombrío.Pero es Billie Holiday en su actuación quien lleva al oyente bajo el árbol mismo, a sufrir la lluvia, el viento, y el sol junto al cuerpo martirizado de la víctima.
Arrecife, capital de Lanzarote, era antes simplemente el puerto de la isla.Se trata de una pequeña ciudad con poco más de doscientos años de antigüedad.
Auditorio Alfredo Kraus.XXXI Festival Internacional de Música de Canarias.Xavier de Maistre, arpa;Javier Perianes, piano.Orquesta Filarmónica de San Petersburgo.Yuri Temirkanov, director: Mijail Glinka: Obertura de Russlán y Liudmilla;