Sol Gabetta afrontó con maestría todas las dificultades del 'Concierto para violonchelo' de Lalo con una interpretación redonda, intensa y cálida que conquistó visiblemente al auditorio.
La falta de Bournonville en los escenarios españoles es un déficit importante, sobre todo en comparación con las relativamente abundantes coreografías de Petipa.En comparación Bournonville puede parecer menos 'mágico', menos delicado incluso, pero no lo es.
La interpretación del Bach Collegium Japan y Masaaki Suzuki fue muy gratificante desde todos los puntos de vista, y hasta la Sala Argenta pareció sonar mejor que en otras ocasiones, seguramente porque se planteó una ejecución direccional, orientada al centro de la sala.
En 2009, en el marco de la 58 edición del F.I.S., se presentaron en la sala Argenta del Palacio de Festivales de Santander Iván Fischer y su Budapest Festival Orchestra con un concierto que quince años después han repetido con el mismo programa de otrora, pero con la presencia de Kopatchinskaja en lugar de Kavacos
Las abundantísimas propinas de Yuja Wang, hasta casi duplicar la duración del concierto, acercaron su recital al de una diva de ópera, que siempre se 'debe a su público'
Sin duda la Gala Puccini giró en torno al protagonismo de una Sondra Radvanovsky en plenitud de facultades que gustó y se gustó como pocas veces en este FIS 2024.
Lucía Caihuela se mostró deslumbrante en las arias de Francesco Corselli.El atractivo color e importante proyección de su voz circula con gran naturalidad por el registro agudo pero también por un centro que le permite encontrar interesantes recovecos expresivos.
La voz de Garifullina, dotada de importante proyección y atractiva punta tímbrica, aportó una buena dosis de elegancia y de una musicalidad no exenta de sensualidad a las piezas seleccionadas, a lo que habría que añadir el encanto de una presencia escénica espectacular.
Perianes finalizó la primera parte con una personalísima y temperamental 'Fantasía Bética', donde lució su particular complicidad con el sustrato popular de la obra, un atinado refinamiento y una musicalidad desbordante.
Los Mutter’s Virtuosi se divirtieron no poco con el Concierto de Brandeburgo nº3 de Bach con su pegadizo y rítmico tema inicial, que se pasaban juguetones entre solistas y tutti.