La maravillosa ilustración dancística de la célebre sinfonía de Mahler que ideó Schläpfer es una creación crucial y fatídica que refleja la fragilidad de la existencia que nos viene acompañando tan de cerca desde el estallido de la pandemia.
Como siempre, el diablo termina perdiendo, porque no todo el mundo es como Don Giovanni, que prefiere irse al infierno antes que arrepentirse de su vida.Es entonces que campanas y órgano anuncian a los festivaleros de Salzburgo que también este año pueden entrar a ver su ópera vespertina con la tranquilidad de saber que Jedermann ha logrado salvar su alma
De la regie de Christof Loy merecen destacarse un movimiento de personas en los cuales las miradas, ya sea cómplices o temerosas, de los diferentes personajes acompañaron un movimiento escénico que transformó en secundarios los disfraces de Ferrando y Guglielmo, porque su colorido vestuario, contrastante con el riguroso negro de los demás, nunca podían hacerlos irreconocibles.
Una característica fundamental de esta regie es la humanidad de estas tres mujeres y la naturalidad de su movimiento.Gente como ellas vemos todos los días en todos lados.Y sus desesperaciones son domésticas, y nunca realzadas con gestos histriónicos
Se ha autoproclamado el campeón y embajador por excelencia de la música italiana, tanto la lírica como la sinfónica.Libre de compromisos artísticos y administrativos con los grandes teatros de ópera italianos, está dedicándose a difundir y promover la música italiana mediante dos instituciones creadas por él: la Orchestra Giovanile Luigi Cherubini y la Academia de ópera italiana Riccardo Muti, y la inclusión en sus conciertos con la Orquesta de Chicago y la Filarmónica de Viena de obras poco conocidas del sinfonismo italiano.
La puesta en escena es fiel a la intención de los autores de dar al pueblo sencillo la belleza y calidad de la música de la alta cultura de la Europa central, especialmente la de habla alemana, puesta al servicio de las ideas de la intelectualidad ilustrada de aquellos días.
En el podio la presencia de Borowicz asegura una lectura idiomática, bella, profunda, matizada, nunca invasiva pero siempre presente, y la orquesta y el coro suenan estupendamente bien, aunque este último, tan célebre, tal vez por problemas lingüísticos al principio mostró oscilaciones.
Este es un peregrinaje definido como parte de 'une année Européenne' bajo la advocación de un espíritu europeísta y declaradamente anti-Brexit.Porque no es posible creer en aislamientos frente a un multinacional como Händel siempre tan alemán, en Londres o en cualquier otro lado, o un Bach alemanísimo, tan abstracto como para ponerse como un guante cualquier nacionalidad
Empecemos por decir, como todo el mundo, que el regisseur Barrie Kosky reafirmó su excepcional talento como director de escena con un 'Orfeo en los infiernos' de irresistible coreografía y movimiento de coros y cantantes solistas.
La progresiva reconciliación entre los griegos locales y los refugiados troyanos fue maravillosamente escenificada, y aparte de Nicole Chevalier, deslumbraron también Paula Murrihy y Paula Murrihy y Ying Fang, la primera como un Idamante de voz a la vez cálida y brillante y la segunda con el conmovedor lirismo de su Ilia.