Las voces se incorporaron al Premio Chaicovsqui en 1966, la tercera edición de este prestigioso concurso nacido en 1958.Sin embargo mientras los premios de piano o violín siempre han tenido una gran relevancia, el apartado de voces tiende a pasar inadvertido, quizá por sus ganadores han sido masivamente rusos o soviéticos y pocos han llegado a cantar fuera del área de influencia soviética (como excepciones se podría citar a Yelena Obraztsova, Deborah Voigt o Paata Burchuladze).
Seis alumnos del Atkins Young Artists Program del Teatro Mariinski se presentaron en un concierto centrado en canciones y números de ópera, con acompañamiento de piano.Técnicamente están bien preparados y ocasionalmente asoman ya toques personales que permiten suponer que serán cantantes a considerar en no muchos años.
El montaje de Pier Luigi Pizzi para 'Il Trovatore' de Verdi data de 2013 y va camino de convertirse en un clásico del teatro.De hecho, se ha presentado en todas las ediciones del Festival ‘Estrellas de las noches blancas’ desde su estreno, lo que indica el aprecio del público por él.
Esta producción de La dama de picas fue creada por Alexei Stepaniuk específicamente para el Mariinski II, donde se estrenó en mayo de 2015.Desde entonces ha estado en el repertorio de esta sala y se repite regularmente, sin crear grandes pasiones pero tampoco rechazo.
Serguei Dogadin es de esos violinistas que además son músicos y mantiene toda la obra en la cabeza, tiene todo calculado e interrelacionado;el fraseo es amplio, los contrastes de tempo y sensibilidad entre los distintos temas preciosos, y la versión resultó francamente emocional.
Lo escénico no fue en absoluto lo más importante en esta ocasión.La dirección musical de Gergiev fue impresionante: siempre es un director muy controlador, que impone su criterio, para bien y para mal, y en este caso acertó plenamente.
Volodin ofreció un recital mucho más intimista que virtuoso.El propio programa que eligió era de un tipo muy habitual hace años, pero que ahora resulta extraño: en la primera parte dos clásicos y toda la segunda parte dedicada a Chopin.
Gergiev dirige en poco más de 33 horas 'Tannhauser', el concierto de gala de premiados del Concurso Chaicovsqui, 'Attila' de Verdi y un concierto orquestal nocturno y los que nos ponemos enfermos somos los oyentes.
Alexandre Kantorow es un pianista de primera categoría, que mostró una madurez impropia de su edad, y que en la gala fue capaz de presentar su versión incluso ante Gergiev.Un merecido primer premio.Pero hay también pianistas muy interesantes entre el resto de los premiados, como Fujita, Broberg o Shiskin
El programa era muy coherente, música francesa de la Belle Époque (salvo La Valse, ya de 1920), y atendía a la formación de los jóvenes músicos en un estilo que se ha considerado ‘patriótico’ y, consecuencia de la geopolítica, resulta tener claras confluencias con el estilo imperialista ruso (el del Grupo de los Cinco).