Una guerra mundial no es una posibilidad teórica ni el sueño febril de halcones y militaristas.La cuestión que puede plantearse es si Estados Unidos está amenazado por una guerra en tres frentes.
Los modelos climáticos estiman correctamente las tendencias de la temperatura global, pero a menudo subestiman la fuerza de las fluctuaciones climáticas regionales, especialmente en el transcurso de décadas a siglos.
Cientos de millones de vidas corren peligro por el deshielo y la subida del nivel del mar.Además, las poblaciones que dependen de los glaciares se enfrentan a enormes desafíos, sobre todo en cuanto al acceso al agua dulce.
Dentro de la propia Europa ya existe un problema de seguridad que afecta a la seguridad de sus ciudadanos.La guerra entre Israel y Hamás ha desatado oleadas de antisemitismo e islamofobia en varios países europeos.
La liberación de la palabra a través de la tecnología digital ha representado un inmenso progreso.Pero las redes sociales también han acelerado y amplificado la difusión de información falsa y la incitación al odio, lo que plantea graves riesgos para la sociedad, la paz y la estabilidad.
La voz de nuestro colega Omar Jerez es la expresión de un grito de auxilio airado, aunque también impotente, como la de todos los judíos que viven en Europa en estos tiempos.
El Comité Olímpico Internacional (COI) ha hecho sonar las campanas de alarma recientemente al constatar a través de dos estudios científicos las ''dramáticas consecuencias del cambio climático'' para la futura adjudicación de los Juegos Olímpico de Invierno.
La diplomacia de guerra rusa también tiene como objetivo aislar y debilitar a Occidente en el sistema internacional.Desde 2022, se ha dirigido cada vez más a los Estados del Sur Global y se ha vinculado a las narrativas anticolonialistas, antiintervencionistas y antioccidentales de las sociedades de África, América Latina y Asia.
El Glacier Express ofrece al viajero desde hace 93 años un enorme ventanal, no solo para admirar el maravilloso paisaje desplegado ante sus ojos, sino también, sobre todo en los últimos años, para observar cómo afrontan los Alpes y sus habitantes el cambio climático.