Lo más impresionante fue la interpretación de la orquesta bajo la batuta de Jakub Hrůša.La orquesta del Teatro Nacional de Brno parecía otra distinta, como transmutada, totalmente elevada a un nivel internacional inusitado y sin precedentes debido a la influencia de Hrůša que, además, es oriundo de Brno.
La sobriedad de la escena en esta producción permite una mayor concentración en lo propiamente musical y en la acción dramática, especialmente en los movimientos escénicos y en la psicología de los personajes.
Un variado programa con interesantes connotaciones y relaciones entre Janáček, la música rusa y sus respectivos contextos sociopolíticos y culturales.Se presentaron cuatro obras fundamentales de compositores tan relevantes para la historia de la música del siglo XX como Edison Denisov, Leoš Janáček, Sofia Gubaidulina e Igor Stravinsky