Andrea Sanguineti hace música con gran fruición, una precisión asombrosa, pero sobre todo con soltura y gusto.No hay gestos estándar por ninguna parte.Pero sí un maravilloso oído.
La fusión de la Deutsche Kammerphilharmonie Bremen y Jan Lisiecki es inaudita.La interpretación de Lisiecki desafía los adjetivos de precisión milimétrica, digitación acerada y un don para organizar las distintas piezas de este rompecabezas.
Cuando Bruckner improvisaba al órgano teníamos la sensación de estar en las garras de un mago que no nos soltaba, pero a cuyo poder no podíamos resistirnos.
Vox Luminis ejecuta espléndidamente el Stabat Mater, preservando con mucho cuidado la intimidad del estilo antiguo y el refinamiento contrapuntístico que exige la encantadora música de Steffani.
Florian Helgath es director artístico desde 2011 del Chorwerk Ruhr, grupo coral mixto de cámara con asiento en Bochum.Gracias a su excelente labor el coro se ha convertido en un tesoro que merece ser visto con más frecuencia en Europa y otros continentes.
En 2024, numerosos artistas de todo el mundo acudirán de nuevo a la Cuenca del Ruhr con una cosa en común: La firme convicción de que el poder unificador y pacificador de la música será más poderoso a largo plazo que todas las guerras y conflictos del mundo.
Aparte de algunas licencias para hacer más histriónico el concierto, fue una velada bien equilibrada en cuanto a música y repertorio, con un programa muy bien escogido -Jefté y Dido y Eneas- y dos obras similares en atmósfera y cariz emocional.
Vasks es profundamente honesto y auténtico, y su efecto depende en gran medida de la actitud correspondiente de sus intérpretes, en este caso de Sindy Mohamed.
Fue un programa rico e intenso, como los que agradaban sobremanera al profesor Franz Xaver Ohnesorg, que quedará guardado en la memoria de quienes tuvieron oportunidad de interpretarlo y presenciarlo.