Dedicado a la memoria de Luís de Camões, el Requiem op.23 de Bomtempo ejemplifica una tendencia consolidada a lo largo del siglo XIX de interpretación de música de carácter sacro, no solo fuera de los templos y en formato de concierto, sino resignificada desde el punto de vista ideológico.
En el disco y en las transmisiones no hay problema de volumen que no subsanen los técnicos, pero en vivo no hay técnico que valga.Por eso el de ayer me pareció un concierto fallido
Gran Auditorio de la Fundación Calouste Gulbenkian.Pedro António Avondano, Gioas, re di Giuda.Ana Quintans (Joás), Gemma Bertagnolli (Zíbia), Agata Bienkowska (Atalia), Filippo Mineccia (Matan), Fernando Guimarães (Ismael), Nuno Dias (Jeoiada).
Sala Argenta del Palacio de Festivales de Cantabria.Marc-Antoine Charpentier: El juicio de Salomón.Henry Purcell: Odas, Himnos y Canciones.Solistas: Maud Gnidzaz y Ana Quintans, sopranos;Paul Agnew, Leif Aruhn-Solén y Marc Molomot, tenores;