Mientras Rusia no cambie de postura, no hay alternativa.La próxima ofensiva no es la última, pero sí es decisiva.La ayuda militar, económica y humanitaria de Occidente decidirá si los ucranianos viven o mueren.
Para esta exhumación se ha contado con un sobresaliente elenco de cantantes que dominan ampliamente las exigencias del repertorio barroco, consiguiendo una función de una gran calidad artística, tanto a nivel vocal como de credibilidad actoral.
Lo que en la película de von Trier se prolonga durante tres agobiantes horas se condensa aquí en 100 minutos de estudio social.La integración de los extraños, al principio vacilante y luego abierta, se convierte -prácticamente en mitad de la curva dramática- en odio abierto, violencia y abuso sexual.
'Tristan und Isolde', que resulta perfectamente tonto cuando todo se grita, se convierte en una joya de psicología y de conocimiento del alma humana cuando dirección musical, dirección escénica y actores saben restituirlo.
El hecho de que las sensibilidades de los grupos individuales sean ahora más importantes en las discusiones políticas que los intereses de la sociedad en su conjunto, es el logro de una política de izquierdas que prefiere perderse en debates sobre la ascendencia y los genes en lugar de trabajar por lo que una vez se fijó como objetivo: Prosperidad y seguridad para todos.
La escenografía ofrecía unas efectivas proyecciones videográficas que hubieran sido suficientes para ambientar la acción de la ópera y dejar libre el modesto escenario del Teatro Colón.Pero Emilio López optó por invadir el escenario con unas ridículas mini-pirámides mayas, y unas horrendas y descomunales calaveras con lucecitas parpadeantes en las órbitas.
El hecho de que Rusia reclame el derecho a proteger a sus propios ciudadanos y compatriotas en el extranjero forma parte, entre otras cosas, de la doctrina militar rusa.Sin embargo, a este respecto, Moscú no se basa en normas y principios internacionales, como el concepto de la Responsabilidad de Proteger, sino en su propia constitución.
Bienvenida sea Mitchell por presentar una Theodora combativa, antes que sumisa al sufrimiento, una verdadera guerrillera empeñada en protestar y resistir hasta un final que en un giro contra la narrativa de Händel y su libretista, la consagrarán como triunfadora en esta tierra y no en el cielo
No importaba si era una joven virtuosa en gira artística, una estresada madre de siete hijos pequeños o una célebre música, si era una cotizada profesora de piano o si estaba siendo sometida a una terapia por un brazo dolorido.